CAPÍTULO FINAL

'Assassin's Creed: Revelations', merecido y necesario final para Ezio Auditore

El italiano se despide mientras Desmond lucha entre la vida y la muerte en lo nuevo de Ubisoft, que peca de los mismos errores que sus anteriores entregas.

Por Jesús Agudo 9 de Diciembre 2011 | 12:01

Ubisoft encontró un auténtico filón con el primer 'Assassin's Creed'. Prácticamente de casualidad revitalizaban el género del sigilo en la nueva generación de consolas, pero lejos de hablar del futuro nos trasladaba al pasado más épico. Poco después llegó Ezio Auditore para tomar el papel principal de las siguientes entregas, y la compañía iba puliendo una franquia que venía para quedarse.

Dos gigantescas aventuras después, es hora de dar carpetazo a la historia de Ezio. El italiano ha madurado, tanto que ya roza la vejez, y es obvio que llegaba el momento de entregar el testigo a lo que está por venir. No adelantemos acontecimientos, adentrémonos primero en las entrañas de 'Assassin's Creed: Revelations'.

A simple vista pocas novedades vamos a encontrar en el cuarto gran juego de la saga que tanto ha diversificado fuera de las grandes consolas. Cuando con 'Assassin's Creed: La Hermandad' demostraron que el juego gustaba tal y como estaba, lo único en lo que nos podían sorprender era en la ambientación y en la historia.

Sobre lo primero está claro que la Constantinopla de la Edad Media y demás villas que pueblan el universo de 'Revelations' han sido suficientemente trabajadas, en eso Ubisoft nunca falla. Sin embargo, recordando Roma nos damos cuenta que en esencia no podemos encontrar demasiadas divergencias, Estambul se parece demasiado a la capital italiana, destacando solamente en monumentos y algunos personajes que pueblan la ciudad.

El diseño de personajes tampoco ha variado en exceso. El traje de Ezio tiene eso sí más detalles que los anteriores, una evolución lógica, y aprovechando la vertiente oriental de la población juegan con otro tipo de diseños, dándole más variedad al conjunto. La banda sonora, aunque escasa, acompaña lo suficiente a la aventura.

La trama principal vuelve a dar todo el peso a Ezio mientras el pobre Desmond se encuentra en las entrañas del Animus debatiéndose entre la vida y la muerte. Su antepasado se encargará de buscar las llaves que abren la biblioteca de Altair, protagonista de la primera entrega. Los templarios siguen detrás de él.

Mientras que el hecho de que Desmond esté en coma es suficiente aliciente para continuar, el juego peca de lo mismo que le ocurría a las anteriores entregas de la franquicia: la monotonía. Mundo abierto como siempre, a medida que vamos cumpliendo misiones nos damos cuenta de que todas remarcan demasiado el hecho de que el sigilo será lo primordial. Para los amantes del género les parecerá una buenísima noticia, pero no ayuda al ritmo del juego, que va ganando en lentitud cada vez que nos ceñimos a "seguir a alguien" u órdenes similares.

Bendito gancho

Dos novedades jugables, quitando las partes de Desmond que no terminan de despegar, son las que intentan darle el toque novedoso a 'Revelations'. Una es el gancho, un nuevo gadget que sirve tanto para atacar como para por ejemplo utilizar las cuerdas de Estambul como tirolinas. Por fin un método para agilizar el recorrernos la gigantesca ciudad de un lado a otro. Parece una tontería, pero el gancho es uno de los principales puntos a favor de 'Revelations'.

Por otro lado tenemos el sistema de bombas, otra función que Ubisoft ha implementado muy profundamente en la aventura. Aunque es cierto que nos permite abrir el abanico de ataques o estrategias, muchas veces podremos optar por no utilizarlas y no será una gran pérdida, y aunque hay unas cuantas bastante interesantes. Las podemos fabricar en unos cuantos sitios repartidos por todo el mapa, y el hecho de probar todas también nos impulsará a darle una oportunidad al sistema.

En un segundo plano encontramos el "tower defense" que tanto gusta en los juegos para móviles y que aquí se traduce en realizar la estrategia de colocar asesinos por los tejados para evitar que conquisten una de nuestras guaridas. Lejos de ofrecer variedad, rompe de nuevo con el ritmo ampliando el tiempo de vida del juego pero entorpeciendo el avance de la historia principal.

En el terreno online encontramos pocas novedades con respecto a 'La Hermandad', pero ya funcionaba muy bien en el juego anterior. Nuevos personajes, mapas y modos permitirán a los asesinos de todo el mundo seguir perfeccionando sus habilidades como silenciosos y letales guerreros. Si funciona, no lo toques.

Mirando al horizonte

'Revelations' supone una muy buena forma de cerrar la primera parte de 'Assassin's Creed'. Ofrece todo lo bueno que tenían los anteriores juegos, nada más. Pero es una conclusión muy necesaria para una saga que poco a poco ha caído en rutina. No quiere decir que no sea un juego que asegura muchas horas de acción y entretenimiento, pero si quieren mantener la salud de la franquicia para que les dure más, tienen que dar un giro muy grande para no encontrarnos con lo mismo una vez más.

Precisamente el cortometraje 'Embers' que se encuentra en algunas ediciones pone la semilla para comenzar a especular acerca del siguiente paso de la estirpe de asesinos, y sin spoilear a nadie, hay que decir que los chicos de Ubisoft siguen teniendo capacidad de sorprender dentro de la saga. Pero 'Revelations' es una manera muy digna de despedirnos de Ezio, dejarnos con un buen recuerdo y conseguir que estemos un año más esperando al siguiente 'Assassin's Creed'.