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Análisis 'Stardust Vanguards', los mechas nostálgicos

Otro título indie que trata de llamar la atención a través de la nostalgia en prácticamente todos sus apartados. ¿Sabrá aportar algo más?

Por Álex Pareja 29 de Enero 2016 | 22:40

Los juegos independientes necesitan llamar la atención, eso lo tenemos todos claro. Ya sea a través de su estética, de su planteamiento, de su jugabilidad, de su temática o de alguna característica innovadora. En definitiva, deben saber llamar la atención por algún motivo, bien sea a un grupo concreto de jugadores o bien sea a todos.

Pero es difícil triunfar en un mercado donde cada vez hay más ejemplos de títulos diferentes, con una proliferación de géneros y de diversidad masificada. En ese entorno, deben intentar destacar y variar algunos de esos planteamientos. Desde casi el principio, siempre he tenido un grave problema con algunos de los desarrollos independientes que llegaban a mis manos: algunos de ellos simplemente se dedican a copiar mecánicas o ideas de algunos juegos mayores, pero aplicando otra estética o una mezcla diferente de conceptos. Sin embargo, pocas veces son mejores que esa propuesta original, por lo que te terminas haciendo la pregunta de para qué han salido al mercado.

Cuando imitas a un juego, debes saber hacerlo mejor que él o tienes que aportar algo más al jugador. No puedes tomar unas ideas y tratar de vender un producto que es peor que ese otro, porque el público no es tonto. Algunos juegos independientes, sin embargo, no han sabido entender esto y simplemente han decidido copiar algunas mecánicas, mezclarlas o tratar de llamar la atención a través de otro poderoso factor: la nostalgia.

Bien sea a través de la estética, mecánicas, música o todo en conjunto, es evidente que las propuestas más "vieja escuela" van a llamar la atención a esos viejos jugadores que comprueban como la industria va generando videojuegos cada vez más espectaculares a nivel gráfico, e incluso también a nivel de historia y narrativa: los estudios también son conscientes de que el público empieza a exigir coherencia y buenas ideas. Esas otras propuestas del pasado quedan atrás para abrazar estos nuevos desarrollos, por lo que se convierte en un espacio del mercado que algunos estudios independientes tratan de llenar.

Y hacen bien, porque además contamos con grandes ejemplos de grandes juegos. A mí me encantan aquellos que consiguen trasladar esas sensaciones del pasado a la vez que también son capaces de aportar alguna mejor que provoca que sean muchos más disfrutables a día de hoy. Dan esos motivos por los que merece la pena, a día de hoy, jugar a esos videojuegos. Porque también vamos a ser sinceros: no es imposible, a través de distintas reediciones o de emuladores, jugar a algunos videojuegos clásicos que forman parte de la historia.

El problema de estos desarrollos, por desgracia, también radica en que muchas veces imitan a esos juegos antiguos pero no son capaces de ofrecer algo mejor. Así que yo también vuelvo a hacerme la misma pregunta: ¿para qué lanzar ese producto al mercado? ¿por qué apostar por un título que no es más recomendable que otro juego de antaño que hacía lo mismo pero mejor? Y supongo que este comentario ya es suficiente para que sepáis, más o menos, hacia dónde quiero dirigirme con 'Stardust Vanguards'.

La nostalgia como factor determinante

'Stardust Vanguards' también trata de llamar la atención a través de la nostalgia, y no hace falta más que mirar sus imágenes para comprobarlo a través de su estética. También en otras muchas características que vamos a ir descubriendo, que sin duda tratan de hacer sentir al jugador que se encuentra disfrutando de un título antiguo y no moderno. Y eso conseguirá llamar la atención a muchos jugadores, por supuesto, y desde luego sería imposible decir que su apartado artístico o sonoro es malo.

Es lo mejor del título, sin lugar a dudas, saber trasladar a través de su banda sonora, de los efectos sonidos, de la voz y de su estética la esencia de algunos juegos de las recreativas de hace décadas. 'Stardust Vanguards' trata de ofrecer esas mismas sensaciones a través de todas sus características, convirtiéndose en un título a tener en cuenta para los amantes de las recreativas y de este tipo de juegos clásicos.

Lo mismo ocurre cuando empezamos a jugar, y sin duda llama la atención descubrir que el primer modo de juego al que podemos acceder es exclusivo para un mínimo de dos jugadores. "¡Genial, un título multijugador!", pensarán algunos, pero nada más lejos de la realidad: 'Stardust Vanguards' debe disfrutarse en modo local, junto a otro amigo que tenga otro mando en la misma plataforma de juego. Tal y como ocurría en el pasado, cuando no existía internet y teníamos que vernos las caras para jugar, el título reivindica ese espíritu eliminando la opción multijugador.

Pero también se puede disfrutar en solitario, en otro modo de juego, donde básicamente deberemos utilizar a nuestro mecha para acabar con todas las oleadas de enemigos que aparezcan. Una vez superemos una oleada, deberemos superar otra, hasta que consigamos superar todas y nos permitan acceder a un nuevo escenario, donde nuevamente deberemos volver a hacer lo mismo.

El control de 'Stardust Vanguards' es muy sencillo a la hora de manejar a cualquiera de los cuatro mechas disponibles: un botón para atacar cuerpo a cuerpo, otro para realizar disparos que nos permitirán atacar a los enemigos desde la distancia y un escudo que repelerá los ataques enemigos. Eso sí, estas dos últimas funciones serán muy limitadas para cada una de las oleadas de enemigos, por lo que deberemos ser tácticos tratando de utilizarlos en los mejores momentos posibles.

Es un juego repetitivo, sin mucha chicha y sin demasiado interés, pero que trata de acercar ese tipo de obsesión nostálgica por el medidor de puntos y las altas dificultades. Mejorar nuestros propios registros, los de nuestros amigos, jugar junto a ellos... todo ello sin tener que echar monedas en la recreativa, por supuesto. Es un título demasiado centrado en un nicho muy concreto de jugadores, y me costaría mucho encontrar a demasiadas personas que consiguiesen engancharse a 'Stardust Vanguards' más allá de echar unas cuantas partidas y ya está.

Otro problema, como os he comentado antes, es que 'Stardust Vanguards' no hace nada mejor que otros de esos muchos exponentes clásicos a los que trata de imitar de forma directa o indirecta, por lo que al final otra pregunta se genera en mi mente: ¿qué debo pensar para recomendaros este juego antes que algunos otros clásicos de la industria de los videojuegos que sean similares en algunos apartados? Pues eso se me haría muy difícil, la verdad, aunque pueda ser algo duro admitirlo.

Creo que hemos llegado a un buen momento en la industria de los videojuegos a nivel de calidad y de diversidad en las obras, por lo que debemos comenzar a ser algo más estrictos en todos los sentidos. 'Stardust Vanguards' es un título entretenido, que puede gustar a algunos jugadores, sobre todo para aquellos que puedan jugar con amigos en la misma consola. Pero no va mucho más allá de ello y su mayor virtud puede observarse rápidamente, con un vistazo a su apartado artístico, su música y la concepción general de los menús y del juego, muy conseguida para que parezca un título clásico.

Por lo demás, pocas características para destacar en ningún punto concreto, a pesar de que se nota el esfuerzo y el saber hacer de su estudio desarrollador. Pero, aunque nos duela, debemos ser más exigentes con los desarrollos independientes, sobre todo si no nos dan demasiadas razones reales para que nos fijemos en ellos.