El 19 de June 2025 | 11:00
'Kitchen Table' es un videojuego de texto que aborda los distintos sentimientos y situaciones que pueden nacer dentro de una relación no monógama. Tambien es un juego que podríamos resumir en una frase que vi una vez en una camiseta: "las cosas importantes se hablan en la cocina". En esta sala de reuniones cotidiana que gran parte de la humanidad parece haber asumido como el lugar donde se abren los melones (literal y figuradamente), también es donde hablan de sus cosas Jan Dolski y sus alters; ramificaciones hechas carne de las decisiones que el protagonista de 'The Alters' ha ido tomando a lo largo de su vida y que ahora son su única esperanza para sobrevivir al Proyecto Dolly y llevar a cabo la misión espacial más importante de la historia de la humanidad.
Cada decisión que tomas moldea la persona que eres
El último trabajo de 11 bit studios aprovecha algunos de los pilares fundamentales de 'This War of Mine', el primer gran éxito del estudio polaco, para construir sobre ellos un videojuego que coloca tanto peso en los elementos de gestión como en la narrativa y la toma de decisiones que realmente afectan a la trama.
Nuestro "héroe" se ve al principio del juego abandonado en un planeta letal donde la salida del sol supone un reinicio orgánico sobre la superficie ya que pulveriza todo lo que no sea piedra y polvo. Del mismo modo los niveles de radiación son letales por la noche y toda la tripulación a muerto en el aterrizaje, quedando solo un pobre responsable de mantenimiento a cargo de una base rodante de cientos de metros de diámetro y varias toneladas.

La única solución para la supervivencia es aprovechar el valioso mineral que da pie a esa misión suicida, el rapidium, un compuesto capaz de acelerar el crecimiento de la materia orgánica transformando años en minutos. Esto pronto da pie al nacimiento de los alters, clones de Jan Dolski cuyas vidas han sido simuladas en un ordenador cuántico con el único objetivo de darles habilidades útiles para la misión.
Aunque cada alter tenga unas ventajas a la hora de conseguir recursos, investigar mejoras, curar heridas o cultivar comida, lo que otorga un atractivo a estos personajes que va mucho más allá de lo mecánico es lo bien escrito que está 'The Alters', algo que no debería sorprendernos siendo sus creadores quienes son. Personalmente odio los juegos como este, odio la gestión, la tensión y el estrés cuando lo que busco al sentarme a jugar es pasármelo bien, desconectar un poco y si es posible (que no suele serlo) que me cuenten una buena historia o me enseñen algo que no haya visto mil quinientas veces antes. El motivo por el que me acabé de forma obsesiva 'The Alters' es lo irresistible de conocer a cada una de las personalidades de Jan: Lo que les da miedo, los errores que les persiguen, lo que les hace felices o la forma en la que interactúan los unos con los otros. El cariño que se le coge a algunos de los alters y el equipo que forman en comunidad es tal que llegué a llorar durante una escena MUSICAL del juego.

Todo lo dicho hasta ahora tiene relación con lo que ocurre de puertas para adentro en nuestra base, pero para mantener esto en pie hay que salir al exterior y enfrentarse a sus muchos peligros. A la radiación se suman unos "enemigos" a los que habrá que conocer y "derrotar", terrenos que habrá que escalar mientras gestionamos los niveles de radiación a los que estamos expuestos y la energía que le queda al traje. Es necesario construir minas de extracción de recursos y recopilar unos cuantos coleccionables con verdadero valor para desbloquear ciertas situaciones o conversaciones.
La parte de gestión y, en cierto grado, supervivencia se me hizo personalmente muy cuesta arriba durante los primeros pasos del juego. Esto puede pasar fácilmente porque hay que tener materiales para reparar la base, comida para los alters y otras cuantas cosas muy importantes; pero es fantástico lo gratificante que es dominar estos sistemas (que resultarán sencillísimo para quienes tengan más afinidad con el género de la gestión) y automatizar buena parte de la producción y los recursos para poder disfrutar más de todo lo demás.
Entre en 'The Alters' sin haberle prestado el más mínimo interés al juego desde su anuncio, sabiendo que venía de los creadores de unas cuantas licencias que jugué en su momento y vi claro que no eran para mí, todo para descubrir que fácilmente se puede colar entre mis juegos favoritos del año por su sensibilidad, su uso de la ciencia ficción desde un prisma más humano, lo fresco de su propuesta y la extraordinaria actuación de Alex Jordan, quien consigue dar vida a todos los Jans, clavando cada momento de alegría, de tristeza, cada conversación e incluso cantando.
Lo mejor:
- El protagonista y todas sus versiones son unos personajes excelentes, en buena parte por la actuación de Alex Jordan.
- Visualmente muy atractivo y con una gran dirección artística.
- La gestión es dura pero gratificante cuando se domina.
- Los temas que trata la historia demuestra una vez más la sensibilidad de 11 bit studios.
Lo peor: