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'Fallout 4' vs 'The Witcher 3: Wild Hunt' - Reportaje

FALLOUT

Por Xose Llosa

El 11 de Noviembre 2015 | 17:31

Cara a cara los dos grandes juegos de rol que hemos visto caer entre manos en 2015. Dos títulos de referencia en nuestro catálogo actual.

Contexto

Uno de los puntos álgidos y equiparables en ambos juegos es el universo que desarrollan. En el caso de 'The Witcher 3' nos encontramos con la mitología de la saga literaria desarrollada por Andrzej Sapkowski. La adaptación de las novelas de Geralt de Rivia aporta una riqueza y fondo a la trama de nuestro héroe que conforma un mundo creíble y socialmente muy coherente, con sus propias reglas y nosotros sujetos a ellas.

En 'Fallout' volvemos a un mundo ya conocido, el mundo salvaje que se levanta tras el holocausto nuclear, y nuevamente encontramos una sociedad coherente y conectada bajo unas reglas propias. Unas que ya conocíamos de entregas anteriores y otras que descubrimos con este nuevo capítulo. Otro de los puntos coherentes y fuertes de 'Fallout'.

Son dos universos muy diferentes y a la vez muy utilizados en literatura, cine y videojuegos, y cada uno de ellos encuentra como máximo representante los juegos que hoy traemos a colación.

Narrativa

Aquí habría que tratar varios puntos muy complejos y determinantes en ambos títulos. El primero de ellos es el sistema de interacción, donde el juego del brujo encuentra su máximo punto de esplendor. La profundidad en los diálogos de 'The Witcher 3', siempre moviéndose las situaciones en la escala de grises, y siendo muchas veces difícil de predecir el resultado de un encuentro independientemente de lo que digamos, convierten nuestro paso por el mundo de 'The Witcher' en una experiencia en la que tomamos un papel completamente central. Tenemos la sensación de estar interviniendo directamente en el desarrollo del universo que se recrea ante nosotros.

The Witcher 3

Sin embargo, el sistema conversacional es uno de los puntos oscuros de 'Fallout 4'. Es un sistema de diálogo tradicional, donde las conversaciones no nos aportan un punto de interacción con el propio juego, sino una fuente de información para el desarrollo de la aventura. El rol del jugador es de espectador.

Así, es evidente que el sistema de diálogo de 'The Witcher 3' es mucho más innovador al de 'Fallout 4'. Sin embargo, no debemos caer en equívoco: el guión de 'Fallout 4' se desarrolla en un estilo narrativo más tradicional dentro del género, pero es muy bueno.

Misiones

Otro punto clave y enlazado con el apartado anterior viene del lado del contenido y distribución de las misiones. Cuando hablamos de 'The Witcher 3' coincidimos al 100% en que las misiones de 'The Witcher 3' eran siempre interesantes, tanto principales como secundarias ofrecían contexto y se alejaban del horrible rellenahoras de los recaderos tan común en el género.

The Witcher 3

'Fallout 4' viene con la lección aprendida, y aquí nos encontramos los límites completamente difuminados entre los diferentes tipos de misiones. Siento, en 'Fallout 4', que todo el sistema de misiones tiene por debajo un esqueleto que sujeta las diferentes tramas como parte de una sola y gran aventura. Ya no existe la sensación en este juego que se avanza por caminos independientes en base a diferentes tramas principal y secundaria, sino que todos esos caminos guardan relación como parte de un gran nexo, y al final terminan entrelazados en algún punto. Esto otorga una sensación de unidad y credibilidad a 'Fallout 4' que desde mi punto de vista lo convierte en auténtico referente.

En conclusión

La conclusión más fácil, directa y evidente es que tenéis la obligación de jugar ambos juegos. Si este año sólo pudieses comprar dos videojuegos, sin duda deberían ser estos, tanto por relevancia como por horas de buena aventura que ofrecen cada uno de ellos. Es difícil acudir en un mismo año al lanzamiento de dos juegos dentro del mismo género, y que ambos vuelven a niveles tan altos como 'Fallout 4' y 'The Witcher 3'. Cada uno con sus virtudes y sus defectos, equivalentes y complementarios en prácticamente todos los puntos en los que se pueden poner cara a cara, decantarse por uno u otro es casi cuestión más de gustos que de un examen objetivo.

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