Análisis 'Atelier Shallie: The Alchemist of the Dusk Sea', el final de la trilogía de Dusk

ALQUIMIA Y ANIME

Por Manu Mora

El 10 de Marzo 2015 | 13:05

Gust y Koei Tecmo nos presentan el final de una trilogía con pocas novedades pero muy sustanciales, con respecto a los otros títulos de la saga.

La saga de Dusk de 'Atelier' llega al punto y final de su recorrido con 'Atelier Shallie: The alchemist of the Dusk Sea', donde veremos, desde el punto de vista de dos chicas apodadas Shallie, cómo se desarrollan los acontecimientos de este mundo en declive.

Si ya en los dos primeros títulos de Dusk, 'Atelier Ayesha: The Alchemist of Dusk' y 'Atelier Escha & Logy: The Alchemist of the Dusk Sky' quedaba bastante patente que el mundo empezaba a tener claros síntomas de agotamiento y que los recursos eran cada vez más escasos, en este tercero es ya muy evidente que la situación es muy insostenible.

Cinco años desde que Escha y Logi se separaron, el nuevo escenario pasa a ser Stellard, el único lugar en la zona que tiene fuente de agua natural y potable. Esta lugar se encuentra en la orilla del mar de Dusk pero no os esperéis encontraros con un lugar lleno de agua, sino que más bien se trata del lecho de arena que ha dejado ésta al retirarse y casi desaparecer.

Sin embargo, la vida sigue, y nos pondremos en la piel, bien de Shallistela, bien de Shallote, y nos haremos cargo de sus vidas intentando sobrevivir y encontrar la solución de esta situación límite.

Shallie y Shallie

Al igual que como ocurría con 'Atelier Escha & Logi', en esta tercera entrega podremos elegir manejar como personaje principal a cualquiera de las dos protagonistas que, curiosamente, se apodan igual. Y hasta aquí llegan las similitudes.

Shallote es una chica alegre, despreocupada y que solo piensa en hacer dinero, motivo por el cual acaba embarcándose en los secretos de la alquimia.

Dos Shallies

Por su parte, Shallistela es la hija del jefe de su pueblo, y acude a Stellard, para intentar encontrar la solución a la situación límite que sufre. También conoce las bases de la alquimia, pero es mucho más tímida y, sobre todo, algo menos interesada que Shallote.

Dependiendo del camino que elijamos veremos una parte de la historia u otra y aunque ambas llevan al final a una trama conjunta, sí es cierto que la parte de Shallistela es la que más contenido de argumento tiene, mientras que la de Shallote nos muestra más el día a día en este mundo.

Casi todas las mecánicas serán las mismas en ambos casos, tanto para la alquimia, como para el desarrollo de los personajes, sin embargo sí que hay algunas cosas que harán de forma distinta y, sobre todo, en sitios distintos, las dos chicas.

Exploración y recolección

Este último 'Atelier' ha incorporado varias mecánicas nuevas al sistema de exploración y recolección que no estaban en otras entregas, como es la cámara de 360º que nos permitirá buscar en todos los rincones de los escenarios.

Esto, que puede parecer un gran avance con respecto a otros juegos de la franquicia, la verdad es que se queda en algo bastante anecdótico ya que la extensión de los escenarios es minúscula. Cada punto del mapa será de apenas unos cuantos metros y, para variar, están muy vacíos y con texturas simples. Esto hace que no haya ningún sitio en el que realmente pueda usarse bien esta cámara para buscar o encontrar sitios escondidos, sin embargo sí que nos da una idea de lo que pretende Gust con el futuro de la serie. O eso esperamos.

Recolectando

También se añaden nuevos métodos de recolección, como es la minería y la pesca, cada uno correspondiente a una de las dos chicas. Funcionan exactamente igual que la recolección normal, pero con animaciones distintas.

Por lo demás, 'Atelier Shallie' es exactamente igual que sus predecesores, y no es un juego donde prime la exploración o el combate ya que las zonas tan pequeñas y la poca variedad de éstas hace que pasemos por ellas únicamente para recolectar lo que necesitemos y volver a nuestro laboratorio.

La alquimia y el tiempo

'Atelier' es una saga basada en la alquimia, y precisamente por ello es el punto que más cuidado hay en todo el juego. Las bases de 'Atelier Shallie' son exactamente las mismas que las que podemos encontrar en los anteriores títulos de la trilogía aunque se le añaden muchos pequeños detalles.

Cada receta nos pedirá una serie de elementos y nosotros deberemos de elegir entre los que tenemos para conseguir el mejor efecto final según nuestro objetivo. Por ejemplo, para hacer un cataplasma necesitaremos usar plantas y agua, pero nosotros tendremos en nuestro haber varios tipos de plantas medicinales y por supuesto, aguas más o menos puras que iremos recolectando o destilando.

MIrucca será la encargada de imbuir armas

Cada uno de estos elementos tendrá unas propiedades y un valor de elemento que nos permitirá desbloquear distintos nuevos potenciadores que usar durante el proceso de creación. Con estos podremos intentar alcanzar mayores calidades para conseguir desbloquear las propiedades ocultas de cada receta.

Será importante no solo el elemento en sí que usemos, sino también el orden en el que lo añadamos a la receta, tanto para la calidad final como para las propiedades que queramos heredar y, por si fuera poco, podremos hacer cadenas elementales para potenciar aún más todo esto.

Shallote y Shallistela serán las encargadas de hacer los distintos elementos del juego, como las pociiones, comidas, bombas, o distintos elementos de soporte para el combate, sin embargo será Mirucca, una amiga de Shallote, la que se encargue de imbuir el equipo (armas, armaduras y demás), con propiedades alquímicas en su taller. Evidentemente esto nos costará dinero.

Por suerte, en este 'Atelier Shallie', el elemento tiempo ha desaparecido por lo que no tendremos que preocuparnos porque se nos acabe el mes para hacer recetas y más recetas y mejorar así nuestra alquimia. Sin embargo, sí que hay una importante limitación: los cambios ambientales.

Nuestra acción en el terreno que ya de por sí está bastante al límite, puede ocasionar cambios importantes, como la escasez o desaparición de determinados elementos o monstruos en una zona, o incluso la aparición de algunos nuevos más fuertes y temibles.

Hay que ir con cuidado con esto porque los objetos pueden desaparecer hasta de las tiendas o llegar a alcanzar precios desorbitados, así que cuidado, porque no todo es tan ilimitado como parece.

Combate y experiencia

Otra cosa que cambia, y mucho, es el sistema de experiencia del juego. Tendremos dos tipos de niveles, los de combate y los de alquimia. Los primeros no suben combatiendo, pero los segundos sí que lo hacen cada vez que completamos una receta.

Para subir el nivel de combate e ir obteniendo habilidades y mejores parámetros tendremos que completar las tareas de la vida. Estas "misiones" son pequeños objetivos que se marcan las Shallies en su mente para ir progresando y se dividen en cuatro rangos. Cada uno de ellos nos dará algún tipo de experiencia distinto.

Los combates lucen bien pero no son profundos

Completar estas tareas hará que acumulemos experiencia u obtengamos beneficios, como mejoras en los PH, los PM o el ataque, por ejemplo, y cuando combatamos, nos darán este bonus.

Si hacemos combates sin tener en cuenta estas tareas de la vida estaremos perdiendo el tiempo ya que tan solo obtendremos uno o dos puntos de experiencia al finalizarlos, y, aparte de no subir de nivel, estaremos esquilmando los recursos de la zona, así que no busquéis greña por buscarla porque no servirá de nada.

Tampoco son ilimitadas estas tareas de la vida. Cuando el indicador de Shallie que se encuentra en la parte superior izquierda de la pantalla se llene, no podremos hacer más, y tan solo nos quedará preparar nuestro equipo y hacer algo de más alquimia o pasar al siguiente capítulo de la historia.

Apartado Técnico

'Atelier' es una saga anual, y como tal no se le pueden pedir grandes cambios de una entrega a otra, aunque lo intenta. Gráficamente el juego sigue siendo pobre, hasta para PlayStation 3. Tan solo destacan los modelados de los personajes, que están muy detallados y son realmente preciosos.

No hablamos solo de los principales, sino también de los secundarios e incluso los tenderos. Cada personaje en el juego tiene su carisma, su estilo e incluso su tema musical, y esto se agradece, sobre todo a la hora de hablar con ellos, ya que conforme pase el tiempo iremos descubriendo nuevas facetas de todo.

El estilo anime está presente en todo momento, y de hecho podremos elegir entre el audio japonés y el inglés. Los dos son realmente buenos y elegir uno u otro ya irá por gustos de cada uno.

Los escenarios están vacíos

Lo que sí está muy cuidado y sigue pareciéndome de lo mejor que tiene el juego es la banda sonora. 'Atelier Shallie' recicla varios temas de la saga de Dusk, pero también incorpora nuevos como el tema principal y nuevas músicas de zonas y batallas.

Habrá momentos en los que tendremos que pasar mucho tiempo en un solo sitio, como cuando hacemos alquimia o imbuimos armas, ya que habrá que probar, quitar, poner y deshacer. Es en estos momentos donde descubrimos que las melodías elegidas son las idóneas, ya que en ningún momento nos cansamos de ellas ni nos chirrían en la cabeza.

Los escenarios, aunque pobres, síq ue van acompañados de variaciones del tema principal o del mapa y muchas de ellas son con guitarra o más lentas, e incitan a eliminar a todos los enemigos de la zona para quedarnos un poco y escuchar la melodía.

Conclusión

'Atelier Shallie: The Alchemist of the Dusk Sea' es un juego de rol de otro estilo. No se centra en las batallas, ni en las subidas de nivel, aunque son necesarias, sino que busca más la relajación y se aleja de la complejidad de otros RPG más tradicionales.

Este juego se centra en la alquimia, en rompecabezas para conseguir el mejor objeto y en ver las relaciones entre los personajes. No falta la acción, pero si quieres disfrutar al cien por cien del título, tienes que saber que eso es lo secundario, mientras que la parte más reflexiva es aquí la principal.

7,5

Lo mejor:

Mejora el sistema de batalla. No hay tiempo para hacer las recetas. La banda sonora es muy buena. Mejora la exploración.

Lo peor:

Los escenarios son muy pobres. Se hacen repetitivos porque no hay gran variedad. Los combates no son excesivamente profundos, aunque cumplen.

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