'XCOM' y el enemigo desconocido en los videojuegos - La Columna

OPINIÓN

Por Álex Pareja

El 21 de Febrero 2016 | 10:12

Los videojuegos suelen tener una estructura básica a la hora de generar y mostrar a sus enemigos, pero hay casos donde las reglas cambian.

Los enemigos en los videojuegos son una pieza fundamental y básica. En todas las obras suelen seguir una estructura piramidal muy concreta: esbirros, esbirros un poco más fuertes, esbirros fuertes, jefes de los esbirros, jefes de los jefes de los esbirros, jefes muy jefes pero que no llegan a ser el mega jefe final, que sí suele ser el más poderoso. A esto luego podríamos incorporarles más o menos personalidad, profundidad o identidad. Pero casi siempre es así.

Depende mucho del género de juego, ahora que cada vez hay más diversidad, pero en general son elementos sencillos. Cuando te encuentras a un enemigo en un escenario sabes que tienes que acabar con él, porque es lo que la propia naturaleza del videojuego te pide. Sabes que debes utilizar las mecánicas propias de la obra, utilizando tu habilidad, para poder progresar ante esos desafíos planteados.

Desde prácticamente el principio de los tiempos lo estamos observando en diversos videojuegos y géneros. 'Space Invaders' ya contaba con enemigos que debíamos destruir, basando todo el concepto de juego en ello. De distinto color, hostiles y fácilmente identificables, tampoco han cambiado tanto a lo largo de los años. En 'Super Mario Bros', los increíbles diseños de niveles también mostraban al jugador a los enemigos, a los que sabías que debías derrotar en caso de que no quisieras que hicieran lo propio contigo.

Super Mario World

Es un lenguaje universal y el propio medio, tan ligado en muchas ocasiones a la acción y a la habilidad con el mando desde el principio de sus tiempos, convierte a los enemigos en una pieza básica. Pero claro, hay muchas maneras de mostrarlos dentro del juego. Hay también diversas formas de mostrar al jugador qué son, cómo son y qué debemos hacer para acabar con ellos.

Si volvemos a esa pirámide inicial, comprobaremos que dependiendo del nivel en que encontremos a uno de esos enemigos será más o menos difícil derrotarlo: un esbirro básico necesitará un golpe, un salto encima o cualquier otra mecánica sencilla. Cuanto más vamos avanzando más complicados o peligrosos se vuelven, mostrándoselo al usuario a través de sus colores, tamaños o personalidad. De un vistazo, el jugador debe saber cómo va a ser ese enemigo cuando se tenga que enfrentar con él.

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