Makiko Futaki muere, fue animadora en Studio Ghibli

Studio Ghibli es una compañía de animación que ha logrado romper prejuicios acerca de la animación japonesa, demostrando que lo tradicional y minucioso puede seguir siendo muy actual frente a nuevas tecnologías que restan hermosura al trabajo final. Es también un estudio que, gracias a sus grandes talentos, ha brindado numerosas películas de gran calidad tanto a pequeños como a mayores, cintas con varias capas y mensajes, algunas tan solo posibles de descifrar si se alcanza la madurez. Más allá de las películas, el estudio ha trabajado en anuncios, cortometrajes musicales, videojuegos como 'Ni no Kuni: La ira de la bruja blanca', abriéndose a nuevas experiencias siempre y cuando surgía la oportunidad.

Siempre que hablo de Ghibli me gusta pensar en plural, porque, en contra de modas y aquellos que no se molestan en conocer realmente al estudio, hay talento más allá del maestro Hayao Miyazaki. Una de estas personas es Makiko Futaki, que por desgracia ya no podrá volver a prestar su talento para la industria, puesto que ha fallecido.

La vida de Futaki se apagó el viernes, 13 de mayo de 2016, mientras recibía tratamiento por una enfermedad que no ha sido especificada. Tenía 58 años.

De Nausicaä a Akira

Su carrera comenzó como animadora intermedia en Telecom Animation Film, trabajando para el episodio 153 de la serie para televisión 'Lupin III: Parte II'. Antes había realizado trabajos de animación por independiente que presentaba en cada edición del Private Animation Festival.

Su primera toma de contacto con una personalidad de Studio Ghibli se da en 1981. Es entonces cuando trabaja junto con el maestro Isao Takahata y Topcraft, estudio padre de Ghibli, en 'Chie the Brat'. En 1984 arrimó el hombro con el célebre Hayao Miyazaki para 'Nausicaä del Valle del Viento'. Desde entonces pasó a trabajar en la mayoría de proyectos de Studio Ghibli como animadora clave independiente, e hizo como directora de animación asistente en 'Cuentos de Teramar'. Su último trabajo en el estudio japonés fue como animadora clave de 'El recuerdo de Marnie'.

Otros proyectos en los que trabajó fueron 'Akira', las ilustraciones de las novelas de 'Moribito' y 'The Wings of Honneamise'.

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