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Crítica 'Big Mouth': la animación para adultos está de moda en Netflix

BIG MOUTH

Crítica 'Big Mouth': la animación para adultos está de moda en Netflix

Por Maribel Baena

El 16 de Octubre 2017 | 22:48

La animación para adultos está de moda, y por eso 'Big Mouth' está triunfando.

Si creías que tras 'American Dad' o 'Padre de Familia' lo habías visto todo sobre el humor negro en versión animada, no podías estar más equivocado. Porque Netflix tenía un as bajo la manga: 'Big Mouth', una serie sobre la pubertad y todos los desbarajustes hormonales que esta suele acabar provocando.

Este veintinueve de septiembre llegó a nuestras pantallas, y no ha podido causar una mayor sensación. Quizás por su carácter sinvergüenza, por su falta de censura, o por tratar temas tan controvertidos como la sexualidad en la pubertad. Es una auténtica caricatura de todo lo que los adolescentes sienten, de todo lo que va cambiando en su interior y lo que estos cambios desembocan, y es digna de ver. Incluso para aquellos que no se consideren fanáticos del humor negro, las palabras soeces y el sexo explícito cada dos por tres; porque trata temas que nos son habituales, que nos son cercanos, y que todos hemos vivido en un momento u otro.

La serie está dirigida por Nick Kroll y Andrew Goldberg (que puede que os suene, puesto que es uno de los guionistas de 'Padre de Familia'. Se basa en la adolescencia de ambos creadores, aunque siempre añadiendo altas dosis de surrealismo, por supuesto. Mas también podría basarse, en cierto modo, en la adolescencia de cualquiera de nosotros. Porque si bien es, como ya hemos señalado, una caricatura, hay momentos en los que el espectador no tiene más remedio que reírse al ver representado su yo adolescente en la pequeña pantalla. A fin de cuentas, la adolescencia es algo por lo que todos hemos pasado necesariamente y, la hayamos vivido de una manera u otra, hay factores comunes que jamás olvidaremos.

El despertar sexual de los que ya no son tan niños

Los protagonistas son Nick y Andrew, dos adolescentes que, poco a poco, irán convirtiéndose en hombres. Pero aún les queda bastante para eso; ahora les esperan unos años bastante duros de pubertad, en los que no sabrán a qué atenerse, su cuerpo irá cambiando, sus hormonas comenzarán a trabajar de forma descontrolada y solo podrán pensar en una cosa: el sexo.

En 'Big Mouth' se nos muestra esta etapa intermedia en la que no somos ni niños ni adultos, en la que no podemos comportarnos ni como una cosa ni otra, y no sabemos muy bien cuál es nuestro sitio en el mundo. Tanto Nick como Andrew irán viviendo esas situaciones tan típicas: un olor corporal más fuerte, vello en zonas hasta entonces despobladas, un intenso despertar sexual, el primer tonteo con otras personas, dudas respecto a la sexualidad... Siempre acompañados de sus monstruos de las hormonas, Maurice y Connie, que no les pondrán el trabajo más fácil, sino todo lo contrario.

Los protagonistas principales

La primera temporada tiene tan solo diez episodios de veinticinco minutos cada uno, pero son más que suficientes para tener una primera aproximación a la serie y decidir si realmente nos merece o no la pena. Personalmente, he de admitir que me ha conquistado poco a poco. Pese a que no soy muy fan de las palabras soeces y de los insultos gratuitos, en 'Big Mouth' me parecen justificados casi en su totalidad. Porque, a fin de cuentas, los adolescentes hablan un poco así, quizás para rebelarse contra la autoridad paterna.

Es interesante, por otro lado, que se muestran estructuras familiares totalmente diferentes. Por un lado, hay una familia bastante desestructurada; una familia que se lleva muy bien, casi al extremo; otra que podríamos considerar normal, en el sentido de que es un matrimonio con sus más y sus menos; y una última que se puede apreciar desde prácticamente el principio que no está nada bien. Son núcleos familiares muy diferentes, pero todos se presentan igual de válidos ante el espectador, lo cual siempre es positivo.

Los problemas de la pubertad, esos que acabamos olvidando

Nosotros, los potenciales espectadores de 'Big Mouth', hace ya tiempo que pasamos la adolescencia. Pero gracias a esta serie, podemos llegar a ser capaces de recordar cómo nos sentíamos al ser adolescentes; qué implicaron para nosotros todos esos granos, esa grasa de más en la piel, esos nuevos vellos, el desarrollo de caracteres sexuales secundarios que hasta entonces desconocíamos, ese primer tonteo con el sexo. Incluso los adolescentes que vean la serie podrán sentirse identificados, en cierta medida; no debemos olvidar que estamos ante una caricatura, a fin de cuentas. Todo se lleva al extremo para hacer humor.

Cambios de la adolescencia

Se ahonda en temas que podríamos haber considerado tabúes hasta el momento, como la sexualidad en adolescentes. Pero no solo en chicos, sino también en chicas; y es que, aunque a algunos les extrañe todavía, las chicas también están salidas. Las chicas también tienen deseos sexuales, también les cuesta trabajo reprimirlos en según qué momento. Por desgracia, no se ahonda en la represión social que las chicas sufren respecto a su sexualidad, pero sería bastante interesante que sí que lo hicieran de cara a una posible segunda temporada, que sería más que bien recibida.

Si bien es cierto que quizás se exceden con el sexo explícito y con las palabras malsonantes, no debemos olvidar el contexto que se está tratando en esta serie. Estamos hablando de adolescentes, de chicos y chicas que se están descubriendo a sí mismos y ven en esto una especie de rebeldía contra lo que el sistema les impone. Además, todo está siempre bastante justificado; eso no quita que haya algunas bromas que puedan llegar a resultar desagradables para según qué público.

Una serie para adultos que merece una oportunidad

Actualmente hay muchas series para adultos que se parecen bastante en cuanto a la forma de expresarse, como las que hemos mencionado anteriormente, además de 'Rick & Morty' o 'BoJack Horseman', por ejemplo. Con lo cual es lógico que, al echar un primer vistazo a esta serie, pensemos que estamos ante más de lo mismo. Pero creedme si os digo que merece una oportunidad, puesto que su trasfondo es distinto. Es una serie con moraleja, y que, por suerte, tiende a mantenerse bastante alejada de las típicas bromas de "caca, culo, pedo, pis", más propias de 'Padre de Familia'.

Primeros besos y amoríos

La serie trata temas serios, pero siempre desde un punto de vista quizás excesivamente surrealista. Los monstruos de las hormonas son un claro ejemplo de ello: para hablar de la revolución hormonal que los adolescentes sufren, los guionistas introducen dos monstruos imaginarios (aunque muy reales para ellos) que representan todas estas fuerzas hormonales que se sienten durante la pubertad. Esto, si bien quita algo de seriedad, también hace que la serie sea mucho más amena; Maurice es, sin duda, el protagonista estrella de esta primera temporada.

Una serie fresca, fácil de ver y de devorar en apenas dos días, y capaz de sacar alguna que otra sonrisa. No es apropiada para todos los públicos, pero si tú eres de los que adoras el humor negro y soez, sin duda te convencerá desde el principio. Si te lo estás pensando, pero decides darle una oportunidad, échale un ojo a los dos primeros episodios y no te quedes tan solo con el primero. Porque si bien en el primero el protagonista es masculino, en el segundo es una chica, y es curioso ver cómo se abordan distintos problemas de los dos sexos durante la pubertad. ¡Y disfrutad de los diez episodios!

7,5

Lo mejor:

- Frescura.

- Rompe con los tabúes.

- Temas interesantes.

Lo peor:

- Muchas palabras soeces.

- Humor grotesco en algunas ocasiones.

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