MULTIJUGADOR NACIONAL

Análisis de 'HIVE: Altenum Wars', acción espacial frenética

Analizamos 'Hive: Altenum Wars', un indie nacional con un fuerte carácter multijugador.

Por Oscar Martinez 11 de Mayo 2018 | 17:35

Las modalidades multijugador —especialmente cuando hablamos del género MOBA— han conquistado poco a poco el medio hasta hacerse con él casi por completo. Existe ya, incluso, cierto pavor a que los títulos individuales acaben por desaparecer dando paso a las modalidades online. Algo que, si bien títulos como el reciente 'God of War' han puesto en duda, es patente que existen una gran cantidad de títulos destacables para un solo jugador.

Sea como sea, los eSports no solo están ganando terreno, sino que empiezan a acaparar gran parte del espacio. Sin ir más lejos, incluso eventos como Gamelab se han dedicado a investigar el protagonismo de los mismos y en nuestro país empiezan a nacer instituciones relacionadas con los mismos. Por esta misma razón no es una sorpresa que PlayStation Talents nos traiga 'Hive: Altenum Wars'.

De manos de Catness Games (un pequeño y joven estudio nacional) y con el apoyo del ya mencionado programa de PlayStation nos llega un título adictivo y pensado para jugar en compañía. 'Hive: Altenum Wars' abre el mercado al eSport de marca nacional.

Guerras espaciales

En primera instancia —y para todos aquellos nostálgicos del shooter multijugador clásico— 'Hive: Altenum Wars' recuerda a 'Halo' y su imponente apartado online. Su mundo se ambienta en la ciencia ficción espacial y nos lleva a un conflicto generado entre diferentes razas y especies. Así pues, este factor se convierte en uno de los principales reclamos del título, que no escatima en posibilidades.

Para comenzar contaremos con militares humanos, humanos modificados, robots y alienígenas evolucionados. Esto ofrece una gran flexibilidad al título, que nos permite escoger entre los diferentes tipos de personajes garantizando una jugabilidad totalmente variada y con múltiples opciones. Por otro lado, esta misma ventaja se siente desaprovechada en el sentido narrativo del mismo.

Y es que, de forma similar a la que sucedía en 'Manticore: Galaxy on Fire', este conjunto de razas y de sus particulares conflictos —pese a tener un gran trasfondo en las sombras— acaban por tener un peso inexistente en el juego. No resulta muy diferente a lo que ocurre en 'League of Legends', donde cada campeón tiene su propia historia e inquietudes (unas que se pueden ver totalmente alteradas por las elecciones de los jugadores en el campo de batalla) aunque no afecten a su desarrollo. La verdadera diferencia es que en el segundo nos encontramos ante una suerte de —literalmente— liga de leyendas, pero en 'Hive' hablamos de conflictos reales que no llegan a quedar del todo claro. Lo importante, al fin y al cabo, es combatir, aunque no sepas el porqué.

En la variedad está el gusto

Sin embargo, este punto del título es otra de sus partes más destacables. Como decía, la posibilidad de escoger entre diferentes clases facilita una importante felixibilidad al desarrollo de su acción. Cada una de ellas tiene sus particularidades y sus propias habilidades por lo que, al final, no hay ninguna que sea mejor que la anterior o la siguiente, sino que se ajustan a diferentes tipos de jugadores.

Su mayor atractivo es probar clase por clase, no solo para dar con la acertada, sino para saber como controlarlas a todas y poder tener en juego al enemigo. No es tanto como 'Overwatch', donde cada personaje tiene un rol clasificado, sino que cada uno de sus personajes cuenta con unas ventajas diferentes al resto, posibilitando partidas muy variadas.

Sin embargo, así como los personajes se han pensado para contar con ciertas ventajas, también encontraremos su contraparte en cada uno de ellos. Los más pesados funcionarán bien en distancias cortas —especialmente cuando puedes hacer uso de devastadores ataques físicos— mientras que su lentitud será su perdición en fases más anchas si damos con un tirador enemigo. Lo mismo ocurre, por supuesto, con las clases más ágiles. Por lo que, insisto, la verdadera gracia de 'Hive' reside en conocer que personaje es adecuado para cada momento y como hacerlo funcionar.

Acción frenética

A las múltiples posibilidades de 'Hive' se suma su sistema de juego, que rompe con los shooters más clásicos para ofrecer un sistema novedoso basado en los Hexadiums, sus escenarios. Y es que los lugares por los que nos moveremos serán, como su propio nombre indica, algo similar a un hexágono. Así el desplazamiento por ellos nos llevará a realizar todo tipo de acrobacias por los espacios poligonales.

Cada uno de estos mapas se dividirán en diferentes espacios donde poner a prueba a los jugadores, desde pasillos estrechos donde la movilidad se ve reducida hasta grandes espacios rodeados de plataformas donde los desplazamientos aéreos —una de las características del mismo, que nos permitirá movernos rápidamente, y de forma temporal, por el aire— se convierten en algo indispensable para acertar al enemigo.

Así, con esa combinación de elementos, 'Hive' se convierte en un juego frenético donde el enemigos que tenías delante ahora esta sobre tu cabeza y si consigues eliminarlo seguramente estés muerto antes de poder darte la vuelta. Ese es el nivel de la acción en este título de carácter nacional. Rápido, intenso y muy adictivo. Sin embargo su propio sistema juega en su contra al contar con unos modos muy limitados para poder aprovechar su jugabilidad.

En términos multijugador contamos con dos clásicos: batalla por equipos y Rey de la Colina. Mientras que la primera nos llevará a enfrentarnos con otros jugadores (hasta un máximo de cinco por equipo), en la segunda será necesario capturar diferentes zonas rodeadas por el mapa. Insisto, un clásico. En el apartado offline contaremos con las mismas características jugables pero sus posibilidades se reducirán a un único modo supervivencia, donde será necesario acabar con oleadas continuas de enemigos. Algo que se acaba haciendo tedioso y da poco que aprovechar.

A su vez, el modo online cuenta con otra serie de problemas y es que las conexiones son completamente irregulares en favor a las esperas. Y es que, aunque las colas son extramadamente cortas, la partida empieza sin preocuparse por el número de jugadores conectados, pudiendo originarse batallas de dos contra cinco personas. Para más inri, los jugadores pueden salir y entrar de las mismas con libre albedrío por lo que cada partida acaba convertida en un caos de personajes entrando y saliendo. Especialmente cuando tu equipo se reduce en dos o tres personas y el equipo rival aprovecha para hacerte morder el polvo. Hacen falta algunos ajustes en este sentido.

Apuesta sideral

Por otro lado, en su aspecto más técnico, 'Hive: Altenum Wars' no logra resultados espectaculares pero se convierte en algo más que agradable a la vista, más incluso si tenemos en cuenta que hablamos de un título independiente desarrollado por un estudio pequeño.

En lo gráfico contamos con unas características humildes que, si bien realzan la sensación de encontrarnos en un título de ciencia ficción, acaban por resultar demasiado repetitivas, especialmente a nivel de escenarios. Algo que no se siente tanto en su desarrollo de personajes. Algo a lo que, además, se cuenta con un sistema al que su propio estudio ha bautizado como 2.5D. Es decir, que aunque sus personajes se desplazan siempre de perfil —con una constante sensación de trabajar sobre un título de dos dimensiones— el escenario cuenta con su propio relieve, jugando así con la vista humana de forma particular y logrando unos resultados agradables sin necesidad de contar con un aspecto técnico impresionante.

En el sonido 'Hive' peca de contar con un apartado más bien simplón. Si bien la banda sonora acompaña, no realza. Por lo que al final se convierte en una melodía de fondo que no aporta mucho al título. Se echan en falta también más efectos de sonido, especialmente en el frenetismo de la acción.

Gran premisa, pobre ejecución

'Hive: Altenum Wars' parte de una gran premisa. No es de extrañar que cuente con el apoyo de PlayStation Talents. Y es que desde Catness Games han logrado idear un sistema de juego adictivo y divertido. Pero a la hora de la ejecución acaba cayendo en saco roto.

Su sistema offline es apenas inexistente, cuenta con un escaso modo supervivencia clónico que no ofrece nada nuevo y aunque su multijugador es más extenso, dos modos de juego acaban resultando demasiado escasos. A eso se suma las des-funcionalidades de conexión, que convierten las partidas en un ir y venir de gente sin un objetivo claro y unos marcadores que suben y bajan sin entender muy bien que está pasando.

A nivel técnico no nos encontramos con un título sorprendente pero si agradable. 'Hive' es humilde, una obra independiente y de carácter simple, pero que se las idea para innovar y descubrir nuevas formas de funcionar dentro de sus propios límites. En definitiva, no nos encontramos ante un mal juego, pero la forma en que se lleva a cabo arruina su premisa y hace relucir sus problemas. Posiblemente pueda arreglarse con la aplicación de parches, pero tal como está ahora no es más que una sombra de lo que podría haber sido.