REVOLUCIÓN ROBOTICA

Análisis de 'Atomic Heart', una de las grandes sorpresas de este 2023

Mundfish se marca un grandísimo shooter con su primer juego y se postula como un estudio a tener en cuenta de cara al futuro.

Por Fco Javier Castro 20 de Febrero 2023 | 12:00

Han pasado cinco lagos años desde que Mundfish, un pequeño estudio ruso que ha ido creciendo hasta alcanzar los 120 empleados, anunciara 'Atomic Heart'. En el ya lejano 2017 el título sorprendía a medios y jugadores por igual por su gameplay y potencia visual, y no fueron pocos los que vaticinaron la llegada de un nuevo 'Bioshock'. Ahora, por fin, ha llegado el momento de comprobar hasta dónde han sido capaces de llegar sus desarrolladores con este prometedor shooter en primera persona, un juego lleno de ambiciones que de un momento a otro se ha convertido en uno de los grandes lanzamientos y más esperados de este año 2023.

La Unión Soviética de los robots

Pongamos un poco de contexto para entender el escenario: 'Atomic Heart' transcurre en un mundo utópico donde la Unión Soviética se desarrolló tecnológicamente hasta ser la élite mundial, y que consecuentemente, logró convivir en paz con el resto del mundo. En este universo, los rusos desarrollaron en cadena cientos de miles de robots que ayudaban al ser humano en las tareas más mundanas, hasta casi sustituir por completo al trabajador medio, lo que permitió a la humanidad dedicarse a menesteres más interesantes y pasionales. Como jugadores, tendremos que manejar a P-3, un ex soldado que sufrió un accidente y desde entonces, no recuerda absolutamente nada de su pasado. Junto a él, nos acompañará una IA llamada Charl-Les, integrada en nuestro guante, que nos permitirá realizar una serie de acciones para facilitar el desempeño en el campo de combate y en la infiltración. Para no entrar en spoilers, solamente diremos que un día todo se descontrola y los robots toman el control de la ciudad de Vavilov. En los zapatos de P-3, nuestro cometido será el de poner fin a la rebelión robótica.

Lo primero que llama la atención de 'Atomic Heart' es sin duda su apartado audiovisual. El título trabaja bajo las bondades del motor gráfico de Epic Games, el Unreal Engine, y muestra un potente apartado gráfico donde se muestra una calidad lejos de cualquier duda. En PS5, que es en la plataforma donde lo hemos analizado, va en una única opción visual, que funciona a 30 cuadros por segundo estables e incluye un sistema de reflejos en tiempo real, algo que podemos presuponer debe ser el famoso trazado de rayos, pero que no estamos del todo convencidos dado que no siempre se aplica a todas las superficies. Ciertamente el apartado visual se muestra muy sólido, pero a su vez se nota una bajada de resolución en exteriores para mostrar una buena distancia de dibujado, evitando el temido poping. Tanto las texturas como el modelado de los enemigos es excepcional, con un nivel de detalle inusual. No obstante, el modelado de los humanos no está tan detallado y en cuanto a la iluminación global, se siente bien, pero las sombras a veces pierden definición y parecen ser precalculadas. En cualquier caso, es un título digno de verse y muy poderoso en lo visual, no solo por la tecnología que utiliza, también por su diseño artístico.

Una de las grandes virtudes de 'Atomic Heart' es sin duda su apartado sonoro, con muchos temas musicales interesantes, tanto en los combates con una composición adaptativa (transición natural), con temas de heavy metal compuestos por Mick Gordon, como por partituras ambientales muy bien desarrolladas y temas musicales más convencionales para las diversas radios que pueblan el juego. Los efectos sonoros están muy bien implementados y lo mejor de todo, el título no solo está completamente doblado al castellano, si no que cuenta con un repertorio amplio de profesionales que han realizado una labor titánica para dar voz a los personajes en uno de los mejores doblajes de los últimos años, con nombres tan sonados como Roberto Encinas en el papel de P-3 o Adolfo Pastor interpretando a Char-Les, entre otros.

Armado hasta los dientes, y un poco más

El sistema de combate ciertamente recuerda al citado 'Bioshock, pero con muchos matices. Por un lado tenemos el propio gunplay, que funciona como el de cualquier otro shooter en primera persona donde debemos apuntar y disparar con un buen repertorio de armas (todas ellas únicas, nada de modelos clónicos cada dos pasos), que además pueden integrar una serie de modificaciones que nos permiten realizar un disparo secundario o incluso añadir elementos como el fuego, hielo o electricidad, así como una suerte de esquives y dashes hacia cualquier dirección. Por otro lado también podemos combatir a melee en intensos intercambios de golpes con los diferentes enemigos, con una amplia gama de armas blancas que van desde hachas hasta mazos compuestos por discos de cortar madera. El sistema en sí es muy satisfactorio; moverte, atacar, disparar, cambiar de arma etc se siente increíblemente bien, antojándose muy sólido. También contamos con el modo sigilo, que será muy útil para infiltrarnos entre las líneas enemigas y acabar con los adversarios de un solo golpe. El sistema en sí funciona bien, y además la IA enemiga nos detectará enseguida que entremos en su campo de visión, por lo que es una herramienta que sin llegar a ser ineficiente, sí es algo irrelevante. No podemos obviar en este apartado los increíbles combates contra jefes, los cuales no solo son impresionantes a nivel visual, si no también jugable, suponiendo combates muy exigentes que nos obligarán a utilizar todos nuestro reflejos y todo el arsenal que tengamos a mano. Debemos hacer especial honor a los dos últimos enfrentamientos, que son difíciles y un espectáculo en todos los sentidos.

El elemento de las habilidades del propio guantelete es el segundo pilar en el que se apoya 'Atomic Heart' en el combate, el cual nos permitirá una serie de acciones ofensivas que actúan sobre la gravedad, los elementos electricidad y hielo, o la expulsión de una sustancia polimétrica que facilita la conducción de elementos para hacerlos más eficientes y con la que podemos jugar para crear trampas o estrategias contra grandes multitudes de enemigos. Para poder desarrollar estas habilidades debemos conseguir una serie de elementos u objetos y canjearlos en unas máquinas expendedoras, por lo que 'Atomic Heart' no posee un sistema de experiencia en sí y la construcción del personaje se basa en la exploración y recolección de ítems. En el combate, podemos combinar como queramos el armamento y las habilidades para conseguir varias configuraciones y, debemos añadir, que todo mezclado se siente extraordinariamente bien: los chicos de Mundfish ciertamente parecen haberse inspirado en 'Bioshock' para replantear los enfrentamientos, pero lo han llevado más allá, por lo que es todo un placer congelar a los enemigos al tiempo que electrocutamos a los adversarios voladores, o bien los aplastamos contra el suelo con la gravedad y todo ello sin dejar de disparar o golpear, haciendo fintas para esquivar los ataques. El sistema de combate es sencillamente brillante.

Crea una leyenda del combate a tu gusto

El desarrollo de personaje está compuesto por varios árboles de habilidades que potencian los ataques del guantelete, pero que a su vez nos permiten adquirir habilidades pasivas que incrementan nuestra barra de salud, resistencia a ataques elementales, protección ante los golpes o expansión de barra de energía, completamente indispensable para utilizar ciertas armas. Como norma general, estas mejoras se pueden adquirir a través de máquinas expendedoras, que suelen encontrarse en salas seguras, pero también en la superficie de la ciudad de Vavilov. Lo interesante de este aspecto es que podemos configurar como queramos el desarrollo de personaje, ya que en 'Atomic Heart' podemos reciclar todo el armamento o habilidades para invertirlo en otra cosa, por lo que nunca perdemos recursos en el proceso. Esto permite cambiar la forma de jugar en cualquier momento de la aventura y experimentar con nuevas configuraciones, así como armamento, por lo que no existe una única forma de jugar. Nosotros creemos que esto le da un plus a la jugabilidad y consigue que queramos cambiar continuamente para probar cosas nuevas.

Como decíamos, para desarrollar el personaje es obligatoria la exploración en busca de ítems, y esto implica saquear todo aquello que podamos, desde muebles hasta los enemigos, y para ello contamos con dos herramientas muy útiles como son la absorción de objetos con el guantelete (al más puro estilo de 'Luigi's Mansion'), por lo que no tendremos que estar seleccionando qué queremos recoger, y la visión translúcida térmica, que nos permite verificar qué objetos tienen ítems para recoger, así como advertir dónde se encuentran los enemigos, incluso a través de las paredes. Esta visión, además, remarcará cosas de importancia en el escenario circundante, como máquinas expendedoras, puntos de guardado (el juego posee pocos autoguardados) y líneas que conectan una cámara con la centralita.

Un mundo peligroso, pero exquisito

El esquema para el mundo de 'Atomic Heart' se centra ante todo en los niveles con diseño laberíntico y repleto de atajos, más como si tuvieran la función de niveles dentro de un shooter tradicional, en el que debemos avanzar desbloqueando accesos con permisos, con diseño horizontal y trasversal. El título adjunta a su diseño jugable una gran cantidad de rompecabezas que acompañan una aventura más tradicional de lo que en realidad parece, por lo que estos niveles estarán divididos entre los propios combates y una serie de retos en forma de puzles cada pocos minutos, todo ello siguiendo el avance de la trama y repleto de líneas de diálogo.

Lo que nos lleva a hablar del mundo abierto de 'Atomic Heart'. Ante todo, debemos señalar que no es un título de perfil open world ya que se centra principalmente en la historia y esta transcurre dentro de localizaciones cerradas como las que hemos mencionado. El mapeado de mundo abierto no es excesivamente grande y la ciudad de Vavilov está compuesta de áreas donde los enemigos campan a sus anchas. En algunas localizaciones serán los robots los que imperen su ley mientras que en otras serán los mutantes (humanos que han sufrido terribles experimentos) los que caminen libremente. Sin llegar a ser un mundo abierto per-se, ofrece retos para poder alcanzar los puntos de interés, como instalaciones de experimentación o las ubicaciones de la historia. 'Atomic Heart' no posee un sistema de misiones opcionales, si no que se centra en estas bases de experimentación en las cuales deberemos infiltrarnos y superar para conseguir equipación única con la que mejorar nuestras armas. Cabe añadir que incluso para acceder a estas ubicaciones, en la mayoría de los casos, deberemos desentrañar un rompecabezas bien ideado que nos obligará a estudiar y divagar por zona para acceder a ciertas partes de la instalación de forma previa y a continuación activar el acceso. Luego, las instalaciones en sí son pruebas muy originales, que incluyen cosas como sortear una sala activando y desactivando los polos magnéticos de las plataformas u otros métodos similares. En este sentido, 'Atomic Heart' se siente increíblemente inspirado y entretenido y posee un muy buen diseño.

A su vez, el mundo abierto, aún cuando supone un reto en la mayoría de los casos, se siente algo vacío y falto de vida. Por doquier, encontraremos cadáveres humanos con los que podemos conversar gracias a los implantes neuronales que, en el mejor de los casos, nos ofrecen algo de contexto de sus muertes y en el peor, cosas sin mucho sentido más allá del propio humor. Más allá de eso, no encontraremos más personas y todo se resume en áreas repletas de enemigos (muy entretenidas, eso sí), desplazarse en coche (el mismo modelo siempre), y poco más, y hubiera sido de agradecer algo extra, como una población. Pero todo sea dicho; la ambientación de la destruida Vavilov es excepcional, algo en lo que ayuda su increíble aspecto gráfico, diseño y composición musical.

Una historia diluida en una extraña narración

Donde de verdad creemos que se equivoca 'Atomic Heart' es en la narración. Ojo porque no estamos hablando de la historia construida a su alrededor, que no está mal, si no en la forma de contarla, así como la exposición de las cinemáticas, el contexto de los personajes y su comportamiento en las mismas, y en algunas líneas de diálogo. De nuevo, contexto para entender esto: por un lado, el título pretende tomarse en serio a sí mismo, replanteando algo (no político si no ético) que podría suponer un gran problema para la humanidad, en una historia llena de traiciones y desengaños. Pero luego obtenemos momentos absurdos o de humor que rompen con el esquema general de la historia. Es difícil implicarse del todo con unos sucesos si continuamente meten parodia con calzador. Y ojo con esto, porque cuando ese humor está bien llevado puede llegar a ser increíble (honorífica mención a cierta máquina expendedora que va más caliente que el palo de un churrero). El problema es que continuamente entra a colación en momentos donde no compete, rompiendo la propia inmersión.

Las interacciones de P-3 y Char-Les son sencillamente magistrales, y nos hemos visto en multitud de ocasiones riéndonos a carcajada limpia. Pero por otro lado, cuando esas interacciones con el mundo de 'Atomi Heart' rompen el esquema, chirría muchísimo con lo que estamos viendo. Luego, creemos que las cinemáticas no están, pero en absoluto, a la altura del propio juego. Por un lado porque suelen ser de muy baja calidad visual en comparación con el gameplay, pero por otro porque las acciones de los personajes se sienten muy robóticas, teatrales e incluso un poco ridículas. Tal vez al juego le hubiera sentado mucho mejor limitarse a contar los hechos a través de los ojos del protagonista en lugar de querer meter vídeos narrativos. También hay que ser consecuentes y entender que estamos ante el primer proyecto de Mundfish, que además está compuesto por pocas personas y bastante jóvenes. Para concluir con este apartado, diremos que este es el aspecto que más debe pulir el estudio.

Conclusiones

No cabe duda de que 'Atomic Heart' se postula como una de las grandes sorpresas de este año 2023. El título ofrecer todo lo que prometía, e incluso un poco más en el aspecto jugable. Es cierto que el estudio de desarrollo debe pulir un poco algunos aspectos como la narración o el concepto de mundo abierto si quiere ofrecer un próximo título de características similares, además de que el título llega sin NG+ y sin la posibilidad de continuar explorando Vavilov una vez finalizamos la historia, aunque creemos que esto lo solucionarán vía parche. Pero en el resto estamos ante un producto genial, que dura aproximadamente 25 horas, uno de los grandes shooters de este año, con una propuesta sólida que convence y una exploración muy bien ideada, un juego exigente en su dificultad, con grandes enfrentamientos, con un increíble aspecto audiovisual, un diseño de niveles que está a la altura de los grandes y que ofrece diversidad jugable y muchos rompecabezas. 'Atomic Heart' es un juego que merece mucho la pena, y nadie que se precie debería perdérselo.