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Jennifer Lawrence y el vestido de la polémica: ¿fue realmente libre para decidir qué ponerse y cómo posar?

EL VESTIDO DE LA POLÉMICA

Jennifer Lawrence y el vestido de la polémica: ¿fue realmente libre para decidir qué ponerse y cómo posar?

Por Maribel Baena

El 22 de Febrero 2018 | 09:10

"Esto no es feminismo", ha declarado Jennifer Lawrence tras la polémica con su vestido. Y tiene razón.

"Esto no es feminismo", ha declarado Jennifer Lawrence tras la polémica con su vestido. Y tiene razón. Juzgarla a ella directamente por posar con un vestido escotado en pleno invierno, mientras que sus compañeros están todos perfectamente abrigados, no es feminismo. Porque criticar a una mujer por una decisión que afirma haber tomado por sí misma rompe con toda la sororidad que el feminismo promulga.

Pero antes de adentrarme en el asunto en sí mismo, voy a contextualizar rápidamente la situación, para todos aquellos que no hayáis leído la noticia o no hayáis visto la polémica foto (aunque he de suponer que seréis pocos, puesto que en las redes sociales no se habla de otra cosa). En el London Eye, Jennifer Lawrence posó antes de ayer para una fotografía junto con sus compañeros de su nueva película, 'Gorrión rojo'. En la fotografía, se puede apreciar cómo todos sus compañeros llevan chaquetones y van muy abrigados, al normal si tenemos en cuenta que la temperatura era de apenas cinco grados; no obstante, la actriz no lleva más que un vestido de tirantes negro, con un corte lateral que deja ver toda su pierna y unos tacones que muestran sus pies al completo.

La foto de la polémica

Todo el mundo comenzó a hacerse eco de la fotografía, señalando lo machista que es que ella estuviera totalmente descubierta para lucir cuerpo y vestido, mientras que ellos se limitaban a llevar ropa abrigada. Las críticas hacia el vestido que lucía la actriz, así como hacia el hecho de que no llevara abrigo, no han dejado de resonar desde ese mismo momento.

Lawrence, por su parte, quiso lanzar un post en su página personal de Facebook defendiéndose de los ataques. Cree que esta polémica es "ridícula". "No sabría cómo empezar con ese 'Jennifer Lawrence pasando frío con un vestido escotado'. Esto no es solamente ridículo, sino que me siento extremadamente ofendida. El vestido de Versace era fabuloso. ¿Creéis que iba a cubrir este precioso vestido con un abrigo o una bufanda? Estuve fuera cinco minutos. Habría salido hasta con nieve por este vestido, porque me encanta la moda y esta fue mi decisión", ha señalado. "Esto es sexista, es ridículo, esto no es feminismo", ha querido recalcar.

Tiene razón: juzgarla y criticarla por sus decisiones no es feminismo

La actriz tiene razón. Criticarla por llevar ese vestido, por no querer ponerse un abrigo para posar en una fotografía, no es propio del feminismo. Implica infantilizarla, menospreciar su libertad individual, tacharla de ser una mujer incapaz de imponerse y negarse a salir sin abrigo si realmente tiene frío. Como ella misma ha explicado, es su decisión salir así para hacerse la fotografía, y nadie debería juzgarla personalmente por hacerlo.

No obstante, sí es propio del feminismo preguntarse por qué ella ha decidido salir con un vestido así a un clima tan frío, aún arriesgándose a resfriarse o coger cualquier enfermedad. Por qué ha preferido estar incómoda para hacerse una fotografía para poder mostrar un vestido que optar por ponerse una prenda de abrigo y estar más confortada. Porque eso nos llevaría al debate que realmente se plantea el feminismo: ella quiere lucir ese vestido porque la sociedad, con sus imposiciones patriarcales, le ha enseñado que es lo que debe hacer. Ella siente la responsabilidad de sentirse atractiva porque ha interiorizado que la aprobación de los hombres es lo que realmente la hará válida, y es por eso que prefiere enseñar su vestido, su cuerpo, aún pese a que eso implique pasar frío.

Hay una razón mucho más profunda en su elección de salir sin abrigo que el "es mi decisión", y eso es precisamente lo que el feminismo busca que las mujeres se planteen. Que se pregunten por qué sienten esa necesidad de sentirse atractivas y deseadas, por qué hacen sacrificios por conseguirlo. Mas, una vez que se lo han planteado y que comprenden las implicaciones de sus decisiones, deben ser completamente libres de decidir si quieren posar sin abrigo o con él. Porque juzgar a una mujer por sus decisiones no es feminista, pero hacerle ver que esas decisiones pueden estar condicionadas por unas estructuras sociales sí.

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