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Los 25 mejores juegos de PSone disponibles en PlayStation Store - Parte 2

CLÁSICOS PSONE

Oriol Vall-llovera Por Oriol Vall-llovera

El 5 de Julio 2015 | 09:08

Seguimos repasando los 25 clásicos de PSone disponibles en la Store más imprescindibles, tanto para rememorar tiempos pasados, como para aprovechar excelentes oportunidades presentes.

24- 'Wild Arms': Un formidable pistolero

Por si a alguien no le ha quedado claro aún, que la época de PSX fue una de las más doradas de toda la historia en cuanto a cantidad-calidad de RPG's disponbiles (algo realmente difícil tras lo vivido con SNES), aquí llega uno más para demostrarlo. En este caso, estamos ante 'un formidable pistolero' que diría el 'Coronel Campbell' en 'MGS'. Formidable porque 'Wild Arms' tiene todo lo que un RPG de corte clásico tiene que tener para triunfar; y pistolero porque todo ocurre en esa ambientación tan 'Western' a la que la saga nos acostumbró a partir de entonces.

No obstante, no deja de ser curioso como una saga tan longeva, y tan buena como 'Wild Arms' sigue teniendo a su entrega original como la mejor de todas por muchos entre los que me incluyo (aunque no dejaré de repetir que 'Wild Arms XF' para PSP me parece un juegazo como la copa de un pino). Una entrega original que aunque en occidente llegó después de 'FFVII', en realidad era totalmente anterior en Japón. Y de ahí que, aunque nos enamoró a muchos, también nos sorprendiera un poco menos (sobre todo a nivel gráfico y en las batallas) a más de uno. Pero ojo, eso es algo que no tiene por qué ser un defecto, y mucho menos ahora que lo miramos todo como algo retro, sea de 1996 o de 1999.

Y teniendo eso en cuenta, podemos decir que 'Wild Arms' es uno de los últimos RPG's de corte clásico puro y duro que rozó la excelencia. No es que desde entonces no haya habido más (el propio 'Suikoden II' por ejemplo), sino que ni abundan, ni han abundado mucho. Es más, podríamos decir que este grandioso RPG, viene a ser una prolongación de aquellos maravillosos juegos de Super Nintendo en 2 dimensiones, pero con un argumento mucho más currado, una banda sonora de mucha más calidad, y sobre todo mucho más completo a nivel jugable y con multitud de opciones extremadamente originales, incluso a día de hoy.

Wild Arms

Para empezar, su opening fue, y sigue siendo uno de los mejores vistos hasta el momento. No tanto por la preciosa estética anime, sino por la puesta en escena y la brutal melodía que desde entonces ha acompañado en más de una ocasión a la saga. Pero es que lo que venía después no se quedaba atrás: un juego donde las batallas por turnos eran exigentes, divertidas y muy clásicas, y un título en el que la exploración de los escenarios se tornaba mucho más divertida que en otros productos parecidos gracias a las herramientas de los personajes. Unas herramientas que se podían usar en tiempo real (una vez juntados en el arco argumental del juego, podíamos alternar los tres protagonistas en tiempo real cuando queríamos), y que permitían resolver puzles, encontrar objetos escondidos, o simplemente interectuar con los escenarios.

Por si fuera poco, el nivel de alguno de esos puzles era sublime, y daba gusto pasar cada mazmorra del juego, totalmente distinta a la anterior tanto a nivel argumental como por las acciones a realizar dentro. La estética 2D era preciosa, y los personajes se movían de maravilla, e incluso podían correr a una velocidad endiablada en todo momento. Por su lado, los pueblos estaban llenos de vida, de personajes que contaban siempre (y remarco, siempre) historias interesantes, y de misterios, objetos, o secretos a encontrar. Asimismo, argumentalmente estábamos ante un título muy especial: su trama trataba temas cómicos, trágicos, y hasta trascendentes, pero siempre lo hacía con la capacidad de evocar muchas emociones con facilidad. Desde el llanto (había lugar para la muerte, la marginación social, o los problemas de algunos personajes), hasta las risas incontroladas por un sentido del humor estupendo. Pero sobre todo, destacaba el gran carisma del grupo de villanos: los demonios de metal, auténticos protagonistas del argumento, y con una importancia vital en el contexto del juego.

Además, como buen RPG que se precie, tenía secretos y 'sidequests' a punta pala, y conseguirlos todos podía fácilmente doblar las horas de juego a invertir necesarias. Algo a lo que se le tenía que sumar su alta rejugablidad al ser un título en el que cada mazmorra o nuevo pueblo, albergaba nuevos puzles, situaciones sorprendentes e ingeniosas, y en definitiva diversión por doquier. Un título que, a pesar de su estética simplona, lucía muy bien, y se comportaba mejor. Si te gustan los juegos de rol clásicos, no lo dudes porque 'Wild Arms' habría sido en Super Nintendo uno de los mejores exponentes del género, y eso es mucho pero que mucho decir. Un imprescindible que sigue manteniendo aquella magia de la que hoy carecen la mayoría de RPG's. Solo hay una pega: la edición de la Store lleva los textos en inglés a pesar de aquí lo tuvimos traducido. De todas formas, tanto su precio (4,99 euros), su peso (278 megas), o su compatiblidad con portátiles y PS TV lo convierten en una gran opción si no tienes el original, o si quieres llevártelo a cualquier parte. El nivel requerido de inglés no es muy elevado, sino más bien todo lo contrario.

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