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Análisis de 'Shenmue III' para PS4, sentimientos encontrados

FUERA DE LA CUEVA

Análisis de 'Shenmue III' para PS4, sentimientos encontrados

Daniel G. Astarloa Por Daniel G. Astarloa

El 17 de Diciembre 2019 | 20:00

La tardía tercera entrega de una de las sagas más influyentes de la era de DreamCast pasa dificultades para estar a la altura de los juegos actuales, pero tiene sus bondades ocultas.

Hace unos días me choqué con un artículo de una compañera de prensa que se hacía una pregunta polémica: ¿importa si cierto videojuego es bueno o malo? Qué estupidez, pensé de primeras. ¿Cómo no va a importar la calidad de una obra? Es imposible no tener en consideración eso. O bien crees que la gente no ha entendido el título y que es mucho mejor de lo que parece o lo disfrutas porque es tan malo que rebota en su concepción y nos hace gracia. No hay grises para mí: es fantástico o terrible. Lo demás es complementario. Caso cerrado.

Pero tras analizarlo, repasar ese artículo varias veces y mucho pensar empiezo a entender el punto. No se trata de que pongamos el valor de una obra como un absoluto. Ha pasado recientemente con 'Death Stranding', un juego muy criticado por poder llegar a ser muy aburrido pero con sus necesidades y aciertos. Vivimos en una época extraña, puede que la más rara para los que prácticamente respiramos videojuegos. Y no habría estado de acuerdo con nada de lo que decía ese artículo si no fuera porque estaba enfrentándome al mismo videojuego del que hablaba mi compañera. No sé cómo me siento sobre él aún, pero sí tengo claro que está en un claroscuro bastante difícil de percibir. Y lo aprecio.

Este es mi análisis de 'Shenmue III', probablemente la review más difícil que he escrito en mis varios años como periodista.

Shenua

La auténtica historia

La trama de 'Shenmue' es una trama de venganza, kung fu, misterios centenarios ocultos en China y aprender a ser mejor persona mediante las relaciones que el protagonista, Ryo Hazuki, forja en su viaje. Una aventura con enemigos que acechan en las sombras para intentar robar nuestros recientes conocimientos adquiridos, donde las cosas se solucionan a golpes y donde aprender nuevas técnicas se hace a través de rituales que no comprendemos en un principio. Una clásica historia de kung fu. O al menos eso me vendieron durante muchos años.

La auténtica historia de 'Shenmue III' es la de la vida misma. Te levantas cada mañana con un plan más o menos organizado en la cabeza: trabajar cortando leña o en el puerto para ganar un poco de dinero, hacer tiempo en el arcade con juegos tontos o las apuestas para quitarnos algunos días de empleo y ya si eso investigarás la muerte de tu padre antes de que llegue la noche, que la persona que tiene la información que necesito no sale de su trabajo hasta las ocho de la tarde. ¿Quieres avanzar sólo en la trama central y dejarte de estas cosas? No puedes, igual que no se te permite en la vida dejar tu trabajo y vivir aventuras. Porque necesitas dinero. Porque necesitas pasar el tiempo de alguna forma. Porque necesitas motivación para levantarte cada día por la mañana.

Todas esas locuras acerca de aprender kung fu y enfrentarte al asesino de tu padre no son más que una excusa porque sí, hace falta algo para justificar la continuidad de la saga. El 90% del tiempo de tu partida vas a acabar dedicándolo a pasar el tiempo, trabajar y jugar. Nada de saltos temporales ni de evitar ganar dinero, porque te encontrarás más de una vez con bloqueos económicos como objetos obligatorios que comprar u hoteles que pagar. Es casi un simulador de lo mundano, del día a día con todo lo que eso significa.

Lucha

Atrapado en la cueva

Hay algo en ese concepto del vivir el día a día que me tiene enganchado. Cada uno puede durarme media hora y no siento que esté desaprovechando el tiempo. Me organizo mentalmente para tenerlo todo listo y hacer frente a los próximos días, y lo peor es que cuando avanzo en la trama principal y pierdo el resto del día porque así se exige... ¡Me sienta mal! Se sale de mis planes y no me ha dado tiempo para sacar algunos juguetes de la máquina gacha de turno.

Es muy raro darte cuenta de algo así. Esta obra me hace sentir aprecio por el tiempo y, más importante, que cada evento importante en la trama se aprecie como algo especial y lejano a la vez. Muchas veces llegar a esos puntos cuesta esfuerzo y trabajo porque estás interrogando a la gente sobre detalles muy pequeños. De hecho, unas de las primeras lecciones que te da el juego en silencio es dejar la historia de lado. Si hablas con la gente de las localizaciones que visitas, Ryo preguntará siempre lo mismo dependiendo del momento de la trama en el que estés. Te harta, igual que te hartaría personalmente estar preguntando a todo el mundo exactamente lo mismo. A veces lo necesitas: te pierdes de camino a una tienda y te gustaría tener indicaciones para saber si estás llegando. Pero la mayor parte del tiempo te lo callas. Vas a lo tuyo.

Es una relación muy extraña de las mecánicas que ofrece 'Shenmue III' y lo que entendemos como diversión. Por instinto he aprendido durante años que al llegar a un nuevo lugar debo hablar con todos los NPC para recibir información o algunos objetos secretos. Hay un botón entero de tu mando dedicado en exclusiva a eso, hablar con la gente a la que te acercas. Pero el juego no quiere eso. He tardado en verlo, pero ahí está: quiere que seamos lógicos, no que tratemos a un videojuego como, bueno, un videojuego. Y aunque aprecio ese punto no lo entiendo tampoco. ¿No he venido para jugar? ¿Por qué hago cosas para pasar el tiempo dentro del juego, cuando estoy jugando al propio 'Shenmue' para pasar el tiempo? ¿En qué clase de paradoja estoy atrapado?

Minijuegos

Se alza el fénix

Me dividen estos pensamientos contradictorios. La de hablar con la gente es una mecánica que funciona muy bien para reflejar la propia vida real en sí misma, pero es algo que no sé si es lo que busco cuando acudo a 'Shenmue'. Y por mucho que me guste el pensamiento metafísico que acompaña a estas ideas no siempre la ejecución es perfecta. La gente tiene sus propios horarios, se mueven por las ciudades, tienen nombre... Esta humanización es fantástica, sí, pero no puedo pensar en ellos como seres humanos. Sus animaciones son robóticas, su doblaje extraño y artificial. No puedo pararme a beber una cerveza con uno de ellos un bar por la noche: es como si fuesen maniquíes de exposición en una atracción. Sí, una atracción impresionante para su momento, pero no para el día de hoy.

Ese es el mayor problema que achaco a 'Shenmue III': se ha actualizado en gráficos, pero no en su planteamiento. Cuando Ryo se quedó atrapado en aquella cueva en 2001 el mundo siguió girando sin él. Ahora que ha salido no se ha adaptado a los nuevos tiempos: sigue estancado en aquella época y lo que era impresionante en su momento. Se le notan las canas, incluso si intenta ser joven y fresco. Me preocupa lo que veremos para 'Shenmue IV' si decide sin actualizarse con lo que nos ofrece la próxima generación de consolas.

Extraño

Conclusiones

Decir que 'Shenmue III' es un videojuego especial es quedarse cortos. Es una de las obras más anticipadas de los últimos veinte años y puedo entender bien el porqué: ha sabido mantener su esencia y se relaciona de manera extraña con el jugador. Ver un libreto en el que cientos de personas de todo el mundo han firmado su mensaje con alegría por poder ver este título hecho realidad es una sensación hermosa. Pero es inevitable, viene son retraso. Para gran parte del nuevo público no va a haber suficiente motivación como para entrar en una obra tan densa y poco accesible. Ni siquiera yo sé cómo sentirme. Es una buena obra de arte, especial y única como un diamante enterrado en la arena. El problema es que el juego es toda la playa... Y no es fácil encontrar algo tan pequeño.

6,5

Lo mejor:

- Obra única y especial.

- Emulación de lo mundano y el día a día muy correctos.

- Final de la espera para muchos jugadores a continuar el viaje de Ryo.

Lo peor:

- Personajes robóticos y artificiales en sus animaciones y diálogos.

- Necesidad de dedicar mucho tiempo a distraerte para avanzar en la historia.

- Trama muy secundaria y no muy satisfactoria.

- Poco pulido.

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