ANÁLISIS

Análisis 'Unravel' (PS4) - La poesía con corazón de lana

'Unravel' nos plantea una preciosa aventura donde un pequeño muñeco de lana vive un viaje hermoso y mágico por igual.

Por Gerard Álvarez 27 de Febrero 2016 | 09:05

Hay veces que no conocemos el motivo ni la razón, pero hay ciertos juegos que marcan un antes y un después en tu percepción del mundo de los videojuegos. Estamos acostumbrado a títulos donde solo descargamos adrenalina por doquier, sin la necesidad de saber la explicación a tanta violencia y descontrol desmesurado. Pero hay ocasiones que llegan piezas, como la que hoy tratamos, que nos hacen detenernos un minuto en este mundo de locos para percibir sensaciones que quizás muchos no pensaran que podrían experimentar con un mando entre las manos. 'Unravel' es un juego diferente, con sus admiradores y detractores, pero lo que es seguro que no deja a nadie indiferente. Quizás, lo más parecido a una composición poética que vayamos a encontrar en una consola.

Poesía hilada por los sentimientos

Hablar del nuevo juego de Electronic Arts es analizar un título diferente, un ejemplo que podría unirse a joyas como 'Journey' o 'Flower'. Una mágica aventura que no solo divierte, sino que también transmite a través de sus enseñanzas. Estamos ante una odisea que no necesita ni conversaciones, ni una sola letra en pantalla para dejar clara su intención y el aprendizaje que quiere transmitir. 'Unravel' conjuga los géneros de puzles y plataformas para ofrecernos un conjunto que no excede por su complejidad, pero que sí nos exigirá en ciertas ocasiones que nos paremos un instante a reflexionar y sentir lo que nos rodea.

El protagonista de nuestra aventura es un pequeño muñeco de lana llamado Yarny. Este delicado y frágil personaje debe abandonar su hogar, el lugar que lo vio nacer, para adentrarse en la realidad del mundo que le rodea. Para él, salir al exterior es enfrentarse a un lugar inhóspito que desconoce por completo. La necesidad de rememorar los recuerdos de su familia es el aliciente que le hace encaramar su particular odisea y enfrentarse a peligros, para nosotros hechos cotidianos, pero que para él suponen un desafío sin parangón.

Durante los 10 niveles de los que está compuesto el juego, unas cinco o seis horas de duración, atravesaremos el jardín de su casa, un embarcadero o un bosque lleno de animales que se interpondrán en nuestro camino de volver a encontrarnos con nuestra familia. El papel que juega el entorno en 'Unravel' es clave para comprender una historia exenta de conversaciones o de texto, pero que a medida que te embarcas en la aventura, vas comprendiendo por completo el pesar y la tristeza de nuestro pequeño protagonista. A medida que avanzamos en los diferentes niveles, vamos encontrando fragmentos de recuerdos que se visualizan como si las estrellas se unieran al paso de Yarny. Sin duda, estamos ante una historia que sabe calar en el jugador, y que cada uno puede interpretar de forma dispar, si bien para uno puede ser una triste narrativa de melancolía, para otros puede ser el feliz recuerdo de un personaje con un corazón de lana que late con fuerza.

La unión de dos géneros

Como ya hemos comentado, 'Unravel' se nutre de dos géneros clásicos, los puzles y las plataformas. En este sentido, no estamos ante un juego que exija exprimir nuestros cerebros para encontrar la solución al dilema y poder continuar la aventura. Este título basa sus enigmas en saber gestionar el entorno que nos rodea y utilizarlo para nuestro beneficio. Yarny es un personaje compuesto de lana, lo que le permite utilizarla para engancharse a diferentes salientes, agarrar objetos lejanos, o hacer nudos entre dos puntos distantes y crear puente por los que poder atravesar. La pega de su singular habilidad es que a medida que andamos o realizamos algunas de estas acciones, nuestro cuerpo va perdiendo lana hasta llegar un momento que no podemos continuar. Saber gestionar nuestro movimientos se hace indispensable para poder avanzar por los diferentes niveles.

Cierto es que existen puntos de "recarga" donde podemos volver a hilarnos y volver a ser un muñeco regordete, pero en la mayoría de los casos, no podemos hacer un uso desmedido de nuestra lana, ya que con total seguridad tendremos que deshacer nuestros pasos y encontrar la fórmula que no exija tanto dispendio de nuestro vital material.

De igual modo que los rompecabezas están bien gestionados y son originales, donde en muchos de ellos tendremos que razonar y comprender los objetos que nos rodean, las fases más plataformeras acusan de cierta imprecisión. Este defecto se percibe más todavía cuando se trata de momentos donde tenemos que impulsarnos o balancearnos con nuestra lana, al puro estilo de Tarzán, ya que los salientes donde nos tenemos que enganchar no son suficiente claros como para realizar un aterrizaje correcto. También se nota algún que otro fallo cuando tenemos que hacer cualquier tipo de movimiento previo al salto, donde la rapidez de nuestros movimientos son indispensables, ya que la reacción de nuestro protagonista no es todo lo fluida que debiera para ser un juego que se nutre tanto de las plataformas.

Cierto es que en un primer instante el planteamiento general de 'Unravel' puede ser sencillo y simple, prestándose a ser demasiado lineal para aquellos que no lo hayan catado de forma previa. Pero nada fuera de la realidad, estamos ante un título donde sus mecánicas no se hacen nada monótonas ni aburridas, sobre todo a la majestuosidad de su ambientación y las sensaciones que transmite al jugador cada vez que inicia una partida.

Un verso con imágenes y música

Uno de los punto más fuerte y que más transmite en el juego son los escenarios que lo rodean. Electronics Arts ha sabido conjugar a la perfección entornos, a priori sencillos, para transformarlos en una auténtica odisea hecha videojuego. Nos encontramos con parajes tan comunes como un jardín, un bosque o un embarcadero, pero son aquellas cosas que en nuestro día a día pasamos desapercibidas las que ganan protagonismo en este título. La aparición de un pájaro o un cangrejo que nos hace la vida imposible, una simple ramita perfecta para poder navegar por un charco, o un flor que nos sirva de cometa mientras nos mece la suave brisa, hacen que pasear por el mundo de 'Unravel' sea toda una delicia. A su vez, el apartado gráfico que mueve toda esta poesía jugable, roza un nivel muy alto. Podíamos achacarle ciertos momentos donde podemos observar que no están todos los elementos igual de pulidos, o movimientos de nuestro protagonista demasiado mecánicos, pero son pequeños defectos que para nada ensombrecen un apartado técnico sobresaliente.

Mención especial es la que debe tener su banda sonora. Un proyecto de esta índole sin una sinfonía adecuada, podría haber roto la magia. En este caso, no solo es que se adecue, sino que se convierte en el mayor exponente del juego. Melodías que no hace otra cosa que transportarnos más todavía a la fantasía que supone 'Unravel', y que sin duda, como en el caso de 'Journey', deberían pasar a la historia del videojuego por su belleza y coherencia poética. Muchos pueden ser los adjetivos que describan su apartado sonoro, pero yo me quedo con uno, maravilloso.

Conclusión

'Unravel' es ese tipo de juegos que quedarán grabados en la retina y en el corazón de muchos amantes de los videojuegos. Si hubiera una comparación directa entre poesía y ocio electrónico, este título es la definición perfecta. No estamos ante el juego más exigente, ni más adictivo, ni quizás en el que más ventas consigas. Pero sí que estamos ante el ejemplo de que los videojuegos pueden llegar a ser arte. Durante todo mi análisis creo que he dado razones suficiente para que tú, querido lector, disfrutes de uno de esos títulos que dentro de unos años puedas decir: "jugué a 'Unravel'".

ESTE ANÁLISIS SE HA REALIZADO EN BASE A LA VERSIÓN DE PS4