REMASTERIZACIÓN MERECIDA

Análisis de 'Quake' para PS4, los clásicos nunca mueren

El gran título noventero de id Software recobra vida con una gran remasterización que no sólo se convierte en la versión definitiva para disfrutarlo, sino la plataforma ideal para campañas adicionales.

Por Daniel G. Astarloa 11 de Septiembre 2021 | 13:00

Dejemos algo claro. 'Quake' es una obra maestra que jamás va a ser igualada. Su importancia en el género del First Person Shooter es indiscutible: si 'Doom' servió como punto de incepción de ellos, 'Quake' lo popularizó. Y pese a su papel el tiempo ha hecho que olvidemos su importancia.

Menos mal que aquí está Bethesda para rescatar nuestra memoria. La compañía se ha decidido a sacar a relucir lo mejor de id Software desde que adquirió a la desarrolladora, desde la fantástica saga 'Wolfenstein' hasta las obras maestras de los recientes 'Doom'. Pensándolo con algo de retrospectiva era lógico que 'Quake' no estuviera mucho más lejos. Y lo que hemos recibido no es lo que deseábamos muchos, pero lo que merecemos antes de lanzarse a una nueva entrega.

La remasterización de 'Quake' ha salido para todas las plataformas nada más surgieron rumores sobre su desarrollo. El trabajo que ha hecho Nightdive Studios convierte esta la forma superior de jugar el título original, e incluso lo actualiza para que enganche a nuevos jugadores.

Cien profecías te predijeron

Al igual que las otras obras de id Software, 'Quake' no se detiene en explicarte nada de su trama. Comienzas partida y de inmediato se te pone al mando del protagonista, escopeta en mano y hacha en la espalda. Eres invitado a seleccionar una dificultad a través de un pasillo más o menos violento y, tras ello, a elegir cuál de sus cuatro capítulos jugar primero en un pequeño hub. Ya es más presentación que el primer nivel de 'Doom'.

La trama de 'Quake' es una excusa para adentrarte en castillos medievales, complejos futuristas y cuevas eldritchianas sin complicarse en explicaciones. Demonios han invadido tu mundo y para salvarlo necesitas hacerte con cuatro runas mágicas que te llevarán al origen del mal. Eso es todo, buena suerte en tu viaje. Cada uno de los capítulos usa un ambiente diferente para contextualizarse, y la clase de enemigos que se te crucen responde a la dimensión que estás invadiendo.

Estos evolucionan hacia lo que es la deformación del caos a medida que avanzamos. De los caballeros medievales corrientes pasamos a los soldados con metralletas láser del futuro; nada demasiado raro en ninguno de ellos. Pero tu primer encuentro con un shambler es difícil de olvidar. Un monstruo sin ojos, de largos dientes, garras puntiagudas, sangre en los labios y tres metros de altura. Acércate a él y sus puños te aplastarán sin piedad; aléjate y te electrocutará con su magia maldita.

Tras él la pesadilla del protagonista no hace más que expandirse. Le siguen los scrags, criaturas sin brazos que vuelan con el deseo de escupirte veneno a la cara. Los vore son peores, humanos semi arácnidos que te lanzan sus propias runas explosivas para no dejar rastro de ti. Tal vez la prueba de tu descenso a la locura viendo estas bestias esté en Shub-Niggurat, el origen de todo el mal. Es difícil descibir semejante monstruosidad: un monstruo digno de H. P. Lovecraft.

Destroza y desgarra

Si hay un sentido en la narrativa está en el diseño de niveles. Es casi mágica la sencillez con la que los programadores de id Software podían desatar su creatividad en los diferentes niveles de cada uno de los cuatro capítulos de la campaña base. Sabes en qué clase de pesadilla medieval o distopía cyberpunk estás con sólo girar la cámara un poco. Incluso sin los enemigos por el mapa es fácil de echar un vistazo a una captura y saber a qué capítulo pertenece si ya has jugado.

Esto se debe al gran ingenio de los diseñadores del título original. Romero, McGee, Petersen; sus nombres pasan directos a las páginas de la Historia del medio. Cada nuevo nivel por el que pasamos tiene secretos si somos lo suficientemente ingeniosos para descubrirlos, y para sorpresa de todos perderse no es tan fácil como en otros FPS de la época. Sólo uno o dos niveles de la recta final carecen de la capacidad para dejarse leer por los jugadores y que se orienten con facilidad.

Además de esta sencillez e ingenio en los niveles tenemos también un gran número de desafíos con los que retar al jugador de forma efectiva. Los diseñadores colocan trampas y sorpresas por todas partes, pero la mayor parte de las veces no son trucos sucios para alargar la vida del juego. Podemos sobrevivir a ellas, aprender de nuestro entorno y prepararnos de antemano para lo que se acerca.

Lo que no tenemos tan fácil es la lucha contra los enemigos. Los mapas se diseñan en base a cuántos de estos podemos echar abajo al mismo tiempo teniendo en cuenta el campo 3D en el que nos movemos. El original no podía abusar de un número excesivo de monstruos en pantalla así que debía hacer cada enfrentamiento un proceso táctico, que se diera su tiempo y con armas no tan poderosas como las de Doomguy. Esa perfección táctica se pierde en las expansiones.

Más dimensiones a tu alcance

Una remasterización de 'Quake' no podía quedarse con sólo ofrecernos su campaña base y darse por satisfecha. El trabajo que Nightdive Studios ha hecho aquí es muy superior al que vimos en las remasterizaciones de los dos primeros 'Doom', pero sigue teniendo como base la idea de ofrecer estos juegos como plataformas para el futuro. Aquellos títulos se actualizaron con casi una decena de mapas adicionales; 'Quake' va más allá.

El juego de por sí trae los cuatro capítulos base más las expansiones oficiales 'Scourge of Armagon' y 'Dissolution of Eternity'. Lejos de conformarse, incluye también dos expansiones extra desarrolladas por Machine Games, 'Dimensions of the Past' y 'Dimension of the Machine', este último totalmente nuevo. En total once capítulos completos con cuatro modos de dificultad. Y por supuesto que no es suficiente. Podemos descargar dentro del propio título el complemento 'Quake 64', que sí, emula el juego tal y como se pudo disfrutar en la plataforma de Nintendo.

La mejor parte es que esto es sólo la punta del iceberg. Nightdive tiene la intención de seguir el mismo camino que hizo con los 'Doom' e ir añadiendo más expansiones de los fans al título en su apartado de complementos. Incluso podríamos ver más mapas multijugador y disfrutar de la experiencia competitiva a la vieja usanza con algunos amigos. Y sumad que el cooperativo es existente para todos los mapas actuales.

Eso sí, no podemos juzgar esa posibilidad desde el momento presente. Tendremos que esperar meses para ver esos extras, si es que alguna vez llegan, y cómo encajan con respecto al resto de las campañas. Una hoja de ruta sería fantástico para saber qué podríamos esperar. Por suerte con un vistazo por Internet podemos ver que opciones no faltan, pues el motor gráfico que desarrolló id Software para este título dio lugar a una comunidad llena de pasión y creatividad.

Conclusiones

Quizás no tengamos un juego nuevo de 'Quake' en un tiempo, pero esto es muy válido para aguantar unos años más. El juego ha alcanzado el nivel de atención y cariño que merecía con una remasterización semi perfecta en su planteamiento. Las expansiones oficiales de Machine Games son lo que todo fan del original pedía a gritos, lo más cercano a una secuela directa. Y todo este pack viene a un precio casi regalado. No faltan razones para volver a disfrutar de esta obra maestra de su época.