De 'Super Meat Boy' a 'Rayman Legends', la vuelta del género plataformas

REPORTAJE

Por Xose Llosa

El 4 de Junio 2014 | 17:54

Tras varios años en segundo plano, el género de plataformas ha vuelto a brillar en los últimos años.

'Super Meat Boy', 'Braid' y el favor de la crítica

'Super Meat Boy' fue un lanzamiento del año 2008 para el bazar de Xbox 360. Aún cuando no teníamos muy claro lo que podríamos esperar de juegos descargables, el Team Meat, y poco antes también Jonathan Blow con 'Braid', nos mostraron que podíamos encontrar fuertes dosis de calidad dentro del plano descargable.

Estos dos juegos se llevaron algunas las mejores críticas de su año. Esto no es moco de pavo cuando estamos en uno de los años con mejores lanzamientos de estas plataformas, avalado por títulos de la talla de 'Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots', que vino a cerrar todo un arco argumental de la saga de Kojima.

Super Meat Boy

Pensar en que dos juegos en dos dimensiones, de saltos para acá y para allá, y que además llegaban en formato digital sin posibilidad alguna de comprarlos de manera convencional en una tienda, podían pegar el pelotazo que dieron estos juegos, es algo que seguramente se podría catalogar como uno de los hitos más importantes de esta era.

Descargable

En el documental Indie Game: The Movie veíamos a los componentes del Team Meat verdaderamente aterrorizados ante la posibilidad de pegarse el batacazo padre en la tienda descargable. Realmente, 'Super Meat Boy' es una de las experiencias más agradables que podíamos encontrar los fans de las plataformas clásicas en un juego por aquel entonces. Una mecánica simple, pero marcada y personal, y lo más importante, muy adictiva.

'Braid', por su parte, aunque no sé hasta qué punto lo podríamos catalogar como juego de plataformas, mostró al mundo que no hacía falta un millar de polígonos para dejar a alguien boquiabierto con un screenshot.

Son dos juegos muy parejos en el tiempo, con perspectiva en dos dimensiones, ambos desarrollos muy pequeños y muy influyentes, pero a la vez, cada uno de ellos tejido con elementos completamente diferentes. Sin embargo, fueron los que abrieron camino en muchos sentidos, y uno de ellos fue abrir la puerta a la vuelta del género que protagoniza este artículo.

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