Crítica 'The Crucifixion': La propaganda religiosa hecha película

THE CRUCIFIXION

Crítica 'The Crucifixion': La propaganda religiosa hecha película

Por Maribel Baena

El 7 de Noviembre 2017 | 21:00

Crítica 'The Crucifixion': una película de exorcismos que no va más allá.

Las películas de posesiones son un clásico dentro del cine de terror. Esto hace que sea bastante complicado conseguir sorprender y hacer algo nuevo, puesto que todas tienen más o menos la misma fórmula. Pocas hay que realmente consigan romper con lo anterior y transmitir algo novedoso. Quizás por eso 'El Exorcista' es tan famosa, porque al ser de las primeras en tratar el tema, no tenía unos antecedentes tan claros con los que compararla.

Pese a ser clásicos, lo cierto es que también consiguen llegar siempre a una gran cantidad de gente. Dentro de su falta de novedad, también se incluye una certeza: al que le gusten este tipo de películas, siempre le gustarán las nuevas, si mantienen más o menos el mismo esquema.

Además, hemos de ser siempre lo más sinceros posible con nosotros mismos: al habernos criado en una sociedad donde la religión católica prima por encima de las otras, todos tenemos miedo al demonio. Creemos en esa dualidad entre el bien y el mal y, por tanto, creemos en esas criaturas demoníacas capaces de dominarnos y hacernos sentirnos presos en nuestro propio cuerpo. No hay nada que pueda producirnos más pánico que el hecho de sentir que no somos dueños de nuestras propias decisiones, que alguien toma el control de nuestra vida, y eso es justo lo que pasaría si se diera en la vida real una posesión demoníaca.

En este caso, 'The Cruficifixion' lo que busca es remover estos miedos ancestrales que guardamos en nuestro interior, hacer que estos despierten y, durante los noventa minutos que dura la película, nos mantengan en tensión. Que lo consigan o no es otra cosa, pero este es su objetivo.

La historia real tras la película

'The Crucifixion' ha sido dirigida por Xavier Gens, al que seguramente conozcáis de otras películas como 'La piel fría' o 'Frontière(s)', que poco tienen que ver con la que estamos tratando ahora mismo. Gens lleva en activo más de diez años, y 'The Crucifixion' ha sido su último proyecto. En ella, Sophie Cookson interpreta a Nicole Rawlins, una periodista que decide investigar un extraño caso en Rumanía. Al parecer, un sacerdote podría haber sido acusado de haber asesinado a una monja, a la cual le estaba realizando un exorcismo; Nicole, cuyo pasado con la religión es complicado, decide que es su momento, que lo que tiene entre manos es un reportaje muy prometedor, y se lanza a la aventura.

Todo comienza por un reportaje sobre un caso de asesinato

Nicole viaja a Rumanía, y comienza a indagar y a hacer preguntas. Si bien todo parece normal al principio, comienza a encontrar pistas que la llevan a lugares imposibles, que la hacen comprender que tras ese supuesto asesinato hay algo más.

Nada más comenzar la película, y de forma bastante predecible, aparecen en la pantalla las siguientes palabras: "Inspirada en hechos reales". Este tipo de películas, para conseguir aterrar siempre un poco más, suelen señalar al principio siempre que se encuentran inspiradas en hechos reales. En este caso, sí es cierto que sucedió algo parecido, y que los medios de Rumanía se hicieron eco durante muchísimo tiempo. Irina Cornici, con tan solo veintitrés años, fue asesinada por el sacerdote Daniel Peter Corogeanu en lo que posteriormente pasó a conocerse como el exorcismo de Tanacu.

Según el propio director, la historia le pareció "alucinante". "Nos hemos pegado a los hechos reales y al entorno todo lo que hemos podido. La historia real es horrible y da muchísimo miedo. Hemos colaborado con actores locales para darle un toque de realismo y presentar los hechos tal y como ocurrieron".

Una película en la que todo depende de la fe

Si analizamos 'The Crucifixion' a nivel individual, sin compararla con otras películas, podría parecernos un film bastante aceptable. Y es que realmente lo es, siempre que se sepa lo que se va buscando: una película sencilla, sin demasiadas pretensiones, para pasar una hora y media sin más. El punto más fuerte que tiene es que el entorno en el que está ambientada consigue impresionar casi por sí mismo, con lo cual no hace falta mucho más en este sentido.

Buena ambientación

Los actores hacen una buena interpretación, sin caer en el drama excesivo, siempre cuidando los límites. Eso sí: se abusa casi en exceso de los cambios de volumen para conseguir asustar al espectador, y esto puede llegar a ser bastante desagradable. En contra, es cierto que el hecho de que se puedan escuchar una especie de psicofonías en momentos puntuales de la película hace que la sensación de incomodidad aumente; así se consigue que el espectador se mantenga alerta, pero sin caer en el típico terror de los sonidos fuertes.

El principal problema de esta película es que es imposible analizarla a nivel individual, puesto que se la acaba comparando inevitablemente con 'El exorcismo de Emily Rose'; y es que parten de más o menos la misma premisa. Una persona agnóstica debe demostrar que, en efecto, el demonio existe y que solo dios podrá salvarla de sus problemas de fe. Se nos intenta vender la fe como algo obligatorio, de lo que dependemos a la hora de encontrar esa supuesta salvación eterna; a menos que estéis especialmente interesados en la fe católica, puede que esto os suene un poco publicitario. Porque lo es.

'The Crucifixion' no aporta nada a largo plazo

Si os estáis planteando seriamente si ver 'The Crucifixion' en el cine o no, debéis saber a qué os enfrentáis de antemano. Es una película que no os aportará nada nuevo, a menos que seáis novatos totalmente en esto de las películas de terror relacionadas con los exorcismos; de otro modo, sabréis perfectamente a qué final os enfrentáis en todo momento. E incluso podréis imaginar el final sin que nadie os dé una sola pista.

Eso fue exactamente lo que me pasó a mí: sabía en todo momento cómo iba a acabar, además de cómo se iba a llegar a ese final. Y eso que no conocía la supuesta historia original de la que se habla al principio de la película, ni había leído casi nada al respecto de esta película. Simplemente acudí al cine, dejándome llevar por mis propias ganas de ver una película sobre exorcismos que fuera diferente. No encontré lo que buscaba, por supuesto. En su lugar, encontré una película que parece hecha de recortes de otras historias, donde se nos intenta vender una religión como la única salvación posible, y cuyo final es tan previsible que da hasta pereza esperar para verlo.

Un ritmo aceptable

El ritmo de la película, no obstante, me pareció bastante bueno; el principio me resultó interesante, el nudo también, pero el desenlace me pareció demasiado precipitado, como si el presupuesto hubiera comenzado a escasear, o como si la idea no hubiera dado para más. No obstante, no estoy muy segura de si hubiera sido mejor idea alargar la película. Quizás el final hubiera acabado siendo igual de decepcionante, quizás no hubieran conseguido dar con un desenlace lo suficientemente fuerte como para hacer de esta película algo de notable.

No es una película que vaya a ser recordada por tener una gran trama; ni siquiera una que vaya a ser recomendada algún día como película de exorcismos, puesto que no tiene nada que les falte a películas anteriores. Aunque si queréis echar un rato, sin más, sí que debéis saber que cumple con todo lo que promete.

5,0

Lo mejor:

- Buena ambientación.

- Psicofonías.

Lo peor:

- Repite los mismos esquemas.

- No sorprende.

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