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El devenir de Xbox: pasado, presente y futuro

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El devenir de Xbox: pasado, presente y futuro

Fco Javier Castro Por Fco Javier Castro

El 18 de Noviembre 2019 | 12:00

La trayectoria de la marca Xbox ha sido una montaña rusa. Hoy quiero analizar dónde se ubica la división y qué resultados puede arrojar sus movimientos de cara al futuro.

El mercado del videojuego es muy diferente de otros que tocan direccionalmente la rama del ocio. Es más caprichoso, volátil y perecedero. En un momento estas en la cresta de la hola y en otro te encuentras surfeando una tormenta negativa que te lleva a ser el patito feo que nadie quiere a su lado. La historia nos ha enseñado que para fidelizar los usuarios tienes que darle algo más que simples productos de consumo. Aquí no vale con llegar y esperar que te alcance el éxito. Se necesita cierto tacto y cariño, cierto mimo, un acercamiento, e incluso el conocimiento de lo que un jugador quiere o necesita para disfrutar de los videojuegos. Si dirigimos la mirada a una de las grandes, y hablo concretamente de la marca PlayStation, y si somos observadores, podemos divisar este mismo procedimiento a lo largo de los años. Y es que Sony es y ha sido la marca que más y mejor ha sabido aprender cómo se consigue el éxito en el mercado de los videojuegos. A veces lo ha hecho improvisando sobre la marcha y otras a base de hostias. Sony supo interpretar el mercado cuando se adivinaban cambios, como por ejemplo armarse de buenos estudios para producir producciones propias en un momento que el mercado apostaba por la multiplataformidad. Supo administrar los tiempos y sobre todo supo adivinar qué era o qué querían lo usurarios.

Don Dinero, no siempre lleva usted la razón

Pero hoy estamos aquí para hablar de Microsoft y el rumbo que la multinacional ha tomado para afrontar el futuro. Para ello, me gustaría hacer un resumen de los pasos tomados por esta mega corporación, sobre todo cuando decidió empezar a competir en el mercado de videoconsolas de sobre mesa. Y es que Microsoft venía de hacer sofware mucho tiempo antes de liarse la manta a la cabeza y embarcarse en la misión de desembarcar en un mercado bastante establecido donde otras ya dominaban los tiempos. Ese paso se realizó cuando Sega, empresa que venía de fracasar después de que Dreamcast obtuviera unas ventas irrisorias, anunciara que se retiraba del mercado del hardware y daba el paso a la producción de sofware para terceros. Ya entonces Microsoft había tenido una pequeña alianza con Sega, tanteando el terreno para su incursión en el mercado de las sobremesas. Y aquí fue cuando se encontraron que en realidad no tenían ni idea de cómo proceder. Sí, Microsoft adquirió en aquel momento alguna desarrolladora para que les publicara en exclusiva, como Bungie, que más tarde se traduciría en uno de sus mayores éxitos en toda su carrera, 'Halo'. En aquellos años Microsoft irrumpió en el mercado como un elefante por una cacharrería, haciendo más ruido que otra cosa (un fallo que previsiblemente está cometiendo también Google con Stadia) y sin cosechar grandes resultados. Por culpa del desconocimiento, decidieron apostar por una máquina que era extraordinaria en números de computación pero ultra cara de producir en masa. El propio Bill Gates en persona demandó que su máquina debía ser un monstruo. Por su puesto, la reacción del mercado no fue la esperada y la primera Xbox cosechó malas ventas, algo que obligó a Microsoft a reducir el precio y malvender la máquina con pérdidas. Los primeros años de la marca Xbox fueron un agujero negro de ingresos que dejaron la cartilla en rojo.

Xbox

Con la llegada de la siguiente generación, Microsoft apostó por una máquina muy capaz, con una estructura tecnológica avanzada que debía aguantar el envite del tiempo. También por la adquisición de algún estudio extra, por el online, y por la estrategia de conseguir la multiplataformidad de terceras compañías a toda costa. Los resultados no tardaron en llegar y la marca Xbox se ganó el cariño de millones de jugadores. Las prisas, no obstante, no son buenas compañeras de viaje y aquello los condujo a producir un hardware defectuoso que llevó a la muerte a cientos de miles de Xbox 360 con las fatídicas luces rojas. Digamos que el arranque de Xbox 360 fue una victoria a medias. La plataforma consiguió atraer la atención de las compañías ajenas para que decidieran publicar sus producciones en Xbox, y también la atención de muchos nuevos clientes. Con Peter Moore a los mandos de la división, el dinero invertido fue a parar en desarrollos exclusivos pedidos a dedo a compañías externas, lo que se tradujo en pan para hoy y hambre para mañana porque muchas de esas producciones no verían jamás secuelas, y muchas otras acabarían siendo multiplataformas, lo que dejaría a la marca algo huérfana en cuanto a IPs propias se refiere. Así pues Xbox se cimentó sobre tres o cuatro franquicias de éxito, mientras la competencia se reforzaba en producciones propias y estudios internos.

Cambios en el mercado, hiendo siempre a la cola

A mediados de generación, Nintendo daría el campanazo con Wii y sus sensores de movimiento. Más o menos en esa época la división Xbox sufriría algunos cambios internos como el mandamiento a presidente de de Don Matrick y la marcha de Bungie, entre otras cosas. Lo que condujo a la compañía a una época oscura donde se apostaría por la casualización de los juegos, la creación del infame Kinect y la repetición hasta la saciedad de sus sagas más consagradas, produciendo estancamiento y agotamiento por igual. Para Microsoft, como compañía, fue un acierto porque se revitalizó las ventas por un breve periodo de tiempo, pero para los jugadores...ains, creo que ya he mencionado anteriormente lo caprichoso que es le mercado. Xbox 360 tuvo un final nefasto de cara a los usuarios, que no recibieron bien la nueva dirección tomada por la compañía. Con la llegada de la siguiente generación, equivocadamente, Microsoft quiso continuar con la misma estrategia, y aquí fue cuando empezó el debacle para la marca Xbox.

Xbox 360

Xbox One salió al mercado siendo un fracaso que se adivinaba anticipado, apostando por Kinect y dejando que fueran otras compañías las que se encargaran de crear el sofware que debía nutrir su catálogo. Además lo hizo con el handicap de ser más cara que la competencia directa así como menos capaz a nivel computacional, llevándose las peores versiones de los juegos. Así pues los títulos pedidos a terceras compañías no tenían la ambición ni la envergadura que la marca requería. Xbox había montado entonces dos estudios para que le desarrollaran sus dos sagas más consagradas, 'Halo' y 'Gears of War', pero esos estudios requerían un tiempo de adaptación y tardarían un tiempo en ofrecer resultados. Además la división Xbox se había centrado en los juegos servicio y prácticamente todas sus producciones estaban enfocadas al online. Y no podemos dejar de mencionar que había perdido el favor del mercado japonés, y que muchas producciones de dicho mercado no llegaban a la plataforma.

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