El 3 de May 2025 | 09:00
Los primeros minutos (e incluso puede que casi la primera hora) de 'Bionic Bay' puede no resultar fácil para muchos jugadores. Darle una oportunidad más allá de las primeras impresiones es quizás un acto de fe no por la dificultad de los primeros pasos de este fantásticos plataformas en dos dimensiones, si no porque tarda un poquito más de lo que nos gustaría en arrancar y empezar a enseñar de qué es capaz este proyecto que firma el desarrollador finlandés Juhana Myllys junto al estudio taiwanés Psychoflow Studio, formado únicamente por dos programadores.
Esta aventura no falla ni un solo salto
Lo primero por lo que 'Bionic Bay' puede llamarnos la atención es por lo visual. No se puede discutir lo fresco y atractivo que se siente la dirección de arte de Myllys, quien se ha encargado del diseño tanto del juego, como del apartado artístico. Cada nuevo escenario, pieza de maquinaría, construcción biomecánica o trampa mortal tiene su coherencia en el mundo y tanto la iluminación como las paletas de colores son siempre sobresalientes. Además es fácil olvidar varias veces mientras jugamos que estamos viendo un juego pixel art, pues el estilo es tan diferente y tiene tanta identidad que parece otra cosa totalmente distinta a lo que vemos a diario en decenas de lanzamientos.

Una vez que lo vistoso de los escenarios pasa a estar asumido toca centrarse en si lo que estamos jugando es divertido o, al menos, un poco distinto a cientos y cientos de plataformas que ya puedan haber disfrutado los más aficionados al género y especialmente los que gustan de probar cualquier estreno del estilo por muy indie que sea. Afortunadamente podemos afirmar que estamos ante un imprescindible.
A lo largo de varias pantallas la cosa se va calentando, la dificultad va subiendo gradualmente y se nos van introduciendo mecánicas como la posibilidad de cambiar nuestra posición con la de un objeto cercano, la superfuerza, la inversión de la gravedad o ralentizar el tiempo. Algunas de estas herramientas nos las van dando y quitando a placer para evitar que nos vayamos aburriendo o que nos perdamos a la hora de resolver cada escenario.

Las sensaciones a los mandos son sublimes, 'Bionic Bay' es uno de esos juegos que nos recuerda el placer que se puede sentir al jugar a un plataformas donde el control ha recibido la atención y el cariño que tanto se necesita en este género. Decir que jugar a este título es tan satisfactorio como podría serlo jugar a 'Celeste', 'Super Meat Boy' o títulos un poco menos conocidos pero igual de agradables como 'Spedrunners', '10 Second Ninja' o 'Dustforce'.
Superar los niveles principales nos puede llevar entre 6 y 10 horas dependiendo de nuestra habilidad y reflejos. Una vez completemos la experiencia principal descubriremos que no estábamos más que en un tutorial que nos prepara para algo mayor. No significa esto que el modo offline esté falto de cariño, pues podemos jugar únicamente a esta vertiente del juego y darnos por satisfechos. Ahora bien, si queremos más desafíos el modo online será un gran aliado. Cada día se estrenan niveles nuevos en los que los jugadores de todo el mundo deben competir para alcanzar el primer puesto haciendo el menor tiempo posible. Que este modo sea tan acertado se entiende cuando tenemos en cuenta lo bueno que es el control en 'Bionic Bay', haciendo que los piques con amigos o con otros jugadores sean un reto que apetece aceptar.
Difícilmente se colará 'Bionic Bay' en ninguna de las listas importantes de mejores juegos del año, pero sería un gran error quitarle el más mínimo mérito a este primer trabajo de Psychoflow Studio en colaboración con el veterano Juhana Myllys, pues juntos han conseguido elaborar una experiencia sólida, divertida, desafiante y visualmente memorable. Ojalá este combo vuelva a colaborar en el futuro con nuevos proyectos así de bien rematados.
Lo mejor:
- El control es finísimo y muy divertido.
- Gran variedad de mecánicas, puzles sencillos y plataformas exigentes.
- Visualmente espectacular.
- El modo online consigue que el juego sea casi infinito.
Lo peor:
- El arranque del juego puede echarnos para atrás por no ofrecer nada especialmente atractivo en lo jugable.