EXPERIENCIA
De cañas hablando de narrativa y videojuegos - La Zona
El pasado martes, Outconsumer tuvo a bien invitarme al que sería su primer hangout después de un breve parón. Pero, ¿y yo qué pintaba ahí?
Imaginemos que llegas a un bar. De repente, lo que parecía ser una noche aburrida y, quizás, un tanto taciturna apoyada en una barra mugrienta, se convierte en algo totalmente distinto: encuentras gente con la que hablar. No me refiero a conversar por conversar, sino a disfrutar del más puro intercambio de ideas. Tener la oportunidad de disfrutar de personas de las que puedes aprender algo.
Eso es, aunque explicado de una forma, quizás, un tanto metafórico, lo que pasó en el primer hangout de Outconsumer, dedicado a narrativa y videojuegos. Charla que, por cierto, os dejo por aquí.¿Quién es "Kris"?
No me considero una experta en nada, y menos en el ámbito del videojuego. Mis estudios, que creo que alguno se lo preguntaba en los comentarios durante la charla ("¿Quién es esa Kris?"), están dedicados a la carrera de Periodismo. El interés que le profeso a esta industria está basada en el nexo que he encontrado entre el periodismo y el videojuego: la comunicación, la capacidad que tiene un producto como es el videojuego para transmitir una idea, una visión, un enfoque, un mensaje.Mi aparición en el hangouts organizado por Outconsumer fue debido a una colaboración que realicé con Carlos Coronado en el juego para realidad virtual, Annie Amber, y a una posterior charla que di en la Universidad de Barcelona (ENTI) sobre narrativa ambiental. Ese juego, por motivos que explico en la charla, requería un tipo de narrativa muy sutil y, como amante de este apartado del videojuego, no dudé un ápice en ponerme a prueba a mí misma y dar lo mejor de mí para estructurar su narrativa. Pero eso, por supuesto, no me convierte en una experta. ¿O sí? A saber.
Explico todo esto porque quería agradecer la oportunidad que se me brindó el pasado martes. Sin ser una experta, sin tener un nombre en la industria y sin mayores aspiraciones que tratar de hacer mi trabajo lo mejor posible, me invitaron a ir a charlar de videojuegos. Como si fuera una más. Cuatro personas apoyadas en la barra del bar y discutiendo sobre si los gramófonos de 'BioShock Infinite' los queremos o los odiamos. Magia.
Pero lo más importante no fue el hecho de que me invitaran. Lo mejor fue poder estar ahí presente, aprendiendo de tres (ya) compañeros de profesión y pudiendo preguntar, cuestionar y opinar, con lo poco que sé, de este sector que tanto nos apasiona. No siempre se tiene la suerte de poder charlar así con expertos, como si estuviéramos en la barra de un bar.
La pregunta que resta es...
¿Disonancia ludonarrativa sí o no?
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