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Crítica 'Amityville: el despertar': ¿hasta dónde se puede explotar una historia?

UNA TRAMA MUY TRILLADA

Crítica 'Amityville: el despertar': ¿hasta dónde se puede explotar una historia?

Por Maribel Baena

El 6 de Febrero 2018 | 22:49

Hay casos de misterio y terror que se hacen famosos, dan la vuelta a la Tierra y acaban siendo considerados casi del folclore internacional.

Hay casos de misterio y terror que se hacen famosos, dan la vuelta a la Tierra y acaban siendo considerados casi del folclore internacional. Algunos son por la veracidad que se puede intuir en sus palabras, que se consideran casi creíbles; otros son porque han sido probados en cierto modo, y otros simplemente porque acaban calando hondo en la sociedad. Sea por lo que sea, son historias que no pasan desapercibidas y que consiguen enganchar a una gran cantidad de seguidores. Y una de ellas, sin lugar a dudas, es la de 'Amityville'.

La historia que hay tras la casa de Amityville es bien conocida por casi todo el mundo, por no hacer una generalización más absoluta. Lo más aterrador de esto es que realmente se basa en un asesinato real, que sucedió y cuyo autor pagó con pena de cárcel. En el año 1974, Ronald DeFeo asesinó a todos los miembros de su familia a sangre fría (sus cuatro hermanos y sus padres); con solo veintitrés años, DeFeo mostró una impasibilidad que dejó anonadados a prácticamente todo los que leyeron la noticia. En ningún momento negó ser el autor de los hechos, sino que fue él mismo el que lo contó todo, sin aparente temor a las consecuencias. Cuando fue detenido sí que trató de culpar a su mejor amigo, pero, tras esto, acabó confesando que había sido él el asesino; en el juicio, explicó que unas voces le habían ordenado matar a toda su familia.

La película se sitúa en la conocida casa

Fue entonces cuando comenzó la leyenda. La casa de Amityville fue señalada como la presunta culpable de haber provocado que DeFeo asesinara a su familia. Los rumores hablaban de una supuesta habitación roja que hacía que la gente perdiera la cabeza, de posesiones demoníacas, de espíritus malignos que transformaban a las personas más corrientes en asesinos en serie. En 1979, solo cinco años después del asesinato, se lanzó la primera película que giraba en torno a esta historia, 'Terror en Amityville'. Pero no fue la única: todo lo relacionado con la misteriosa casa acabó haciéndose tan famoso que una película siguió a otra, hasta llegar a 'Amityville: el despertar', que se estrenó la semana pasada en España.

Un despertar bastante suave

En esta nueva película en torno a la casa más famosa de Estados Unidos, la protagonista es una joven que se llama Belle (Bella Thorne), junto con su madre (Jennifer Lason Leigh), su hermano gemelo (Cameron Monaghan) y su hermana menor (Mckenna Grace). Su hermano gemelo lleva años en coma, y los tratamientos que hay que llevar a cabo para mantenerle con vida son excesivamente costosos; eso ha llevado a la familia a una situación prácticamente insostenible. Para tratar de salir adelante, Joan, la madre, decide mudarse y comenzar de cero. Es entonces cuando sus caminos se cruzan con la antigua casa de Amityville.

Belle no sabe absolutamente nada del pasado de esa casa, no conoce la historia de DeFeo y sus asesinatos, y tiene sentido, puesto que cuando esto sucedió ella ni siquiera había nacido. No obstante, tarda en poco en darse cuenta de que algo extraño sucede en esa casa. Su hermano, James, de repente comienza a mejorar, cuando los médicos prácticamente le habían dicho que estaba muerto en vida; su madre se comporta de forma muy rara, y ella comienza a tener pesadillas.

Esto, junto a los comentarios de sus nuevos compañeros de clase, la lleva a investigar la historia de su nueva casa, y acaba descubriendo cosas que la sorprenden. Averigua todo lo que sucedió en su habitación, lo que supuestamente se encuentra bajo los cimientos de su nuevo hogar, y comienza a sospechar que su hermano James podría verse afectado por los espíritus de Amityville.

Cameron Monaghan: lo mejor de la película

Podría parecer una buena trama para una película de terror, puesto que contiene todos los elementos propios de este tipo de cine; mas el problema fundamental es que esta historia, la trama en sí, se encuentra tan trillada que todo lo que vemos en 'Amityville: el despertar' ya lo hemos visto anteriormente. Sabemos qué vamos a encontrar cuando Belle comience a investigar, sabemos perfectamente a qué enemigo se enfrenta y, sobre todo, sabemos cómo acabará la película pese a que apenas hemos comenzado a verla. Es como si nosotros mismos hubiéramos grabado escenas de la película y supiéramos qué vamos a encontrar antes siquiera de verlo.

Eso sí: el elenco está muy bien seleccionado. Cameron Monaghan (conocido por series como 'Shameless') hace una estupenda interpretación, llegando a transmitir con su mirada mucho más que Jennifer Jason Leigh con sus palabras, por ejemplo. En sus ojos se puede leer prácticamente todo lo que pasa por su mente, con lo complicado que esto puede llegar a ser en películas de esta temática. Bella Thorne, por su parte, hace un papel creíble, dotando de una fuerza que pareciera que su personaje no pudiera tener por sí mismo.

Los elementos clave de la película ya los conocíamos

Mas, siendo realistas, esta no es una película de terror que merezca pasar a la historia. Ni siquiera una que sea recomendable ir a ver al cine. El director, Franck Khalfoun, parece haber puesto mucho de su parte, pero esto no ha sido suficiente. El problema fundamental es que la historia de Amityville está demasiado vista; el planteamiento de que la casa tenga un nuevo despertar tras cuarenta años está bien, pero no es lo suficientemente intenso como para mantenernos enganchados al film.

La sensación constante es la de saber lo que sucederá, incluso la de querer avisar a la protagonista de todo lo que se le viene encima. Pero a esto hay que sumarle que los sucesos que van dándose lugar ni siquiera son lo suficientemente aterradores; es como si la acción fuera precipitada, apresurada, como si la casa supiera que la han descubierto y que debe actuar deprisa, o todo se acabará. Falta consistencia y, sobre todo, falta fuerza en una historia a la que le faltan minutos para ahondar completamente en el argumento. Y, aunque pudiera parecer incongruente, también sobran muchísimas explicaciones que ya conocíamos incluso antes de ver la película. Es decir: si ya conoces la historia de Amityville, sentirás que no hacen más que repetirte lo mismo; no obstante, si no has visto ninguna de las anteriores películas, podrías incluso llegar a perderte. Es curioso como una misma película puede estar tan vacía vista desde dos puntos de vista tan diferentes.

Bella Thorne es la protagonista

Ni siquiera contiene sustos que consigan impresionar. Hay un par de escenas que, por su contenido relativamente explícito, sí que hacen que el espectador se sienta incómodo, pero esto no dura más que unos segundos. No hay tensión, no hay empatía real con casi ninguno de los personajes, y, al finalizar la película, no quedan demasiadas ganas de continuar investigando sobre la historia real de Amityville.

El productor, Harvey Weinstein (famoso por haber sido acusado por decenas de mujeres tanto por acoso sexual como por abuso; aún está pendiente de juicios), parece haber querido explotar una historia que consideraba digna de un gran éxito, pero el tiro le ha salido por la culata. La película ha resultado ser un fracaso, donde ni siquiera los fans más acérrimos de Amityville y todo lo relacionado con esta leyenda, se ven reflejados en condiciones. Lo bueno, en pequeñas cantidades, está muy bien, pero tratar de sacar rentabilidad a una historia que ya ha sido contada en decenas de ocasiones es, quizás, excesivo. Esperemos que para la próxima se lo piensen dos veces porque, efectivamente, habrá una próxima vez.

4,0

Lo mejor:

- Buen elenco.

Lo peor:

- Hechos previsibles.

- Poco terror.

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