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Crítica 'Altered Carbon': el 'Blade Runner' de Netflix

CIENCIA FICCIÓN

Crítica 'Altered Carbon': el 'Blade Runner' de Netflix

Por Xose Llosa

El 11 de Febrero 2018 | 22:54

La identidad vuelve a ser el centro del discurso de una nueva serie futurista. Con inspiración en 'Blade Runner', así es la nueva serie de Joel Kinnaman.

Netflix se sumerge en el existencialismo con 'Altered Carbon', la última serie de Laeta Kalogridis, guionista de 'Shutter Island'. Que "la ciencia ficción funciona en Netflix" se está convirtiendo en un mantra maravilloso para la plataforma. La ciencia ficción vuelve a encontrar así un hueco en la televisión, y 'Altered Carbon' aproxima una propuesta que se escapa de lo palomitero, para entrar al plano más reflexivo de la distopía. 'Altered Carbon' somete el dualismo alma-cuerpo a sus últimas consecuencias. En la sociedad presentada, la conciencia, la esencia o la identidad humana se ha logrado contener en un chip llamado pila, y el cuerpo es un mero contenedor. Así, la vida se eterniza intercambiando el alma a través de una sucesión de contenedores. Sólo cuando un ataque violento se focaliza en la cabeza la muerte definitiva llega al destruirse la pila.

Altered Carbon

Esta es la idea sobre la que gira la serie, con un conflicto abierto entre religiosos, poderosos, rebeldes, y el control que las personas pueden tener sobre la eternidad. La desigualdad se acentúa en la sociedad, en la que los magnates se adueñan de lo estético de los cuerpos, y la apariencia se convierte en la expresión infinita de éxito, llevando al extremo, una vez más, el culto al cuerpo en el que ahora mismo estamos inmersos. El culto al cuerpo en 'Altered Carbon' se iguala al poder económico, y condiciona las clases sociales bajo esta norma. El estado está obligado a ceder un cuerpo a toda persona que pierda el suyo en un accidente. En los primeros capítulos la desigualdad reinante en torno a este tema se clarifica de una manera muy evidente en un instante: una niña vio morir su cuerpo en un accidente de tráfico, sus padres no tenían recursos para comprar un contenedor premium, y la niña de siete años vio su pila terminar en el cuerpo de una deteriorada mujer de mediana edad. El único disponible para alguien humilde.

Takeshi Kovacs, protagonista al que interpreta Joel Kinnaman, es un rebelde de un grupo subversivo, conocido por su inteligencia, pero también por ser un combatiente experto. Reducido por la autoridad, su pila se mantiene condenada sin cuerpo durante más de 250 años. En ese momento un poderoso magnate le despierta para resolver un asesinato. Si consigue esclarecer el crimen su condena quedará saldada y volverá a ser libre. Esto dispara un conflicto moral para el rebelde que salpica todos los episodios, mientras la serie de ciencia ficción toma un marcado tono noir que se entrelaza a la perfección con el universo presenta.

Altered Carbon

Ciencia ficción

La factura de 'Altered Carbon' es de lo más sorprendente que se ha dejado ver en la pequeña pantalla en los últimos tiempos. Lejos de las series de ciencia ficción que se molestan más en insinuar que en mostrar para tapar un presupuesto claramente insuficiente, 'Altered Carbon' busca lucirse con la recreación de una ciudad futurista que recuerda muchísimo a 'Blade Runner'. Igual que no escatima en efectos especiales, las espectacularidad en las escenas de acción merecen visionados y revisionados. También despliegue en el casting, con Kinnaman a la cabeza.

Debo confesar una debilidad absoluta por Kinnaman, que desde 'The Killing' se ha convertido en un fetiche, y también en lo único salvable, junto a Margot Robbie, de 'Escuadrón Suicida'. Aquí, Kinnaman vuelve a tomar el tono sobrio y la mueca torcida, para dar vida a un tipo duro tremendamente inteligente. De igual forma, Chris Conner, que interpreta a una inteligencia artificial de actitud victoriana, se convierte en su carismático ayudante. Igualmente correcta está Martha Higareda, con el típico papel de agente de policía en pleno debate ético sobre el deber y lo que debe hacer.

Altered Carbon

James Purefoy también se lleva buena parte del protagonismo, desplegando la excentricidad del hombre poderosos que tantas veces hemos visto. Sin grandes alardes a la hora de construir su personaje, es de lo menos destacado del casting principal.

Así, 'Altered Carbon' es una serie de confabulación, giros, y muertos en el armario, compuesta de múltiples capas de interés interrelacionadas entre sí. En un plano de contexto dibuja una reflexión sobre el cuerpo y la identidad, que da lugar a una capa más concreta sobre la filosofía de la ciencia. Todo, a su vez, se presenta como una historia de ciencia ficción noir, que permite ramificación en tramas de infidelidad, corruptela, y buenas dosis de acción especialmente bien rodadas.

Sobre los cuerpos

Sin embargo, y en el fondo, 'Altered Carbon' permite una reflexión sobre los cuerpos. El cuerpo como ente indisoluble del alma, y como herramienta prioritaria para la construcción de la identidad. O el cuerpo como elemento reflexivo y expresivo. 'Altered Carbon' fantasea con la idea de que cuerpo y esencia son entes divisibles, como si acaso pudiesen considerarse algo diferente lo uno de lo otro. Comentan, en un momento dado, que si una persona saltar entre muchos cuerpos diferentes termina padeciendo un trastorno; pero, este particular se afronta de manera muy superficial.

En los últimos días el feminismo ha puesto en primera línea un debate sobre los cuerpos y las identidades a través de la reflexión sobre la mujer trans. Una reflexión que muestra lo importante que resulta el cuerpo para el autoconcepto, así como para la conceptualización que de nosotros se hace desde fuera. Sin embargo, la serie esquiva esta aspecto del análisis sobre los cuerpos y lo simplifica bajo ideas dualistas, perdiendo una oportunidad de oro en este camino.

Altered Carbon

No obstante, pensando en lo que la serie es, más que en lo que deja de ser, analiza el cuerpo en un sentido estético. La belleza es el rasgo más genuino de éxito en sociedades occidentales. El USS Calister de 'Black Mirror' ofrece una buena muestra: el talento de

Robert Daly (Jesse Plemons) quedaba ensombrecido por una apariencia y dotes sociales muy pobres. Si miramos a nuestro alrededor, cualquier ejemplo de éxito en la vida pública lo es, en primer lugar, por un atractivo físico sobresaliente. Con esa idea Kalogridis muestra una estratificación social aterradoramente familiar.

'Altered Carbon' es, por ello, una serie rabiosamente vigente, y ahí radica su éxito. Recoge el testigo de la mejor ciencia ficción clásica, con el empeño de transmitir un mensaje relevante. Además de todo ello, logra ser una serie espléndida en sus aspectos formales.

Conclusión

Con la ambición de enmarcarse en el nivel de mayor reconocimiento entre las series de culto actuales, 'Altered Carbon' no escatima en escenas de acción descarnadas, ni en lo explícito de las relaciones sexuales. Sin embargo, por momentos se olvida de ese tono profundo que intenta imprimir en cada capítulo, y deja lugar al cliché del thriller de peor factura. En la construcción de su contexto y temas nucleares se encuentra su elemento más interesante, ya que el desarrollo del crimen a resolver no resulta tan asombroso como cabría esperar, pecando, no tanto de predecible como de poco original. Sin embargo, es necesario irse a las costuras de 'Altered Carbon' para señalar estos errores, ya que, en términos generales, es de lo más interesante que se ha dejado ver en los últimos tiempos.

8,0

Lo mejor:

- Interesante en lo que cuenta.

- El casting elegido.

- La factura y efectos especiales.

Lo peor:

- El crimen que guía la historia es poco interesante y sorprendente

- Anticipa con mucha preparación momentos de clímax que luego nunca llega a explotar.

- Los personajes son algo genéricos.

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