RETRO 'The Simpsons Bart vs the World' analizamos el segundo juego de Los Simpson

Publicado originalmente para NES en 1991 como secuela de 'The Simpsons Bart vs the Space Mutants', y porteado a Amiga, Atari ST, Master System, y Game Gear dos años más tarde, 'The Simpsons Bart vs. The World' nos proponía recorrer el mundo con Bart a través de una serie de disparatados niveles con toda suerte de mini-juegos entre ellos. Esta vez los desarrolladores de Acclaim parecieron tomar buena nota de las críticas sobre la elevada dificultad de su predecesor, ¿pero lograrían superarlo solo con eso?

Dos familias enfrentadas

Como buen fan de Krusty el Payaso, Bart no puede resistir la tentación de participar en el nuevo concurso que su héroe acaba de organizar, ni aunque se trate de un aburrido concurso de arte. Bart sabe que sus posibilidades de ganar son nulas, pero al menos tendrá la satisfacción de... Espera un momento... ¡No es posible! ¡Ha ganado! ¡Toda la familia Simpsons podrá irse de viaje y ganar estupendos premios! ¿Demasiado bonito para ser verdad? Pues si... Y es que Bart y su familia todavía no saben que el concurso ha sido amañado por el diabólico Señor Burns, que busca vengarse de ellos por todos los problemas que le han causado en el pasado. El plan de Burns consiste en llamar a sus malvados familiares repartidos por todo el mundo para que le ayuden a librarse de una vez por todas de los Simpson. ¿Quién ganará? ¿La familia Simpson, o la familia Burns? ¡Eso lo vas a decidir tú mismo!

Teniendo en cuenta que su predecesor fue recibido con críticas poco entusiastas, los chicos de Acclaim parecieron tratar de intentar algo diferente con esta secuela, añadiendo algo de variedad frente al puro plataformeo de su predecesor. Las plataformas seguirán estando muy presentes, claro está, pero ahora podremos afrontar toda clase de mini-juegos para hacer más amena la aventura.

El control de Bart es muy similar al de su anterior juego, con un botón para correr y usar ítems, y otro para saltar. Dominar el supersalto que se hace con ambos botones será de gran utilidad en determinados momentos, tal y como ocurría con su predecesor. Sin embargo aquí no será necesario ir utilizando diferentes objetos, ya que ahora Bart puede lanzar cerezas explosivas que habrá que recolectar previamente.

Estas pequeñas bombas nos permitirán despejar el terreno de enemigos para poder explorar y buscar ítems sin problemas, pero habrá que tener cuidado de no gastarlas a lo loco o podemos echarlas de menos más adelante. Durante las batallas contra los jefes necesitaremos de estos artefactos explosivos si o si, pero por suerte recibiremos más si se nos acaban para evitar quedarnos indefensos contra los estrafalarios miembros de la familia Burns.

Cada nivel se compone de varios actos, con varios mini-juegos que podemos escoger desde el menú que aparece entre fases. En ellos podremos ganar vidas que nos harán mucha falta conforme avancemos por el juego, y es que, si bien la dificultad es ligeramente menor que en la de 'Bart vs the Space Mutants', todavía continúa siendo bastante alta para la media del género.

En la variedad está el gusto

Estos mini-juegos consisten en clásicas pruebas de memoria, puzles, tragaperras, e incluso una peculiar versión del juego de los trileros con iglús en pleno Polo Norte. No son muy originales, pero entretienen y le dan un toque de variedad interesante al juego. Además están empapados de todo el particular sentido del humor que rodea a esta popular familia, algo que se hace extensible a prácticamente todo el juego.

El diseño de escenarios y enemigos es ciertamente absurdo y en ocasiones estrafalario, muy acorde con los momentos más locos que ha vivido la familia televisiva. Y no faltarán otros personajes de la serie como Moe, Ned Flanders, o Milhouse entre otros muchos. Naturalmente hablamos de un juego diseñado en 1991, por lo que habrá que tener en cuenta que se basa en los comienzos de esta exitosa serie. De hecho, tendremos hasta un pequeño concurso de preguntas sobre los primeros capítulos que seguro encantará a los fans.

Hasta aquí todo bien, la idea de amenizarlo con estos mini-juegos le aporta variedad, y la rebaja de dificultad lo hace algo más asequible. Pero por desgracia comienza tocar a hablar de problemas, algunos heredados directamente de su predecesor. Así por ejemplo, el manejo de Bart sigue resultando demasiado "resbaloso", algo que fastidia y mucho cuando tenemos que afrontar secciones de plataformas en la que un ligero traspié puede ser fatal.

Esto se agrava si tenemos en cuenta que el juego a veces presenta zonas de plataformas que pueden resultar verdaderamente largas y anodinas, como las que encontraremos en el nivel de la cueva para subir de un piso a otro. Dominar estos saltos peliagudos va a ser algo muy necesario si queremos terminar el juego, ya que de lo contrario es probable que lo dejemos a medias por pura frustración.

Algunos niveles son ciertamente enormes, lo que fomenta la exploración, pero también hace fácil que nos perdamos, y no siempre es sencillo deshacer nuestros pasos para volver a la ruta adecuada. Por el camino tendremos algunos objetos especiales para coleccionar como parte del concurso de Krusty, y algunos están bien escondidos. Pero es fácil que se presenten situaciones ante las que no sabremos bien que hacer exactamente, lo que puede hacer que nos pasemos un rato dando vueltas buscando la solución.

Desesperaría incluso a Ned Flanders

En líneas generales es importante destacar que no se trata de un juego accesible para todo tipo de jugador, ya que requiere grandes dosis de paciencia. El "ensayo y error" se irá haciendo cada vez más habitual conforme avancemos, y por suerte (o por desgracia, según se mire) se trata de una aventura aceptablemente larga para los estándares de la época.

Gráficamente recuerda mucho a su predecesor, del que recicla bastantes cosas, La versión original de NES es bastante colorida y llama la atención por ser la única con sprites sin perfilar, ya que el resto imita el estilo dibujado a base de contornos negros. Las versiones para Amiga y Atari ST son muy similares visualmente, y la única diferencia será un menor framerate cuando juguemos en Atari ST.

Las máquinas de Sega por su parte presentan versiones prácticamente idénticas entre las que las que la única diferencia será el habitual zoom de Game Gear debido a su menor resolución de pantalla. Técnicamente está muy lejos de ser el juego que mejor aproveche estas consolas, pero su colorido aspecto cumple de sobra y mejora lo visto en NES.

Dicha versión de NES es la única que cuenta con el tema original de Los Simpson, de hecho, el tema de la pantalla principal está directamente reciclado de su predecesor. A lo largo del juego encontraremos otras composiciones interesantes, así como varios remixes del mencionado tema original de la serie. Los efectos de sonido son otro de los elementos reciclados del anterior juego, por lo que simplemente cumplen sin más.

En ordenadores disfrutaremos de una banda sonora bastante marchosa y de buena calidad, pero se echa mucho de menos el famoso tema de Los Simpson. Lo mismo ocurre en Master System y Game Gear, pero aquí la cosa se ve agravada por el hecho de que en el juego apenas haya un par de temas musicales para toda la aventura. Los cuales por cierto resultan horriblemente repetitivos y anodinos, hasta el punto de que es recomendable jugar sin sonido y ponernos de fondo cualquier otra música que queramos.

¡Mis puñeteros oídos!

Si hubiese que escoger una sola versión, en ordenadores la más recomendable sería la de Amiga, aunque no haya demasiada diferencia. En consolas se nota demasiado que el juego fue creado en base a NES y que no había ya muchas ganas de portearlo allá por 1993, pues si bien las máquinas de Sega ofrecen mejores gráficos, la fatalmente adaptada banda sonora es un punto muy a tener en cuenta en su contra. También se echa de menos el peculiar final "interactivo" de la versión de NES, remplazado por un soso cartel de "enhorabuena".

Si queréis jugarlo en los sistemas actuales, los precios de la versión de NES varían bastante dependiendo de su estado, pero el cartucho suelto no debería costaros más de 15 o 20 euros. En ordenadores no es excesivamente caro, pero si bastante difícil de encontrar, especialmente en buen estado. Finalmente, en las consolas de Sega la versión de Game Gear no es muy cara siempre que no la queráis con caja, ya que el cartón dispara y mucho su precio. Y en Master System os puede salir bastante cara la labor de añadirlo a la estantería, ya que su rareza lo puede situar por encima de los 50 euros en buen estado.

Puede que esté muy lejos de ser el mejor juego de Los Simpson, e incluso se podría decir que está un peldaño por debajo de su predecesor. Pero os merecerá la pena echarle un vistazo si os gustan los viejos y correosos plataformas de segunda fila, y más si sois fans de esta popular familia. Ya avisamos de que la paciencia no viene incluida con el juego, la vais a tener que poner vosotros, y mucha. Pero el encanto de Los Simpson lo hace lo suficientemente interesante como para al menos darle una oportunidad.