PLATAFORMAS SIN SALTOS

Análisis de 'Witcheye' para Nintendo Switch, la aventura del ojo volador

La curiosa obra de Moon Kid Games llega a Nintendo Switch directamente desde móviles, con una interesante aportación al género de las plataformas.

Por Rodrigo Aliende 7 de Octubre 2020 | 14:15

Cuando ves en la ficha de un juego que Devolver Digital está involucrada de alguna forma, sabes que estás ante algo especial o, cuando menos, curioso e interesante. La distribuidora texana ha conseguido crear un catálogo de juegos independientes con personalidad propia. Aunque no todos sean grandes éxitos o títulos brillantes, al menos es positivo que haya alguien intentando hacer cosas de forma diferente. Y, de paso, nos hacen reír gracias a sus extravagantes y autoconscientes conferencias del E3 (siempre que no haya una pandemia mundial de por medio). 'Witcheye' es el nombre del juego desarrollado por Moon Kid Games, con Peter Malamud Smith a la cabeza, creador de 'The Great Gatsby' para NES y otros títulos de éxito en móviles como 'Satellina' y 'Satellina Zero'. No en vano, 'Witcheye' apareció originalmente en dispositivos móviles y luego llegaron las versiones de Nintendo Switch y PC.

Como su propio nombre indica, en 'Witcheye' nos ponemos en la piel del ojo de una bruja. Un caballero y un mago le han robado los ingredientes para sus pociones y ésta ha decidido transformarse en un globo ocular para recuperar lo que es suyo y vengarse de aquellos dos personajes. No es más que una excusa para el planteamiento jugable que nos propone Moon Kid en este curioso juego de aventura y puzles, porque no todos los días se controla a un ojo que flota.

Lo primero que llama la atención de este 'Witcheye' es que estamos ante un plataformas en el que no existe la opción de saltar, ya que nos movemos todo el tiempo por el aire. Mientras que en los dispositivos móviles sólo era posible controlar al ojo volador con controles táctiles, en la versión de Switch tenemos también la opción de hacerlo con el stick y los botones. El funcionamiento del ojo es muy sencillo: le indicamos la dirección en la que debe ir y luego cuándo debe pararse. La verdad es que valorar el control no resulta fácil, ya que en ocasiones funciona bastante bien y en otras puede llegar a resultar frustrante porque el ojo no va donde queremos. Eso sí, es mucho más preciso el uso de los sticks que el de la pantalla táctil.

El desarrollo del juego es como en cualquier plataformas, en el que tenemos que derrotar a los enemigos y abrir cofres mientras avanzamos en sus cortos niveles. Con tan sólo chocar contra los monstruos acabaremos con ellos, por lo que, con el progreso en la aventura, se volverán más duros y ágiles y sólo será posible destruirlos tocándolos desde un ángulo concreto. El curioso control de 'Witcheye' nos pondrá en más de un aprieto con ciertos enemigos que saltan y se mueven demasiado rápido e incluso nos lanzan proyectiles para defenderse. La libertad que tenemos gracia a ser un ojo flotante también nos permite pasar de ellos directamente (salvo en contadas veces que estamos en una habitación cerrada hasta que no vencemos a todo el mundo). Posiblemente para evitar que el jugador se salte los combates, algunos enemigos dejan al morir unas gemas, que funcionan como coleccionables en el juego.

Estos diamantes ocultos y la dificultad pueden ser las únicas excusas para volver a completar la aventura, aunque la cuestión de la dificultad está algo forzada, ya que al principio de la aventura sólo nos dejan seleccionar una, algo sencilla para nuestro gusto. Es más, el juego es más difícil por su control que por sus enemigos. Al principio, colarse por determinados huecos o destruir algunos bloques puede costarnos varios intentos y llegar a frustrarnos un poco, pero una vez nos hacemos con el control (mucho mejor con los sticks que con la pantalla táctil), el movimiento del ojo tiene una serie de características que lo hace más complejo de lo que parece a simple vista.

Cuando 'Witcheye' se pone realmente interesante es en los jefes finales, momentos en los que se aprovechan las simples mecánicas del juego y se combinan con los diferentes patrones de los jefes. La idea es exactamente la misma que en el resto: esquivar sus ataques y golpear en los puntos débiles.

'Witcheye' tiene un espíritu completamente móvil y no sólo por su control táctil. La estructura de niveles está claramente pensada para sesiones cortas, ya que apenas duran entre uno y dos minutos, y puede hacerse muy repetitivo. También se siente (y controla) mejor con la consola en modo portátil. El aspecto gráfico imitando la época de los 16 bits le queda realmente bien y consigue captar bien las diferentes esencias de cada uno de los mundos. Sin embargo, no se ve tan bien cuando jugamos en la pantalla grande.

Conclusiones

'Witcheye' es un juego muy sencillo, con unas raíces fuertemente ancladas en los dispositivos móviles, que consigue crear cierto toque adictivo mediante unas mecánicas muy simples, pero que requieren algo de habilidad para dominarlas (cayendo un poco en la frustración por el camino). La obra de Moon Kid Games es divertida en ratos pequeños, lo malo es que se vuelve repetitiva en poco tiempo y tiene pocas razones para volver a jugar.