UNA JOYA OCULTA DE MUCHOS QUILATES

RETRO 'Ranger X', retroanalizamos uno de los mejores juegos de "la cara oculta" del catálogo de Mega Drive

Uno de esos juegos que os harán preguntaros cómo habéis podido vivir hasta ahora sin saber que existía.

Por Alberto Carmona 9 de Noviembre 2014 | 17:04

La historia del videojuego es desafortunadamente muy injusta en demasiadas ocasiones con ciertos juegos y consolas que pasan sin pena ni gloria a pesar de su enorme calidad. Tienen nombres que rara vez escuchareis al hablar de videojuegos, pero que no tienen nada que envidiar a los más famosos. Nosotros intentamos acercaros de vez en cuando alguno de estos títulos injustamente olvidados, y este es el caso de 'Ranger X' ('Ex Ranza' en Japón), un juego publicado por Sega en 1993 en exclusiva para Mega Drive que fue desarrollado por los genios de Gau Entertainment (Nextech).

El Concilio contraataca

El Concilio de Sistemas Galácticos Libres ha sido atacado, un grupo terrorista que pretende someter a toda su población, perpetró un ataque sorpresa contra algunos de los puntos claves de esta avanzada civilización. Las bajas fueron numerosas, pero por suerte la capital, Homeland, quedó lejos del ataque de estos bárbaros despiadados. Un segundo ataque se preparó contra la capital, y con los primeros rayos de sol un escuadrón de naves de combate se abalanzó sobre la metrópolis esperando pillarles desprevenidos una vez más. Pero en este caso la sorpresa se la llevaron ellos, Homeland desplegó sus escudos protectores y las naves atacantes se estrellaron contra él sin causar el menor daño. ¡Y esta es tan solo la primera sorpresa que se van a llevar! El Concilio ha enviado a su más mortífera arma a reducir a cenizas las fuerzas terroristas, esta consiste en una poderosa armadura de combate dotada de los más letales sistemas de armamento. Sin embargo hace falta un piloto excepcional para utilizarla. ¿Serás tú ese piloto?

Es fácil creer que a estas alturas es imposible que un juego retro logre sorprendernos gráficamente, el hardware actual está a años luz del de antaño y nada retro nos dejaría ya con la boca abierta. Sin embargo esta creencia se os puede venir abajo si probáis un juego del ayer que no conozcáis y este empieza a desplegar unos gráficos que hacen añicos las limitaciones del sistema en el que está corriendo. Es entonces cuando te planteas si es cierto todo lo que creías saber sobre ese sistema, y te preguntas cómo demonios pudieron hacer eso. Esa especie de magia tecnológica es la que puede hacer que los gráficos de un juego retro aun te dejen boquiabierto, y 'Ranger X' es un buen ejemplo de ello.

Para empezar, el juego nos recibirá echando abajo las limitaciones de color de Mega Drive con unas paletas más propias de un juego de Super Nintendo, y todo hecho a base de puro ingenio de sus programadores. Lo siguiente que os dejará descolocados serán las escenas con gráficos vectoriales en 3D que presentan cada nivel, y cuya estética encaja perfectamente con su estilo ciber-futurista. Pero esto será solamente el principio, a lo largo del juego os quedareis preguntándoos más de una vez: "¿Cómo demonios está hecho eso?" Estas virguerías os dejaremos descubrirlas a vosotros, pues así impactan más.

Pero no vayáis a cometer el error de pensar que estamos tan solo ante una "cara bonita", pues 'Ranger X' es un juego tremendamente divertido que engancha desde el principio, con una jugabilidad muy bien pulida, y una curva de dificultad que sin ser frustrante en ningún momento, tampoco os dejará con la sensación de estar jugando a un juego demasiado fácil. Esta jugabilidad, y sus alardes técnicos, harán que antes de que os deis cuenta os hayáis pasado varios niveles y estéis pidiendo más y más.

Para manejar nuestra armadura de combate disponemos de dos botones de disparo, uno para disparar a la derecha, y otro a la izquierda. Esto nos permitirá poder disparar en la dirección deseada a la vez que nos alejamos del objetivo y evitamos sus ataques. El tercer botón del pad se emplea para disparar el arma secundaria, cuyo uso depende de una barra de energía situada en la parte inferior derecha de la pantalla. Al lado contrario tendremos el medidor de salud, que irá decreciendo conforme recibamos daños.

¡Adelante gadgeto-moto!

Ambos medidores se pueden rellenar si encontramos ciertos ítems, o si permanecemos unos segundos sobre una de las bases de recarga situadas a lo largo de los niveles. Además de esto, durante algunas fases iremos acompañados de una unidad de apoyo que puede ser una especie de moto, o una aeronave. Este vehiculo nos seguirá y ayudará, e incluso podremos montarnos en él. Una vez subidos sobre él, podremos meternos dentro y manejarlo directamente. Así accederemos a nuevas opciones de disparo y podremos cambiar nuestra arma secundaria. Además nuestra salud pasará a ser la del vehiculo, lo cuál hace muy recomendable el refugiarnos en él cuando la armadura este baja de salud.

La armadura cuenta también con unos propulsores en su espalda que nos permitirán permanecer en el aire si pulsamos arriba en el pad. Estos propulsores nos servirán para alcanzar lugares elevados, para cruzar volando zonas peligrosas, o para movernos ágilmente y evitar los proyectiles enemigos. Sin embargo estos propulsores se recalientan y tienen un tiempo de uso limitado, de modo que si los usamos demasiado caeremos a tierra, y hasta que los pies de la armadura toquen el suelo no podremos volverlos a usar. Esto añade un factor estratégico a la hora de usar estos propulsores, ya que deberemos graduar su uso para ir dándonos pequeños empujoncitos y poder permanecer así en el aire por mayor tiempo.

La nave de apoyo permanecerá en el aire y nos dará cobertura con sus disparos, pero la moto jugará un papel mucho más importante, especialmente si estamos usando un pad de seis botones, pues podremos controlarla con los botones X, y Z del mando. De este modo podremos lazarla contra enemigos y disparar desde una posición segura. También podemos usarla como plataforma para evitar ciertos peligros. Por el contrario habrá que tener cuidado de no dejarla atascada en algún sitio del que no pueda salir, o de lo contrario no podrá seguirnos y se quedará allí donde la dejamos.

Los niveles son variados y gozan de un estupendo diseño, y aunque en todos ellos el objetivo será destruir todo lo que se mueva, en algunas fases habrá de eliminar también unos objetivos concretos. Para localizar estos objetivos disponemos de un radar situado en la parte superior de la pantalla, que también determina el número de objetivos restantes. No faltarán los descomunales jefes de final de fase, ante los que podemos usar diferentes estrategias dependiendo de si atacamos en solitario, o usando la moto que nos acompaña.

Llegados a este punto, lo único que cabría lamentar es la omisión de un modo cooperativo para dos jugadores en el que el segundo jugador maneje la moto. Este vehiculo solo está disponible en ciertos niveles, y quizá sea ese el motivo de esta omisión. Pero tampoco habría costado mucho añadir esta opción aunque únicamente sirviese en algunas fases. También habría sido una buena alternativa para aquellos que no tengan mando de seis botones, pues aunque no se juega mal con el de tres, si que usar el de seis supone una ventaja apreciable.

¡En su máxima dificultad fliparás en colores!

Aunque la dificultad está bien ajustada, si sentimos que el juego es demasiado fácil o difícil, podremos escoger entre cuatro niveles de dificultad en el menú de opciones: Easy, normal, hard, y heavy. Este último nivel de dificultad no se limita únicamente a ponernos las cosas realmente complicadas, si no que además altera las paletas de color de los niveles para darles un tono más acorde con el enorme reto que vamos a afrontar. Esto aumenta el valor rejugable, pues si queréis verlo todo tendréis que dominar el juego hasta el punto de ser capaces de superar esta infernal dificultad.

La banda sonora acompaña muy bien y es animada, y los efectos de sonido cumplen pero sin grandes alardes. No esperéis que el juego os sorprenda en el apartado sonoro igual que lo hace en el apartado gráfico, pero al menos cumple sobradamente en este aspecto. Todo esto redondea un magnifico juego que os recomendamos encarecidamente, pues se encuentra sin duda entre los mejores títulos de este tipo para Mega Drive a pesar de no contras con la fama de otros grandes del género.

Para jugarlo en la actualidad la cosa se complica, encontrar el cartucho original es harto difícil, y aunque su precio no suele ser disparatado, tampoco es precisamente de los más baratos de la consola. No os molestéis en buscar reediciones, no las encontrareis. A día de hoy este juego sigue siendo exclusivo de Mega Drive, por lo que las únicas opciones son buscar el cartucho original y rezar por tener suerte, o pedir ayuda a "santa emulación", que afortunadamente siempre está dispuesta a escuchar nuestras súplicas.

Un título ideal para los amantes de los juegos de acción de antaño, mezclando plataformeo con disparos por doquier. Con una jugabilidad magnifica y un apartado técnico que os dejará sin palabras. Sacadlo del baúl del olvido y rendidle homenaje como se merece, vuestro espíritu jugón os lo agradecerá.