ANÁLISIS

'Duke Nukem II' para iOS, la franquicia se sigue hundiendo

La remasterización de la segunda entrega de Duke para iOS no consigue satisfacer las facetas de jugabilidad e innovación, aportando tan sólo el factor "nostalgia".

Por Alberto Duque 30 de Mayo 2013 | 14:13

Rompedor, irreverente, extremo, eran algunos de los calificativos que se ganó en su momento la célebre aunque desafortunada franquicia 'Duke Nukem', cuando la saga vio nacer su segunda entrega con esos clásicos gráficos VGA con 256 colores vivos que irritaban nuestros ojos tras 3 horas de intenso juego. Para muchos de los que aún reconozcan este título, también recordarán aquel tiempo en el que tenían que teclear en su ordenador el nombre del directorio en el que tenían instalado el programa que querían utilizar. Es por ello que esta adaptación de la vieja escuela a nuestros terminales iOS se limita a intentar cumplir con las necesidades de control y jugabilidad del dispositivo al que va dirigido, sin más complicaciones.

Maleducado y con ganas de dar guerra

Duke vuelve de entre las cenizas que ha dejado su última entrega con un aspecto retro y como siempre enfrentándose a letales hordas alienígenas que pretenden invadir la tierra. Para enfrentarnos a ellas contaremos con un arsenal de armas algo limitado y el uso puntual de vehículos de combate como un jetpack y un aerodeslizador. Entre los enemigos contamos con asquerosas masas verdes que son capaces de trepar por las paredes, arañas cyborg que se intentarán pegar a nuestra cara para causarnos daños y unos soldados humanoides muy poco resistentes pero que nos pueden llegar a darnos un buen dolor de cabeza. En cuanto a los jefes finales, la mecánica recuerda horrores a la de Eggman en Sonic ya que a falta de ser el mismo en cada nivel lo único que les diferencia es la dinámica de ataque puesto que todos van a lomos de un trono o nave voladora.

Nos encontramos ante todo, frente a un juego dirigido especialmente hacia los nostálgicos y tal vez algún aventurero amante los scroll lateral de acción que le apetezca probar algo un poco más vintage. Aunque sencillo y eficaz es un juego que no cumple con los estándares de hoy por lo que tampoco podemos juzgarlo en relación a su contexto comercial actual.

Empaquetado y entregado sin cambios

Poco se puede decir del aspecto gráfico puesto que estamos ante una remasterización directa y bruta del juego, sin más. Tal vez los colores y algunos detalles del pixelado hayan mejorado pero eso se puede deber a ahora lo ejecutamos con un procesador con el que por aquel entonces se envió al hombre al espacio, sin olvidarnos claro esta de la pantalla del móvil que maneja resoluciones con las que hace 20 años sólo podíamos soñar. Lo mismo ocurre con el sonido, cuya única novedad es que no suena tan estridente como la versión de 8 bits.

No obstante, una remasterización suele ser motivo de que el estudio se tome la licencia de meter algunas mejoras y añadir algún atractivo al título con el que no contábamos en su anterior versión. No obstante 3D Realms ha empaquetado el trabajo de Apogee Software, le ha puesto un lazo y nos lo ha entregado junto a unos controles que no cubren las necesidades de jugabilidad. Tal vez este sea el detalle más exasperante del título, ya que la acción pese a no ser frenética sino más bien pausada y algo errática, puede llegar a desesperar en muchos niveles en los que tenemos que movernos al tiempo que disparamos y saltamos para esquivar los ataques de los enemigos.

Siendo justos con otros estudios

Hay que ser justos con el resto de adaptaciones de clásicos que han hecho otras empresas como ocurre con LucasArts y 'Monkey Island' que ofrecia la posibilidad de jugar al título con los gráficos y sonidos originales para aquellos jugadores más hardcore y nostálgicos de la saga pero también ofrecía una versión con un estilo de dibujo moderno y suave y una banda sonora trabajada con la tecnología actual.

En conclusión, 'Duke Nukem II' no llega a cumplir con las exigencias de control de su propio juego, lo que a muchos puede llevarles a querer tirarse de los pelos con algunos niveles y por otra parte, la remasterización no ofrece ningún cambio o novedad en ningún sentido por lo que el título pierde atractivo hasta para los nostálgicos. Los sonidos y los gráficos son los mismo que los de hace 20 años y el emulador tampoco es ninguna maravilla. Se podría decir que no ha estado a la altura de las expectativas pero el caso es que 3D Realms deja muchos que desear últimamente.