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Impresiones de 'Monster Hunter World: Iceborne', la caza se renueva

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Impresiones de 'Monster Hunter World: Iceborne', la caza se renueva

Por Oscar Martinez

El 30 de Junio 2019 | 23:00

Nos adentramos en el Arroyo de Escarcha y sobrevivimos a las fauces del temible Tigrex para traeros nuestras impresiones de 'Monster Hunter World: Iceborne', el punto de frescura que el título de Capcom necesitaba.

'Monster Hunter World' ha conseguido consolidarse como todo un éxito mundial. La caza ha abandonado el nicho para abrazar la fama y llegar a boca de todos. Un hecho que ha impulsado los planes de Capcom, abandonando el formato de sus versiones 'G/Ultimate' y apostando por algo mucho más orgánico en forma de expansiones.

Así hemos podido enfrentarnos a nuestros primeros retos en el Arroyo de Escarcha, la nueva zona que sirve de entrada a 'Iceborne', esta primera incursión del título más allá del Nuevo Mundo que caracterizaba al juego original y que lleva con una marcada declaración de intenciones. La caza sigue, y nosotros con ella. Esto es todo lo que nos aguarda en estas heladas e inhóspitas tierras.

La caza se renueva

Pese a que esta primera demo a la que hemos tenido ocasión de enfrentarnos resulta algo continuista y nos deja con la miel en los labios, es menester reconocer que Ryozo Tsujimoto y su equipo han logrado recrear la aventura que tanto frutos ha recogido en una labor especialmente notable que consigue renovar la caza sin necesidad de reinventar la rueda.

Iceborne

Así se supone con un primer enfrentamiento contra el Gran Jagras en el Bosque Primigenio que, si bien supone un ligero bocado de acción, nos permite entender que las cosas han cambiado ligeramente. La inclusión de la garra retráctil no nos pone las cosas más fáciles, pero sí juega a favor de la fluidez del título. Una herramienta con la que lanzarnos a los monstruos para montarlos con la posibilidad de asestar un potente golpe —debilitando la zona objetiva y dejando al monstruo a merced de una rotura— o redirigirlos con un disparo en la cabeza para llevarlos a trampas o golpearlos contra una pared, en busca de ventajas.

Sin embargo, insisto, no todo es tan fácil. Porque si bien el Gran Jagras cae fácilmente tras varios usos de esta variopinta herramienta, el encuentro con nuestro viejo amigo Tigrex nos demuestra el rango de usabilidad de la garra, lanzándolos por los aires con pasmosa facilidad y atentando contra nuestra barra de vitalidad si no debilitamos o aturdimos al monstruo antes de saltar. Una apuesta por la accesibilidad que, esta vez sí, mira por el bien de todos; recordando a los más veteranos.

Y seguimos hablando de mecánicas y caza, porque aunque no hemos tenido oportunidad de disfrutar de nuevas incorporaciones en un listado de armas que sobrepasa la docena —una asignatura pendiente que no afecta demasiado a la jugabilidad— la nueva adición de combos en todas y cada una de ellos sienta especialmente bien al funcionamiento de la batalla, más ágil y dinámica, sumando puntos a la organicidad de la que presume el juego.

Monster Hunter

Un paraíso mortífero

Pero si 'Monster Hunter World: Iceborne' puede presumir de organicidad es, especialmente, a través de sus nuevas incorporaciones. El Arroyo de Escarcha dista millas de otras áreas nevadas como bien podrían ser las clásicas Montañas Nevadas de 'Monster Hunter Fredoom Unite' o la característica Tundra de la tercera generación. Todo un soplo de aire fresco que trae consigo cierta latencia nostálgica — especialmente en el uso de las bebidas calientes a la hora de sobrevivir al entorno.

Uno que, de nuevo, contará con nuevas particularidades. Y es que el espesor de la nieve nos pondrá las cosas difíciles, reduciendo nuestra capacidad para avanzar y reparando en el consumo de estamina de forma notoria. Una apuesta que demuestra esa idea de convertirse en la versión 'G' de 'Monster Hunter World' y que no busca sino suponer un reto para todas aquellas personas que crucen el umbral desde el Nuevo Mundo.

Monstruos

Un hecho que, además, se nota en las batallas. En la dificultad de esquivar las embestidas de este nuevo "dinosaurio-alpe" que conocemos como Banbaro y que no duda en arrojarnos piedras y árboles utilizando su poderosa cornamenta o en las gotas de sudor que vuelven a resbalar por la frente al combatir al poderoso Tigrex que, nostalgia a un lado, vuelve con la intención de mandarnos al campamento más veces de las que nos gustaría con un set de movimientos calcados a los originales y alguna sorpresa que no queremos desvelar en estas líneas.

Por supuesto, también tendremos alguna que otra facilidad. Y es que ahora podremos utilizar monturas para desplazarnos por el mapa y nuestros compañeros Felyne podrán contar con una habilidad capaz de "revivirnos" antes de acabar en la cama tras desmayarnos. Sin embargo, y aunque la función de las monturas es especialmente merecedora de celebración, cabe destacar que no podremos conducirla, sino indicarles un punto en concreto o un monstruo al que perseguir, facilitándonos la llegada y, con suerte, una entrada rompedora en batalla si saltamos de su lomo — a no ser que lo hagáis contra un Tigrex y su mandíbula os coja a medio salto (no es agradable).

Novedades

En líneas generales 'Monster Hunter World: Iceborne' es todo lo que el juego original necesitaba. Un punto y seguido para una entrega que destacaba en casi todas sus propuestas, pecando solo de un nivel de dificultad escaso para los seguidores y seguidoras de la caza y una cantidad de contenido quizás algo limitada en cuanto a diversidad. Un regreso que se mueve por un camino tan continuista como seguro y que, lejos de cualquier duda, nos deja con unas increíbles ganas de volver a adentrarnos en los nuevos parajes del juego. Es pronto para destacar una conclusión, pero es indudable que nos encontramos ante un nuevo exponente en la caza.

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