Videojuegos gore: la historia de la violencia más visceral

SANGRE

Videojuegos gore: la historia de la violencia más visceral

Por Jonathan León

El 25 de Enero 2017 | 16:52

Hacemos un repaso a la historia de la sangría en los videojuegos a través de 6 títulos representativos del gore.

Splatterhouse (1988)

Esta saga aglutinaba todos aquellos clichés de los videojuegos que provocaban que a ojos de los padres fueran un auténtico invento del demonio hecho para sádicos. Para empezar, salió para máquinas recreativas, un ambiente caracterizado por el aislamiento del resto de la sociedad, locales llenos de ruido y de la calaña de peor reputación, o al menos esa era la imagen mental que tenían muchos en aquel entonces.

Y para seguir, se trataba de un juego en el que llevábamos a un tipo con una máscara sospechosamente parecida a la de Jason Vorhees y que mutilaba enemigos de lo más grotescos, ya sea a puñetazos o motosierra en mano. El aspecto visual estaba enteramente bañado por la sangre, enviando un claro mensaje a quien lo viera que decía que este no era un juego en el que se hacían cosas agradables.

Splatterhouse

'Splatterhouse' tuvo cierto éxito, siendo porteado a consolas domésticas y, más adelante, convirtiéndose en una saga con varias entregas. En 2010 recibimos un reboot para PS3 y Xbox 360 que se acogía a los gráficos HD y en tres dimensiones, pero que no dejaba atrás su sanguinario legado en cuanto al apartado estético y jugable.

Como curiosidad, este título era tan violento que en la caja de la versión para Turbografx.16 había un aviso que decía "Este horripilante juego puede ser inapropiado para tus hijos... y para cobardes".

Mortal Kombat (1992)

Era obvio que este iba a aparecer aquí. Una de las sagas de lucha más emblemáticas es también uno de los mayores motivos por los que montones de niños en los noventa se quedaron boquiabiertos delante de un videojuego.

Al igual que el anterior, también vio la luz por primera vez en recreativas, pero no fue hasta que salió para consolas cuando su popularidad se hizo incuestionable. La versión más conocida, de hecho, es la de Super Nintendo, lo cual destaca porque la compañía nipona no era muy dada a lanzar títulos así en su sistema. Los niños que venían de 'Mario' y 'Zelda' quedaron en estado de shock.

Pero era un shock maravilloso, porque el increíblemente solvente y divertido sistema de combate venía reforzado por litros y litros de sangre que hacían que darle un golpe al rival fuera todo un gustazo. Por no hablar de que los personajes estaban recreados por actores reales mediante la fotografía digital, dándole un plus de realismo insólito que lo hacía más macabro.

Mortal Kombat

Pero lo que realmente se recuerda de 'Mortal Kombat' y que es seña indiscutible de la franquicia, son los fatalities. Por lo general, exageradamente viscerales, rozando a veces lo caricaturesco, pero también lo desagradable. Lo mejor es que en realidad eran solo una muestra de poder, no ayudaban a ganar una pelea. Una vez vencido al contrincante, podíamos hacerlo, aunque ya hubiéramos ganado, solo para jactarnos de él por ser inferior a nosotros. Era un uso de lo más cruel de la violencia, y por ello llegó a calar tanto.

Obviamente, 'Mortal Kombat' sigue siendo una saga de renombre a día de hoy. Hace unos años perdió un poco la magia y sus juegos empezaron a ser más suaves, pero en 2011, los chicos de NetherRealm se sacaron de la mano un reboot que volvía a abrazar el gore más absurdo y lo trasladaba a los nuevos sistemas.

'Splatterhouse' no fue tan conocido, pero 'Mortal Kombat' supuso todo un golpe en la mesa que provocó una inmensa oleada de prejuicios y campañas anti-videojuegos. Desde luego, lo de ser disimulado no se le daba demasiado bien, pero tampoco le importaba mucho.

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