El 3 de Mayo 2018 | 13:40
Si la protagonista absoluta del episodio anterior fue Syd, en este caso le toca a Lenny. Lenny, que estaba deseando acabar con esa existencia a la que Farouk la había condenado, siendo una simple mascota, un ser que pertenecía a otro ser. Por suerte (o desgracia), ya ha conseguido lo que quería: ahora tiene un cuerpo, vuelve a vivir, vuelve a tener oportunidades. Mas que ahora no se le vean las cuerdas que la controlan no implica, necesariamente, que estas cuerdas hayan dejado de existir; la esclavitud puede ser menos explícita y continuar estando ahí.
Lenny ha vuelto, pero el cuerpo que ocupa no es exactamente el suyo, y eso es algo que David no va a tardar mucho en averiguar. Sus ojos, otrora marrones, ahora son completamente azules. Y es que, valiéndose de sus poderes, Oliver ha hecho una especie de mezcla entre el cuerpo de Lenny y el de otra mujer, transformándola en lo que ahora es. ¡Mas no comencemos por el final! Vayamos paso a paso, analizando detenidamente este episodio, puesto que ha sido bastante movido, pese a que pueda parecer otra cosa. Si bien es cierto que los avances ahora están siendo algo más lentos de lo que estamos acostumbrados en 'Legión', continúan siendo tan vertiginosos como siempre.
Lenny ha vuelto
Que Lenny haya vuelto es, en sí mismo, una buena y una mala noticia: es libre, pero Farouk continúa suelto, y trazando su plan, del que nadie sabe nada. Acompañado de Oliver que, no obstante, asegura querer matarle cuando menos se lo espere. ¿Será eso cierto?
Lenny es investigada de cerca por algunos de los miembros del equipo, mas no consiguen sonsacarle nada. Estamos ante una mujer que perdió su cordura, que también tuvo una vida complicada, al igual que Syd, y que además tiene innumerables adicciones; a eso hemos de sumarle que continúa trabajando (sin quererlo) para Farouk. Ella no es la aliada ideal, ni mucho menos. Pese a todo, el mero hecho de que esté ahí ya implica necesariamente que hay un objetivo detrás de todo ello. Porque el Rey Sombra no hace nada sin haberlo planeado previamente, como ya ha demostrado a lo largo de toda la serie.
El punto fuerte llega en el momento en el que Farouk y Oliver atacan directamente a una mujer que, hasta ese momento, vivía relativamente tranquila. Y no es por el ataque en sí, sino por todo lo que este esconde. Esconde la certeza de que David matará a Farouk, de que este acaba de firmar su sentencia de muerte. No es hasta que vemos la reacción que tiene David al conocer este hecho, así como un par de flashbacks, que comprendemos la importancia de todo esto: esa mujer, que ha perecido para que Lenny pueda volver a la vida, era la hermana de David. El plan de Farouk pasaba, una vez más, por atacar directamente a David y a su familia; la venganza se sirven en un plato frío, reza el lema, algo que él se ha aplicado convenientemente.
El fin del mundo se acerca
Volvamos un par de episodios (o algo más) atrás, y recordemos lo que la Syd del futuro le advirtió a David: él acabaría matando a Farouk, y eso provocaría el fin del mundo tal y como lo conocían. No le explicó más, pese a que los espectadores ya comenzamos a divagar al respecto, al igual que hizo David. ¿Habría otro mutante, mucho más poderoso que él? ¿Sería el monje? ¿Qué iba a pasar? Sea como fuera, en ese momento David decidió que si el futuro dependía de su decisión, él no mataría a Farouk.
Pero, viéndolo todo ahora desde esta nueva perspectiva... ¿Soportará David el dejar vivir a Farouk? ¿Le podrá la racionalidad, o la visceralidad? No olvidemos que acaba de ver cómo Farouk mata a su hermana, sin ningún tipo de remordimiento ni pudor, y que le ha entregado el cuerpo a Lenny. David siempre trató de mantener a su hermana al margen, y ver esto puede hacer que todo su sentido común desaparezca. Esto demostraría, pues, que el futuro no puede cambiarse... Puesto que sus pasos podrían acabar llevándole al mismo camino, pese a que le hayan advertido de que no debía acabar con Farouk. ¡Tendremos que esperar a la semana que viene para saberlo!