DEJAR MORIR LO VIEJO

Crítica de 'Star Wars: Los Último Jedi', la entrega más polarizante de la saga

Hablamos del octavo capítulo de la franquicia galáctica y nuestra opinión de cómo encaja con respecto al resto de entradas.

Por Daniel G. Astarloa 15 de Diciembre 2017 | 16:06

La galaxia está dividida. Un conflicto de terribles proporciones separa a dos bandos por el control absoluto y pocas cosas parece que puedan volver a unificarla. Sólo un hombre puede luchar en nombre de la luz y acabar con la disputa de una vez por todas, mientras todos esperan que traiga la respuesta definitiva sobre el futuro: el gran Jedi Luke Skywalker. ¿La República y la Primera Orden? No, hablo de a comunidad de fans de la mayor franquicia cinematográfica del cine galáctico.

'Star Wars: Los Último Jedi', octavo episodio de la space opera que inició George Lucas, ya se encuentra entre nosotros. La emoción y los ojos de todos están colocados sobre el equipo responsable y su director tras el choque de diferencias que supusieron 'El Despertar de la Fuerza' y 'Rogue One', los cuales trajeron consigo un interesante debate de hacia dónde debía seguir la saga a partir de aquel momento. Y cuando creíamos que esta nueva entrega tomaría uno de ambos caminos Johnson, su director, nos ha sorprendido a todos y ha tomado una dirección fuera de lo esperado.

Y por supuesto estad tranquilos: esta crítica está completamente libre de spoilers.

La Rebelión en peligro

Este octavo capítulo en la vida de los Jedi toma como filosofía una de las frases centro del largometraje que se repite de forma constante: dejar morir a lo viejo para abrazar a lo nuevo. Esta idea no sólo se toma como base argumental en la historia de Rey, Finn y Kylo Ren: la sigue hasta las últimas consecuencias en sus personajes, su fotografía, sus bases. Todo.

La historia nos presenta las cosas donde las dejó 'El Despertar de la Fuerza', con una Rey preparada para aprender el camino del lado luminoso de la Fuerza y una República debilitada tras el brutal ataque de la Primera Orden, la cual prosigue su plan de conquista sin detenerse lo más mínimo frente a la escoria rebelde ni tampoco la posibilidad de que algún día la leyenda de Luke Skywalker pueda resurgir.

En este aspecto el largometraje indica de forma constante que tomará la misma dirección que el episodio anterior e imitará a su equivalente en la trilogía clásica, 'El Imperio Contraataca'. De manera constante nos recuerdan las claves de aquella cinta con el maestro Jedi en un planeta remoto, un emperador lleno de avaricia y poderes inimaginables, un villano engullido por el Lado Oscuro pero en el que aún se atisban chispas de luz... La estructura es muy parecida. Pero cuando crees que has pillado el truco, cuando esperas que nada salga de lo ya establecido, te sorprende.

Elegidos por las estrellas

El punto fuerte de esta entrega está en sus personajes y el desarrollo que tienen a lo largo de las dos horas y media de duración que abarcan su historia. Todos ellos brillan con momentos y líneas argumentales propias que harán que sean los favoritos de alguien en la sala del cine: Rey continúa siendo una magnífica protagonista con el pasado de sus padres desaparecidos atormentándola. Finn intenta encontrar su lugar en el conflicto con la Primera Orden, indeciso de si huir por miedo o combatir contra lo que odias. Kylo Ren se encuentra frustrado, indeciso con qué clase de persona quiere ser de cara al futuro. Incluso Poe Dameron consigue un ascenso como una de las voces cantantes, obteniendo su propia trama argumental y aprendizaje por el camino.

Pero quienes roban el filme a su favor son sin duda alguna los hermanos Skywalker. Mark Hamill y Carrie Fisher se hacen con el poder de cada toma en la que aparecen con actuaciones soberbias y conflictos internos que hacen no sólo que nos preocupemos por el presente y futuro de estos personajes, sino también la clase de legado que dejarán para las generaciones futuras tanto dentro como fuera del cine.

Sí, hablo especialmente por la segunda, quien como muchos sabréis perdió la vida a finales del año pasado y este largometraje será guardado como su última contribución al medio. Sus escenas han sido elegidas con cariño y protagoniza uno de momentos más bellos cinematográficamente de toda la franquicia, de modo que como despedida final ha sido cuidada con el máximo respeto y un cuidado extremo. Tampoco falta precisamente la contribución de Luke, quien es fácilmente el mejor personaje de toda la cinta con un pasado oscuro que contar, un conflicto interno por desatar y el peso de las acciones de Kylo Ren aún sobre sus hombros.

Nuevos horizontes por conocer

Aunque sus personajes brillan con una fuerza espectacular hay que tener en cuenta que esta entrega decide hacer cosas propias que no se han probado nunca antes en la franquicia, para bien o para mal de muchos espectadores. Este aspecto será sin duda el que más polarizará a los espectadores, los cuales podrán aceptar los cambios y nuevos conceptos introducidos con los brazos abiertos o rechazarán de forma absoluta las decisiones artísticas tomadas.

El primer aspecto que provocará una distinción tan significativa es el uso de la Fuerza. Hasta el momento las normas de cómo funcionaba esta parecían estrictas y delimitadas a ciertos puntos concretos, pero 'Los Último Jedi' decide hacernos dudar sobre lo que creemos conocer de esta energía mística. Se muestran nuevos poderes, se enseñan límites desconocidos, incluso puede llegarse a exagerar un poco acerca de las capacidades de algunos de sus principales portadores, pudiendo cuestionarse como quizás deus ex machina al ser una fuerza tan desconocida.

Luego está la cuestión de respuestas contestadas. Algunas de las incógnitas que dejó 'El Despertar de la Fuerza' encuentran su respuesta aquí, pero no precisamente de una forma satisfactoria para muchos: algunos pensarán que las respuestas son inteligentes y lo suficientemente satisfactorias, otros que pueden ser vagas y algo conflictivas. A título personal no he encontrado bastantes de ellas nada positivas para el mito de 'Star Wars', pero las buenas sensaciones que transmite la película son suficientes como para que las acepte en el apartado global.

El brillo de una escena

El último apartado que hay que destacar es la fotografía. 'Los Último Jedi' tiene algunas de las escenas más bonitas y destacadas de toda la franquicia sus localizaciones son hermosas y variopintas, sus alienígenas creativos y novedosos para los ojos acostumbrados a ver las entregas principales de la saga.

La mano de Johnson, su director, puede notarse en momentos particulares en los que podemos saborear la delicia y buen gusto por la creatividad del creador de películas como 'Looper'. Cuando se trata de mostrar todo su potencial como artista no decepciona lo más mínimo, ya sea en una batalla con sables láser, luchas en el espacio exterior o un momento de reflexión y exploración interna de los sentimientos y el lado oscuro.

Conclusiones

'Star Wars: Los Último Jedi' no es una película que vaya a dejar indiferentes a sus fans. Está en una extraña posición en la que decide apostar por cosas que jamás antes se habían probado en la franquicia, por lo que mucha gente tenderá a odiar los giros argumentales y decisiones artísticas tomadas mientras que muchos otros amarán esta entrega por esos mismos exactos puntos. Lo cierto es que después de esto es difícil imaginar hacia dónde se dirigirán los siguientes capítulos de la saga, ya que parece abandonarse mucho de los puntos que creíamos que la definían: pero allá adonde vaya el barco estaré encantado de viajar con él y bordear el horizonte de las estrellas.