EXPLOSIÓN SÓNICA

RETRO 'Sonic Blast', el último juego de Sonic para Game Gear que llegó después a las Master System brasileñas

Hasta 12 juegos de Sonic salieron para Game Gear, hoy analizamos el que cerró la cuenta en la inolvidable portátil así como su curiosa conversión a Master System.

Por Alberto Carmona 28 de Febrero 2016 | 15:30

En 1996 Game Gear daba sus últimos coletazos por el mundo, Sega ya tenía lista su sucesora; la Nomad. Pero los elevados costes de fabricación de la nueva maquina y la irrupción de Sony en el mercado, acabaron con la andadura portátil del gigante azul. En mitad de este panorama nos llegaba 'Sonic Blast', conocido en Japón como 'G Sonic'. Este título venía a ser una especie de 'Sonic & Knuckles' de bolsillo, pero con algún as en la manga como sus sorprendentes gráficos prerenderizados. El juego pasó bastante desapercibido ante tan complicada situación, pero los brasileños de Tec-Toy no se olvidaron de él, y tiempo después sacaban de su chistera una sorprendente conversión para Master System que contó con el beneplácito de la propia Sega.

Sonic Blast & Knuckles

Tras salvar Angel Island de las garras de Robotnik (alias Eggman), se forjó una gran amistad entre Sonic y Knuckles. Sin embargo este compañerismo no era como el que Sonic mantenía con sus otros amigos, pues entre ambos personajes existía una importante rivalidad. Esta mezcla de competitividad y amistad iba a entrar en acción frente los acontecimientos que estaban a punto de desatarse, y es que ante la atónita mirada de Sonic y sus amigos, una nueva isla surgió del océano de la noche a la mañana. Esta nueva isla estaba enteramente hecha de metal, lo que levantó las sospechas del erizo. Al aproximarse a ella se confirmaron sus sospechas, en cuanto el repugnante semblante de Eggman apareció tallado en la superficie de la isla. Pero Sonic no era el único que se había acercado a curiosear, Knuckles también estaba allí y venía dispuesto a ser él quién le diera a Eggman su merecido. Un inconfundible olor a trampa inundaba el lugar, pero ese aroma solo conseguía desatar la rivalidad entre ambos por ver quién lograba pararle los pies antes a desquiciado científico, que ha aprovechado la distracción para ir de nuevo tras las Esmeraldas del Caos. ¿Quién derrotará a Eggman y recuperará las preciadas joyas? ¿Será Sonic, o será Knuckles? ¡Eso te toca decidirlo a ti!

Puede que en su momento no lograse llamar la atención, pero hoy en día que muchos echan de menos los viejos Sonic en 2D, este 'Sonic Blast' podría ser una opción a tener en cuenta. ¿Pero realmente merece la pena darle una oportunidad? Pues para empezar tenemos todos los ingredientes básicos de un Sonic a la vieja usanza, y aunque no logre explotar la fórmula tan bien como otros títulos anteriores, si que puede apagar un poco la sed de aquellos que prefieren este tipo de juegos para el erizo.

Lo primero que llama la atención de 'Sonic Blast' son sus gráficos, no es precisamente habitual ver gráficos prerenderizados en una consola de 8 bits, y aquí los vemos funcionar sin demasiado problema. En su día fue un impacto visual, pero por desgracia hoy en tiempos actuales este tipo de gráficos parecen no estar ya tan bien vistos, y se les acusa de "haber envejecido mal". Si este es vuestro caso, probablemente no os guste lo que veréis en pantalla.

Fondos, personajes, enemigos, e ítems, están recreados mediante este tipo de gráficos rompedores en su momento, con todo el mérito que ello conlleva. Sin embargo y al margen de nuestra opinión personal sobre su forma de soportar el paso del tiempo, si que hay algo que ya en su momento se le podía criticar, y eso son sus animaciones. Naturalmente no son tan fluidas como podrían haber sido en un sistema más potente, pero el principal problema no es ese si no que son un tanto toscas. Por ejemplo al empezar a andar, los personajes parecen tener la espalda atada al palo de una escoba, emulando a Frankenstein al caminar.

Otras animaciones si están algo más conseguidas, pero este contraste deja una sensación de insatisfacción en lo referente al movimiento de los personajes, cosa que no ocurrió con ningún otro Sonic anterior para 8 bits. Otro problema es el zoom característico de los juegos de Game Gear, ya que el gran tamaño de los sprites deja de ser una ventaja para hacernos sentir como si estuviésemos jugando a un "simulador de Godzilla". Y es que tanto sprite desplazándose por tan poco escenario hará que parezca que nos movemos por una maqueta de Tokio destruyendo edificios.

"G-odzilla Sonic"

Este problema de tamaño no se da cuando jugamos a la versión para Master System, ya que los chicos de Tec-Toy adaptaron el zoom de la imagen para poder ser jugada adecuadamente en un televisor, como era habitual en este tipo de conversiones. Esto mejora bastante la experiencia de juego ya que vemos mejor lo que nos rodea, y no nos vamos chocando contra todo por no tener apenas tiempo de reacción como ocurre en la versión de Game Gear.

No obstante este aumento del zoom en la versión de Master System tiene su precio, y es que al mostrar simultáneamente más pantalla, hay que recortar pequeños elementos visuales para no sobrecargar la consola. En este caso suele ser el fondo quién corre con los costes, apreciándose menos detalles. Por ejemplo donde antes había montañas y océanos, ahora apenas hay unas nubes. Afortunadamente este precio no hay que pagarlo en todos los niveles, por lo que es un coste perfectamente asumible.

Otro elemento gráfico que llama la atención, son las fases de bonus. Estas recuerdan bastante a los niveles en 3D de 'Sonic the Hedgehog 3' y 'Sonic & Knuckles', solo que el desplazamiento se hace siempre hacía delante de forma automática. En la versión para Master System estas fases especiales no usan el nuevo zoom, y se muestran con un enorme marco negro al ajustar tal cuál la imagen de la versión de Game Gear. Lo mismo ocurre con otras partes menores del juego, como por ejemplo las pantallas de presentación.

Desde el punto de vista jugable nos encontramos con una curiosa novedad, y es la posibilidad de jugar con Knuckles. Al principio podremos elegir si queremos jugar con Sonic, o con el rojizo equidna. Esto es toda una novedad dentro de los Sonic para sistemas de 8 bits, ya que 'Sonic Blast' es el único título de plataformas de estas consolas que permite manejar a Knuckles.

Cada personaje tiene sus propias habilidades, así como otras comunes como el clásico "Spin Dash". Sonic puede realizar un doble salto similar al que hace en algunos otros juegos, mientras que Knuckles conserva todas sus habilidades de planeo y escalada que ya vimos en 'Sonic & Knuckles'. Es de agradecer poder contar con estas habilidades, y además al usarlas podemos ir por unas rutas u otras dependiendo de qué personaje manejemos. Esto invita además a pasarse el juego al menos dos veces, para poder probar todos los caminos posibles.

No te dejes ni un anillo

Los niveles ofrecen un aceptable componente de exploración, y es recomendable no dejarse ni un solo rincón sin investigar. Por las fases podemos encontrar anillos gigantes que nos den acceso a las fases de bonus, así como vidas extra y otras cosas de interés. También habrá que conseguir las habituales Esmeraldas del Caos si queremos ver el final bueno, y para ello deberemos entrar a las fases de bonus del segundo acto de cada nivel, ya que si lo hacemos en el primero solo conseguiremos una vida extra, siempre que logremos superar la fase de bonus, claro.

No faltarán a la cita los habituales enfrentamientos con las creaciones de Eggman al final de cada nivel, con la diferencia de que ahora podemos usar distintas estrategias según que personaje llevemos al emplear unas u otras habilidades. La dificultad general del juego no es demasiado elevada, pero tampoco nos lo pasaremos bostezando, por lo que encontraremos un aceptable equilibrio en cuanto a desafío.

Finalmente queda por tratar un aspecto que siempre es importante en los juegos de Sonic; la música. Las composiciones guardan un gran parecido con las de anteriores títulos de 8 bits del erizo, aunque si es cierto que en este caso quizá no sean tan pegadizas como en entregas anteriores. Todo esto vendría a suponer una valoración sonora "aceptable", ni memorable ni desastrosa.

Para jugarlo en la actualidad, la cosa es bastante fácil siempre que no nos importe jugar a la versión de Game Gear, ya que esta fue incluida como extra en 'Sonic Adventure DX' para Game Cube y PC, así como en 'Sonic Mega Collection Plus' para PlayStation 2 y Xbox. Además si queremos una reedición más cercana en el tiempo, también tenemos disponible la de la Consola Virtual de 3DS. Por desgracia la versión para Master System jamás ha sido reeditada, por lo que la emulación es una opción muy valida en este caso.

Si lo que queréis es engordar vuestra colección con los cartuchos originales, ya podéis empezar a ahorrar... La versión de Game Gear es de los juegos más raros y valorados de esta consola, llegando a pedirse precios de tres cifras por la edición europea. En cuanto al de Master System, la cosa es aún más complicada. Al ser exclusivo de Brasil y por lo tanto muy raro, sus precios pueden llegar a superar tranquilamente los 300 euros, convirtiéndolo en uno de los juegos más raros y valorados de toda la saga del erizo.

Bueno, pero menos que sus predecesores

En resumen; un título que probablemente no logre saciar vuestras ansias de Sonic clásico, pero que fácilmente os puede ofrecer un par de tardes de diversión. Sorprendente a nivel técnico, pero no artístico. Y con añadidos curiosos como poder jugar con Knuckles, o su extremada rareza. Será la pesadilla de aquellos que quieran coleccionar todos los juegos del erizo, y para el resto será un título de calidad media que probablemente no satisfaga a los que odien los viejos gráficos prerenderizados.