EXPERIENCIA RELIGIOSA

Con 'Civilization V: Dioses y Reyes' volveremos a echarle horas al juego de Sid Meier

Sin llegar a revolucionar para nada el juego, las novedades servirán para engarcharnos otra vez a 'Civlization V'.

Por Pedro Garcés 19 de Julio 2012 | 18:35

Han pasado casi dos años desde el lanzamiento de 'Civilization V' y la primera expansión del juego de Sid Meier ya está a la venta. Antes de ella hemos podido ver una gran cantidad de DLCs que aumentaban las naciones dosponibles o los mapas y, en este caso, se introducen la religión y el espionaje.

El resultado final no es malo, todo lo contrario, mejora la experiencia del juego de estrategia de 2K Games, pero el problema realmente es si podemos considerar a 'Sid Meier's Civilization V: Dioses y Reyes' como una verdadera expansión o es mejor pensar en ella como un DLC con algunos detalles de más.

La Fe verdadera

El principal cambio que veremos será la religión y más en concreto su recurso llamado "Fe". La fe para las balas, en este caso puede ser verdad ya que podremos sacar beneficios militares a nuestras creencias.

Al conseguir los primeros puntos de fe, se nos ofrece la posibilidad de crear un panteón a modo de religión politeísta y de esta forma escoger un beneficio directo para las ciudades que adopten esta creencia. Hay que tener en cuenta que hay un límite máximo de creencias por lo que hay que ser rápido en las partidas con muchos jugadores. Cada una de las mejoras que le añadamos a nuestra religión nos dará una ayuda militar, económica, científica, cultural o religiosa. Hay una gran variedad por lo que puedes usar estos beneficios para paliar alguna debilidad de tu civilización.

A partir de ahí te toca esperar a que salga un nuevo tipo de Gran Personaje, el Gran Profeta que tiene la habilidad de crear una religión de verdad y no esa "cosa" de falsos dioses que adorabas hasta ese momento. Puedes personalizar el nombre y un par de habilidades extra para potenciar tu imperio.

Tras otro rato de espera se te presenta la opción de reclutar un misionero que es una de las dos unidades religiosas, la otra es el inquisidor. Este señor puede acercarse a cualquier ciudad para contar las bondades de tu religión y convertir a cierto número de ciudadanos a tu causa. La religión de la ciudad será la de aquella que más ciudadanos conversos tenga. El señor inquisidor hace todo lo contrario, eliminar las religiones ajenas y evidentemente herejes.

Estas dos unidades se reclutan con fe, recurso que ganas mediante edificios, lugares sagrados creados por los Grandes Profetas, beneficios de tu religión y ciudades estado. El Gran Profeta puede expandir tu religión de forma más eficaz que los misioneros ya que convierte a todos los ciudadanos de una ciudad a tu creencia.

El único problema que se le puede poner al sistema religioso es que realmente no sirve para nada. Está bien expandir tu creencia, ganar ventajas por ello y que las civilizaciones que sigan tu fe sean más receptivas a tus reuniones sociales pero al final, no acaba de tener mucha relevancia en el juego.

Nos vamos a espiar

Un papel más importante es el que desempeñan los espías. No tienen el carisma de versiones anteriores en los que podías llevarlos a dar vueltas por el mapa ya en este caso se ven en una tabla desde la que los diriges. Sus funciones son: robar tecnologías a otras civilizaciones, proteger la tuya de espías extranjeros y ganar influencia en las ciudades estado.

Para determinar la eficacia de tus agentes, hay 3 grados de experiencia. Cuanto más tengan, más posibilidades de éxito. Para subir de nivel hay que realizar acciones de espía por lo que puedes tener varios fallos antes de conseguir un buen agente. Evidentemente, cualquier espía encontrado en territorio ajeno es motivo de declaración de guerra.

Unos cuantos extras más

También se ha mejorado la inteligencia de la IA, aunque sigue siendo un poco lerda y si nos gana será por pura fuerza bruta, eso sí no hará ataques aleatorios con tropas de asedio. Tampoco os espereis revoluciones en la diplomacia. Aún habrá que mantener un ejército poderoso si queremos que no nos ataquen por muy buenos que seamos.

No todo queda, aquí. Nuevas civilizaciones como los Hunos que tienen al señor Atila al frente o los Cartagineses con la señora Dido moviendo los hilos acompañan a 27 unidades nuevas , 13 edificios y 9 maravillas del Mundo que amplían el espectro estratégico del juego.

El combate naval también se ha retocado. Ahora tenemos unidades de "cuerpo a cuerpo" por mar que nos harán pensar un poco más a la hora de embarcarnos en una guerra por los océanos. El Gran Almirante será el encargado de dirigir estás tropas marítimas.

Realidad alternativa

Por último, tenemos 3 nuevos escenarios. El primero nos lleva al Renacimiento y se centra en la principal característica de la expansión: la religión. El segundo es una recreación de la época romana y a los que jugamos a 'Civilization II' nos traerá buenos recuerdos.

Pero es el tercero de los escenarios el que más destaca. Firaxis nos propone una realidad alternativa de corte steampunk en la que el mundo evoluciona de forma distinta desde el descubrimiento de la máquina de vapor. Tenemos un nuevo árbol de tecnologías a nuestra disposición para avanzar por esta nueva historia.

En definitiva 'Sid Meier's Civilization V: Dioses y Reyes' viene con religiones y espías debajo del brazo, dos elementos que ssin er fundamentales estarán presentes en casi cualquier aspecto del juego y que por lo tanto nos cambiarán la experiencia a la que estamos acostumbrados.

Es cierto que algunos piensan que una expansión debería de suponer un retoque mucho más importante en el núcleo del juego, pero lo cierto es que cumple con su función que es darle un aliciente más al juego base.

El multijugador funciona de forma muy fluida, algo que no pasaba en los primeros compases del juego, y los nuevos escenarios darán variedad. Además los jugadores que quieran conseguir logros, tendrán unos pocos más para coleccionar.