Última hora 'OT 2025' prescinde de Buika y anuncia al nuevo jurado con el fichaje estrella de Leire Martínez

Análisis de 'Pipistrello and the Cursed Yoyo', posiblemente el mejor metroidvania de 2025

MUCHO MÁS QUE UN HOMENAJE

Análisis de 'Pipistrello and the Cursed Yoyo', posiblemente el mejor metroidvania de 2025

Marco Gonzálvez Por Marco Gonzálvez

El 6 de June 2025 | 09:00

Los brasileños del estudio Pocket Trap han manufacturado una pieza de pura nostalgia inspirados por los juegos de Game Boy Advance y las series de animación de nuestra infancia, no sin aportar muchísima de su personalidad a la que es su obra más ambiciosa hasta la fecha.

En más de una ocasión he contado aquí que uno de mis subgéneros favoritos a la hora de disfrutar de los videojuegos es 'A Short Hike', siendo para mí el mayor exponente de esos juegos con pequeños mundos abiertos, despreocupados, cómicos y cuyo objetivo principal es hacerte sentir bien combinando personajes agradables, entornos bonitos y pequeñas historias de situaciones cotidianas. No en vano algunos de los juegos que más me gustaron el año pasado fueron 'Little Kitty, Big City', 'Tiny Terry's Turbo Trip' y 'Thank Goodness You're Here!'.

Y si bien la tranquilidad es lo que más se busca en este tipo de propuestas, sí que en ocasiones he deseado que fueran un poquito más desafiantes o tuvieran una profundidad jugable más interesante. O al menos que existiera algún juego que combinara lo disfrutón con cierta necesidad de jugar concentrado más que con la mente en blanco. Ahora gracias a Pocket Trap he podido disfrutar de la fusión perfecta de estas cualidades en 'Pipistrello and the Cursed Yoyo', un título que va a ser peligrosamente fácil que sobrevuele el radar de muchos jugadores sin que lleguen a prestarle la atención que sin duda merece.

Un viaje al pasado con los avances del presente

Cuando los desarrolladores intentan rendir homenaje a los videojuegos de su infancia pronto se recurre a la frase "este es un juego clásico de Nintendo como si lo hubieran hecho en 2025" y rara vez se consigue estar a las alturas de estas palabras. Y la verdad es que palabras muy parecidas ha usado en entrevistas y declaraciones Henrique Caprino, producto y cofundador de Pocket Trap, en más de una ocasión. La diferencia es que después de pasar muchas horas jugando a 'Pipistrello and the Cursed Yoyo' puedo afirmar que hablan con conocimiento de causa.

El sentido del humor está presente en cada situación y personaje que encontramos.El sentido del humor está presente en cada situación y personaje que encontramos.

La premisa central de este juego es simple, infantil y estrafalaria como podría serlo la trama de una serie de Cartoon Network; controlamos al joven Pipistrello, el menor de una familia rica que controla el suministro energético de una ciudad en la que se han convertido en leyendas, a pesar de que sus precios abusivos y su monopolio ha llevado a la ruina a otros magnates, quienes buscarán venganza contra la familia de nuestro protagonista obligándole a recuperar su predominio cuando él tan solo es un niño que sueña con llegar a lo más alto en el mundo del yoyó.

Y es precisamente el yoyó que ocupa un lugar en el título del juego y que se presenta como nuestra única arma durante toda la aventura, uno de los elementos más importantes a la hora de imbuir en este pastiche de referencias y homenajes una personalidad verdaderamente única. En no pocas ocasiones 'Pipistrello and the Cursed Yoyo' me parece la versión en 2D de uno de mis plataformas 3D favoritos de los últimos años, 'A Hat in Time'. El motivo es la importancia que las mecánicas del juego dan a la movilidad. En un juego de vista superior al más puro estilo Game Boy Advance hay que darle un par de vueltas a la cabeza para hacer algo diferente o al menos divertido en lo que a puro plataformeo se refiere. Esto es algo que Pocket Trap ha resuelto con muchísima solvencia, pues con el yoyó podemos hacer todo tipo de trucos usándolo para lanzarnos hacía ganchos e impulsarnos después, dejándolo girando en el aire para usarlo como plataforma para superar obstáculos, atarlo a engranajes para que los haga girar moviendo plataformas, hacerlo rebotar sobre las esquinas de los niveles para llegar a sitios inaccesibles y mucho más.

Los combates en algunas ocasiones pueden ser todo un reto.Los combates en algunas ocasiones pueden ser todo un reto.

Lo ingenioso y disfrutable de las mecánicas de movimiento solo está igualado por las de combate, pudiendo usar también un buen puñado de movimientos distintos, teniendo que adaptarnos a las características únicas de cada tipo de enemigo y obligándonos a estar concretados en la mayoría de enfrentamientos, pues al principio del análisis hablaba de la necesidad de encontrar un juego que ofreciera cierto desafío y en 'Pipistrello and the Cursed Yoyo' nada es un simple paseo. Tanto en los combates como en las zonas de plataformas el juego obliga a medir cada movimiento dado que en casi toda la aventura tendremos muy poca salud y habrá muchos peligros en pantalla.

La progresión en el título tiene lugar en varios apartados y todos ellos están medidos con precisión para aportar algo a ese desafío general al mismo tiempo que vamos obteniendo recompensas y mejoras que nos hacen querer seguir adelante. Algo que muchos podrían considerar injusto es que cada vez que morimos perdemos dinero y vamos a morir mucho, lo que significa que vamos a perder mucho de ese dinero tan necesario para adquirir mejoras. El truco aquí es que Pocket Trap ha buscado la forma de penalizarte por morir pero sin dejarte totalmente desamparado.

Visualmente destaca tanto en la dirección de arte como en el trabajo de animación.Visualmente destaca tanto en la dirección de arte como en el trabajo de animación.

Una de nuestras aliadas en el refugio que sirve como base para nuestro protagonista venderá unas mejoras con ciertas condiciones. Básicamente aceptaremos un préstamos a cambio de una mejora, mientras debamos dinero de ese préstamo tendremos que lidiar con algunos efectos negativos como tener menos vida, que los enemigos no suelten duración o tener menos espacio para equipar mejoras. El giro de este sistema es que el préstamo se va cobrando a medida que cogemos dinero, de modo que siempre el 50% de las monedas que recogemos se va a parar a saldar nuestra deuda. Esta es una solución brillante para que la sensación de progresión sea continua, porque aunque muramos y perdamos dinero, parte de lo que hayamos conseguido ya ha ido destinado a pagar una mejora permanente, de modo que podemos morir sin parar que poco a poco habremos conseguido una mejora de salud, de daño, potenciar una habilidad o ganar cierta inmunidad al daño.

Detalles como este sistema de progresión hacen que 'Pipistrello and the Cursed Yoyo' sea algo más que el enésimo juego inspirado por las aventuras clásicas de Game Boy sin demasiado que aportar. Pero es que si nos salimos de lo puramente mecánico el juego sigue siendo una experiencia extraordinaria. La ciudad tiene un tamaño considerable y un mundo abierto separado en distritos donde gobiernan cada uno de los jefes finales. Ahora bien, por el camino nos vamos a encontrar minijuegos, desafíos, tareas secundarias, secretos y mucha comedia. A poco que te gusten este tipo de propuestas es bastante complicado no jugar con una sonrisa permanente y por más vueltas que intente darle no he encontrado un solo detalle que no me haya gustado de esta IP original de este estudio brasileño que no consiguió convencerme con 'Dodgeball Academia', pero que se ha ganado mi cariño y mis horas de juego con esta fantástica aventura.

10,0

Lo mejor:

- Jugablemente es preciso, divertido, diferente e inteligente.

- Visualmente está muy cuidado, es bonito y se siente moderno y retro a la vez.

- Puzles y secretos bien diseñados y divertidos de superar y descubrir.

- Sistema de progresión brillante y desafiante a la par que justo.

- La localización al español es perfecta.

Lo peor:

- Sinceramente, nada.

Artículos recomendados