BRUTAL COOPERATIVO

Análisis de 'Killing Floor 2' para PS4

Una propuesta rotunda y salvaje aupan a 'Killing Floor 2' como uno de los mejores juegos de acción multijugador del año.

Por Pedro Herrero 18 de Noviembre 2016 | 15:00

Más de un año lleva 'Killing Floor 2' en Early Access en Steam, concretamente desde abril de 2015, haciendo las delicias de los fans del juego cooperativo. Con más de 30.000 análisis positivos, el juego de Tripwire ha provocado unanimidad en aquellos quienes le han dado una oportunidad: es un gran juego de acción al que le falta contenido. Por ello todo este tiempo en acceso anticipado ha servido no solo para pulir fallos jugables (impecable trabajo, visto el resultado), sino para añadir características que aumenten su vida útil.

Finalmente, 'Killing Floor 2' hace su aparición en una versión definitiva que no solo podrán disfrutar los jugadores de PC, sino también los afortunados poseedores de una PS4, que reciben inesperadamente un juego al que deberían prestar atención si están cansados de competir y prefieren jugar con amigos. El juego del que hablamos es, sencillamente, una de las mejores opciones que hay en el mercado.

Acción pura y dura sin descanso

'Killing Floor 2' se ambienta en una Europa en la que un experimento biológico no ha salido como se esperaba y gran parte de sus habitantes ahora son Zeds, una suerte de muertos vivientes de varias formas y tamaños. Esto es todo lo que necesitas saber de la trama de este juego, aunque realmente... no es necesario saberlo. Este contexto es algo que Tripwire no tendría ni que haberse molestado en pensar porque no va a importar nada en absoluto en ningún momento, ya que 'Killing Floor 2' es un título meramente multijugador. En este sentido podría echarse de menos un modo campaña en cooperativo, pero parece que al final del día, no hace falta en absoluto.

Lo que propone es un modo horda, conocido como Survival (aunque hay otro modo, Survival Versus,en el que otros jugadores manejana a los enemigos), en el que de 1 hasta 6 jugadores deben sobrevivir a oleadas de Zeds, cada vez en más cantidad y más fuertes, y la variedad de ellos hace mucho por evitar la repetitividad: los hay que son simples zombies, otros con cuchillas en cada brazo a modo de espadas, algunos caminan como si fueran arañas, con lo que es muy difícil verlos... y sobre todo los más fuertes, con motosierras y guanteletes, y que necesitarán una buena lluvia de plomo para morir. Eso, por no hablar de los dos jefes que nos esperan al final de cada partida: Hans Volter y el Patriarca, realmente duros de pelar. Una lástima que solo haya dos, de hecho, pero es de esperar que esa cantidad aumente de la mano de Tripwire en los próximos tiempos.

Cada partida consta de 4, 7 o 10 rondas, al final de cada cual es posible acercarse a un puesto de mercader para reponer munición o armadura, o comprar mejores armas de nuestra clase con el dinero conseguido con varias acciones positivas durante el juego. Lo mejor es que la cantidad de Zeds de cada oleada se adapta a la cantidad de jugadores que hay en dicha partida, con lo que el desafío siempre está presente, y además, qué narices, el juego no es fácil, ya que también cuenta con varios niveles de dificultad. La cooperación entre cada jugador es clave, o al menos el actuar con sentido y siendo coherente con la clase que elijamos y su función, y afortunadamente, 'Killling Floor 2' es lo suficientemente difícil para que no nos encontremos jugadores trolls que vayan a su bola: ir de lobo solitario en partidas con varios jugadores lleva automáticamente a la muerte.

Sinceramente, he estado pensando en que la fórmula de 'Killing Floor 2' es repetitiva, pero contínuamente el juego me da razones para no hacerlo. Otra de ellas son las diez clases a elegir, cada una con no solo un arsenal diferente (rifles de asalto, lanzallamas, subfusiles, espadas, escopetas, lanzagranadas, etc...) sino también con un rol definido: Médico de Campo (con función obvia), Apoyo, que puede cerrar y soldar puertas para retrasar la aparición de Zeds, Tirador, Berserker, experto en armas cuerpo a cuerpo... Cada clase no solo otorga variedad a la forma de jugar, sino que requiere diferentes niveles de dominio del juego, ya que obviamente no es lo mismo atacar con un subfusil de gran cadencia de fuego que con una espada enorme similar a una Claymore.

También 'Killing Floor 2' sabe trabajar la progresión y es que por cada 5 niveles que superemos con cada clase se desbloquean 2 perks o habilidades pasivas, entre las que hay que elegir la que mejor se adapte a nuestro estilo o preferencias.

Otro de los aspectos áltamente positivos del juego son los mapas, tanto en calidad como en cantidad, así como en variedad. Los 12 escenarios presentes están realmente bien diseñados, con entornos que pasan de un laboratorio a un pequeño pueblo, hasta incluso la ciudad devastada de París, en los que encontramos un diseño de niveles fantástico, con intrincados pasillos o zonas más abiertas donde es más cómodo acabar con los Zeds. A esto hay que sumar la posibilidad de conseguir mejores armas a medida que avanzamos en la partida, con lo que definitivamente, lejos de ser repetitivo, ofrece suficientes alicientes para continuar jugando, ya que además, y lo que es más importante, es tremendamente divertido.

Y es que esto, señores, es lo primero y más importante que tiene que ser un videojuego. Personalmente, estoy cansado de ver como títulos aburridísimos se ensalzan a la categoría de clásicos instantáneos por un aspecto tal como su historia mientras otros, como puede ser este 'Killing Floor 2', pasan desapercibidos. No te hará pensar, no leerás líneas sobre él en los sitios más pedantes ni lo compararán con obras clásicas de otros medios, pero maldita sea, te lo pasarás de cojones jugándolo.

Candidato a sleeper del año

'Killing Floor 2' se ha colado en una fiesta en la que los invitados son más guapos y populares ('Overwatch', 'Battlefield 1', 'COD: Infinite Warfare'...) pero en la cual consigue captar atención gracias a lo sencillo y rotundo de su propuesta. No tiene modo campaña y solo dos modos de juego pueden parecer quedarse cortos, pero lo adictivo de su fórmula y las diferentes clases y sus roles garantizan vicio insano durante mucho tiempo, a lo que hay que añadir el contenido que Tripwire está dispuesto a implementar. Quienes no lo prueben se quedarán con que es un juego lleno de sangre y casquería, pero quienes lo hagan quedarán irremediablemente enganchados y dejarán de clamar inutilmente por un 'Left 4 Dead 3'. Junto con 'The Division', el mejor juego cooperativo de 2016.

ESTE ANÁLISIS SE HA REALIZADO EN BASE A LA VERSIÓN DE PS4