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La Columna - El vídeo se comió a las letras

OPINIÓN

Por Álex Pareja

El 14 de Febrero 2016 | 08:49

La evolución de la prensa de videojuegos ya está dando un nuevo paso: el vídeo ya es el formato del presente.

La evolución en el mundo de la prensa es normal y natural. Los medios de comunicación deben adaptarse a los tiempos y deben saber cumplir con las demandas de los propios usuarios. En el mundo del videojuego tenemos unos claros ejemplos: comenzaríamos hace unas décadas con la proliferación de las revistas en formato físico (qué recuerdos eso de acercanos al kiosko a finales de cada mes) que fueron las precursoras de las revistas digitales que ahora abundan en internet.

Parecía que el medio digital era el indicado para el presente y para el futuro. Ya nadie veía el sentido a salir a la calle y gastarse el dinero en una revista, cuando sin coste podíamos acceder a internet y, además, estar al tanto de las distintas novedades en tiempo real. Hemos sido testigos de esa evolución a lo largo de estos años, y no hay más que echar un ojo al mercado para darse cuenta de cuántas revistas sobreviven a aquellos años donde el papel triunfaba, o aquellas nuevas apuestas que a día de hoy tratan de lanzar sus productos en formato físico (durando más bien poco).

Kiosko

Pero justo cuando pensábamos que estábamos en ese presente futuro que parecía que no iba a cambiar, nos damos de bruces con el que parece el siguiente paso lógico, aunque a muchos nos duela y nos cueste reconocerlo: los contenidos de vídeo y multimedia, a día de hoy, proporcionan muchas más visitas y público que opiniones o textos vertidos entre palabras, como puede ser este mismo que estáis leyendo ahora mismo.

Todos nos hemos dado cuenta de ello y todos los medios de comunicación intentan como pueden potenciar esas vías que deben ser aprovechadas. Internet sigue teniendo tráfico, los artículos siguen teniendo visitas... pero nada comparado con los números que se pueden llegar a manejar si tienes un canal de éxito en YouTube, por ejemplo. Cuesta asimilarlo, pero es así: al grueso del público no le interesa leer, le interesa ver y consumir el producto de forma rápida.

Cuesta menos ver dos minutos de un gameplay que leer un análisis de miles de palabras, que seguramente al final no te proporcione de forma tan satisfactoria la información sobre el juego que puedes ver en plena acción. Es una evolución lógica, que en los medios especializados en videojuegos es todavía más palpable por la naturaleza interactiva y visual de las obras que se tratan.

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