Comercios japoneses tienen que sortear la compra de Famicom Mini

NES MINI JAPONESA

Comercios japoneses tienen que sortear la compra de Famicom Mini

Por Benjamín Rosa Fernández

El 29 de Enero 2017 | 21:23

No pueden dar abasto a tanta demanda y tan poco stock, con el riesgo de venderlo a los especuladores.

No sólo en Europa y en Norteamérica la Nes Classic Mini es ya un objeto de coleccionista debido al poco stock y a la alta demanda por parte del público con la que acaban siendo carne de especuladores, pues en Japón también escasea la Famicom Mini. Allí se repiten todas esas historias de especuladores que quieren sacar dinero aunque sea con la reserva de la microconsola retro, y las tiendas han tenido que actuar para intentar acabar con la especulación.

Si te toca un sorteo, puedes comprarla

Dado que una costumbre de los especuladores de todo tipo es despertarse a primera hora para ir a la tienda y comprar o reservar ediciones limitadas de productos muy deseados para ser los primeros en la cola y asegurarse el producto con el que especular, algunas tiendas tratan de solventar el problema de los especuladores madrugadores con un sistema de loterías. Durante la primera hora en la que se abre la tienda, los consumidores pueden conseguir un ticket por persona para poder optar al premio de poder comprar una Famicom Mini, compra que se podrá hacer efectiva a lo largo del día. De esta forma, las pocas Famicom Mini que reciben no van inmediatamente a quienes han cogido el tren a primera hora y esperan horas de cola para luego comprarla y revenderla, sino que mucha más gente podrá tener la oportunidad de comprarla aunque no hayan madrugado tanto como otros.

Famicom Mini

Esta medida que parece sacada de un cómic de Bruguera es indudablemente fruto de la escasez de stock frente a la alta demanda por parte del público, y de la que los especuladores se aprovechan porque no les imponen sanciones. Por suerte, se espera que vayan a reponer regularmente tanto Nes Classic Mini como Famicom Mini y esperamos que poco a poco la locura de los especuladores se reduzca a su más mínima expresión.

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