REVIEW

Análisis 'The Last Guardian' para PS4

La última obra de Fumito Ueda por fin esta ya entre nosotros, ¿Cumplirá 'The Last Guardian' con todas las expectativas depositadas en él?

Por Raúl Manero 14 de Diciembre 2016 | 10:04

Las últimas semanas de 2016 nos han dejado algunos de los lanzamientos más esperados no solo de este año, sino de la última década. Si el pasado 29 de noviembre le tocaba el turno a 'Final Fantasy XV', el pasado miércoles 7 de diciembre le tocó el turno a otro juego que llevaba más de diez años de desarrollo, 'The Last Guardian', la última gran obra de Fumito Ueda.

Mucho ha llovido desde que se mostró por primera vez 'The Last Guardian' al público, en aquel entonces era un proyecto destinado a ver la luz en PS3, y después acabo pasando al más absoluto ostracismo. Cuando ya todos lo dábamos por muerto y enterrado, en el E3 del 2015 resurgió como un ave fénix de sus cenizas, y Sony sorprendió al mundo entero con el lanzamiento a corte plazo de este esperadísimo título.

Lo cierto es que sobrevivir a un desarrollo tan tumultuoso como el que ha tenido 'The Last Guardian' es prácticamente imposible, y viene a ser una muestra de compromiso e interés para llevar esto adelante, tanto por parte de Sony como del Team ICO. Y el resultado no dejará indiferente a nadie, ya que, si bien 'The Last Guardian' no es perfecto, ni mucho menos, es un título fantástico que enamorara a todos aquellos que disfrutaron en su día de 'ICO' o de 'Shadow of the Colossus', y hará pasar un rato fantástico a aquellos jugadores que pongan un mínimo de predisposición por tu parte y le den una oportunidad.

Los que sigáis asiduamente Zonared, así como el podcast de esta casa, sabréis que desde ese mes de junio del 2015 me mostré tremendamente escéptico con lo que pudiera ofrecernos 'The Last Guardian'. Y es que mi relación con los juegos del Team ICO es un tanto peculiar, ya que, si bien soy un enamorado de 'ICO', 'Shadow of the Colossus' nunca llego a convencerme, y si a esto le sumamos el desarrollo tan anormal de 'The Last Guardian' me temía lo peor. Sin embargo, me alegro muchísimo de haber pasado estas horas con Trico y su pequeño amigo, ya que he podido disfrutar de una experiencia única, un juego que, si bien no será un fenómeno de masas, dejará maravillada a muchísima gente.

Unir fuerzas para avanzar

Desde el primer momento que pongamos 'The Las Guardian' en nuestra PS4 tendremos la sensación de que estamos delante de algo único y diferente a todo lo convencional. A lo largo de toda nuestra aventura, encarnaremos el papel de un niño que despierta en una zona desconocida, muy lejos de su casa junto a una misteriosa criatura, Trico, ese carismático "perropollo" que se ganó el corazón de los jugadores desde un primer momento.

Sin embargo, el Trico que nos encontraremos a principio del juego, difiere mucho de ese animal cariñoso, simpático y amigable que vimos en los vídeos. Inicialmente, durante los primeros compases del juego, nos encontraremos con un animal arisco e incluso peligroso. Algo que por fortuna no durará mucho, ya que uno de los grandes detalles que nos deja 'The Last Guardian' es ver cómo va evolucionando la relación entre Trico y el niño, que pasa de ser muy distante en un inicio, a ser tremendamente cercana en la parte final, con escenas y situaciones que llegarán a ponernos el vello de punta.

A lo largo de toda la aventura, esta extraña pareja se pondrá manos a la obra para conseguir descubrir dónde estamos y regresar a casa. Para ello visitaremos distintas localizaciones bien diferencias entre ellas, en donde deberemos resolver todo tipo de puzles para poder continuar progresando. Aunque también, en determinados momentos deberemos hacer frente a unos misteriosos enemigos entre los que nuestro amigo se abrirá paso a zarpazos y bocados. Y precisamente lo que rodea a los puzles es realmente brillante de 'The Last Guardian', y es que Trico y el niño deberán unir fuerzas (cada uno con sus virtudes e inconvenientes) para poder progresar. Como niño tendremos la posibilidad de colarnos por verjas o agujeros, pero, por ejemplo, también tendremos problemas a la hora de mover objetos pesados. Luego Trico podrá alcanzar zonas que de otra forma no podríamos, saltándose, haciéndonos de puente, etc. Pero, además, en todo el tema de puzles, hay un detalle que me parece muy curioso y acertado, ya que, en determinadas situaciones, tendremos la posibilidad de acceder a determinados puntos por nuestra cuenta, o a lomos de Trico dándole las instrucciones adecuadas.

Un compañero con vida propia

Precisamente el comportamiento de que tiene Trico a lo largo de todo el juego es un matiz muy positivo, y otro bastante negativo. A un lado de la balanza nos encontraremos con que nuestro querido "perropollo" es un animal que rezuma vida, y es que no estará detenido esperando nuestras interacciones, sino que se irá moviendo libremente e incluso en ocasiones se olvidará de nosotros para ir a hacer algo, especialmente cuando se respire un aroma muy concreto en el ambiente. Además, en ocasiones Trico también nos servirá de guía para ver hacía adónde vamos o que tenemos que hacer, ya que por ejemplo se quedará mirando a zonas concretas o jugueteará con determinados elementos que serán clave en nuestro avance.

Pero el comportamiento de Trico también puede ponernos un poco nerviosos en determinadas situaciones. Y es que en más de una ocasión nos encontraremos con que sabemos lo que tenemos que hacer, pero necesitamos que nuestro compañero animal haga una acción determinada, y por muchas instrucciones que le demos, puede "ignorarlas" haciéndonos perder, como mínimo, un poco de tiempo.

La sencillez por bandera

Jugablemente 'The Last Guardian' no busca hacer virguerías, y con unos controles muy básicos, fáciles de dominar y controlar, nos permite hacer todo lo necesario para completar el juego sin problemas. En el papel de niño nos tocará saltar, trepar, coger algunos objetos (como barriles para alimentar a nuestro alado compañero) o darle instrucciones a Trico. Lo cierto es que estas mecánicas funcionan mejor que en la demo que pudimos probar en Barcelona Games World. Por ejemplo, los saltos son más precisos, pero otras cosas como trepar pueden acabar dándonos situaciones rocambolescas, como en el caso de subirnos a Trico que podemos ver como el niño se mueve sin sentido y se coloca en posiciones muy extrañas. También se aprecian cambios respecto a otros títulos del Team ICO, por ejemplo, no es necesario mantener un botón para quedarnos sujetos. Sin embargo, los comandos más ingeniosos de 'The Last Guardian' son las instrucciones que podemos darle a Trico para que salte, vaya a un punto, nos alce hasta una superficie elevada, etc.

Pero otro de los grandes hándicaps que tiene 'The Last Guardian' es su cámara. Y es que, si bien la jugabilidad es bastante buena dentro de las limitaciones que pueda tener, la cámara nos jugara por momentos alguna que otra mala pasada. Cambios en momentos inoportunos que nos harán cambiar la dirección en la que debemos actuar, saltos en los cuales no veremos bien como estamos posicionados y hacía donde nos dirigimos... En líneas generales, lo clásico que nos encontramos en muchísimos juegos.

Una maravilla para los sentidos

El apartado artístico es otro de los grandes pros de 'The Last Guardian', y es que a pesar de ser un juego rebotado de PS3, su apartado gráfico único, tremendamente colorido, unas panorámicas que quitan el hipo y con muchísimos detalles en prácticamente cualquier rincón. A esto debemos añadirle una banda sonora que acompaña en todo momento a la perfección lo que pasa en pantalla, así como efectos de sonido como el viento, el crujir de los tablones de madera o las voces en japonés. Sin duda, este es el envoltorio perfecto para la historia que nos cuenta, una trama que va más allá de etiquetas clásicas como los nombres y que se centra en la peculiar relación de los dos protagonistas.

Eso sí, por lo que respecta al apartado técnico, 'The Last Guardian' cojea donde lo hacían todos los juegos de Fumito Ueda y el Team ICO. Nosotros hemos completado el juego en una PS4 Pro, y si bien es cierto que no nos encontramos con las caídas de framerate tan notorias y habituales de la PS4 estándar, sí que hay ciertos momentos muy concretos en los que caen los fps. No son situaciones propiamente de juego, sino que son ciertas escenas del juego, por ejemplo, cuando Trico hace una aparición repentina en un momento concreto para atacar a unos enemigos.

Corto pero intenso

Si nos paramos a mirar lo que ofrece 'The Last Guardian', se trata de una experiencia repleta de emociones y situaciones únicas, con una duración que puede variar en función de lo que nos atasquemos en los puzles, aunque estos no son muy complicados, y nosotros completamos la aventura en aproximadamente 11 horas. Aun así, si conseguimos que Trico nos haga caso a la primera, y sabemos cómo afrontar las distintas situaciones, es un juego que puede completarse muy rápido, ya que por ejemplo tenemos un trofeo que te lo dan por tardar menos de 5 horas. Quizás, el mayor inconveniente en este aspecto sea los escasos motivos que ofrece 'The Last Guardian' para rejugarlo, al menos en un breve período de tiempo después de completarlo por primera vez.

Conclusiones

En definitiva, 'The Last Guardian' no se convertirá en uno de los videojeugos más vendidos de la historia, ni será un aliciente para que muchos jugadores se compren una PS4, pero ningún juego de Fumito Ueda o del Team ICO han tenido nunca este rol. Pero una cosa esta clara, la espera de los últimos diez años ha sido muy larga, pero todos los fans que estaban esperando esta magnífica aventura no estarán para nada decepcionados con el resultado final, más bien todo lo contrario, acabarán encantados con lo que nos ofrece el juego. Y es que estamos delante de una experiencia única, una aventura que no se puede comparar con ningún juego que haya actualmente en el mercado y que pondrá a prueba nuestro ingenio y nuestras emociones. Obviamente The Last Guardian' no es perfecto, ni mucho menos, pero es un juego que debe estar en la colección de todos y cada uno de los usuarios de PS4.

Versión analizada PS4 en una PS4 Pro.