COMPLEJO

'Machinarium', un rompecabezas hermoso para gente con paciencia

La obra de Amanita Design destaca por su estilo visual y la complejidad de sus puzles.

Por Nacho Requena 6 de Octubre 2012 | 21:06

Desarrollar un juego donde los diálogos no están presentes, no es una misión sencilla. Y no porque al programador de turno le cueste más introducirlos, que no es el caso, sino porque la carga argumental no aparece en pantalla explícitamente, es decir, el jugador debe intuir qué está ocurriendo a través de un arte conceptual implícito. Es el caso de 'Limbo', de 'Journey' o del que nos ocupa hoy, 'Machinarium'.

Pictórico

Jugar a 'Machinarium' es lo más parecido que puede haber a interactuar con una obra de arte. El estilo visual es una auténtica preciosidad, con una paleta de colores planos, pero detallados. No está la escena abarrotada y cargada, sino que tiene los elementos justos y necesarios. Es como si el juego en sí fuese un artwork. Sí, esas láminas o imágenes que los estudios enseñan para que el usuario vea cuál es la fuente original. Ese artwork es el factor jugable. Y es hermoso.

Está la escena, ¿pero cuál es el sistema de juego? Bajo el clásico "point and click" se presenta una amalgama de puzles bastante complejos, aunque la IA puede echar una mano en caso de que sea imposible su resolución. El título se divide en estancias, cada una con diferentes situaciones a resolver y que deben ser completadas para pasar hasta el siguiente nivel.

La dificultad de 'Machinarium' se ve aumentada al tener que realizar una serie de comandos adicionales para concluir el puzle. Por ejemplo, Josef, que así se llama el robot que manejamos, puede estirarse o encogerse según sea el caso. Gracias a esta habilidad, podemos llegar a coger una serie de objetos que, a su vez, tenemos que combinar con otros. Situaciones rocambolescas que elevan la dificultad de 'Machinarium' hasta el punto de querer dejarlo en alguna que otra ocasión.

Un robot especial

En el párrafo anterior hemos hablado de Josef, un robot con un curioso apartado estético y protagonista de la aventura. Aunque la historia pueda parecer nimia y sin cierta conectividad en un primer momento (lo que sale al comienzo es Josef en un vertedero buscando las diferentes partes de su cuerpo), a medida que avanza la narrativa desvela el verdadero conflicto de intereses que nuestro particular personaje tiene consigo mismo, que no es otro que la búsqueda del amor platónico.

El guión también se ve teñido de otros enlaces secundarios, bien entrelazados con el transcurso de la aventura principal. Así, Josef podrá dilucidar los diferentes hechos pasados de su vida, la relación que tenía con antiguos compañeros o las verdaderas motivaciones que un día le llevaron a emprender un mágico y bello viaje.

'Machinarium' es una experiencia más cercana al mundo de los sentidos que al mercado de ocio. Si la calidad visual es un tesoro de dimensiones incalculables, donde todo está dibujado a mano y llevada a un universo digital, la parcela sonora sigue el mismo derrotero, es decir, el de una producción magistral. Cada melodía, cada sintonía, cada ambiente, tiene el toque idóneo. Ése que permite descubrir una nueva experiencia sensorial y que suena justo cuando debe sonar. Ni un ápice más.

Más allá de la dificultad del título en sí, que puede ser un factor negativo para los menos puristas y pacientes, el producto de 'Amanita Design' también se antoja con falta de recorrido. Todo está perfectamente hilvanado, pero la aventura se hace corta y se echan en falta más minutos de diversión y entretenimiento.

'Machinarium' es un producto que debe ser jugado alguna vez en la vida por su encantador apartado visual y sus enigmáticos puzles. Quizás no te guste por su elevada complejidad, pero no te va a dejar indiferente y lo terminarás retomando a lo largo del tiempo. Y no hay que olvidar una premisa: si un título no te deja indiferente, es que algo especial tiene.