Análisis de 'Pode' para PS4: La pareja extraña y los misteriores por resolver

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Análisis de 'Pode' para PS4: La pareja extraña y los misteriores por resolver

Por Roberto Pineda

El 19 de Febrero 2019 | 11:00

Analizamos 'Pode' para PlayStation 4, un título de puzles protagonizado por una pareja tan extraña como simpática.

'Pode' llegó a Nintendo Switch hace poco más de seis meses y logró convertirse en uno de los títulos de puzles más queridos entre sus usuarios. Ahora llega a PlayStation 4 conservando todas sus virtudes, con la intención de —una vez más— conquistar a todos los amantes de los juegos de rompecabezas y lo hace con una propuesta sencilla, inteligente y muy, pero que muy amena. Nos ponemos a los mandos de una extraña pareja formada por una estrella y un meteorito. Dos caras de una misma moneda que están obligadas a entenderse si quieren escapar de un lugar al que nunca deberían haber llegado. Os contamos por qué es tan bueno.

Pode

La extraña pareja

Cuando uno acepta la invitación de Henchman & Goon y se dispone a presentarse a nuestros simpáticos protagonistas —porque son dos y ninguno se eleva por encima del otro—, no puede evitar sentirse cómodo y ver cómo estos despiertan su simpatía. 'Pode' nos muestra una fachada muy agradable y, en principio, sencilla, pero poco a poco vamos descubriendo que estamos ante una experiencia relativamente exigente que nos obliga a sacar a relucir nuestro ingenio, ya que la gran cantidad de rompecabezas que nos toca resolver están diseñados con sinceridad e inteligencia a partes iguales; todo está ahí, muy cerca, pero si no somos capaces de identificarlo nunca podremos completar el viaje.

El juego, que se sirve de una escueta escena introductoria en la que podemos comprobar que tanto Estrella como Meteorito han acabado en el lugar equivocado, no se toma ni un par de minutos para explicarnos prácticamente nada. La renuncia a todo tipo de pistas o tutoriales, más allá de informarnos del sencillo sistema de control deja claro que el estudio nórdico ha querido ofrecernos una propuesta pura y directa, sin mayores concesiones que un par de pantallas iniciales en las que debemos resolver un par de situaciones sin apenas dificultad, perfectas para comenzar a sentirnos cómodos a los mandos y comprobar cómo funcionan las mecánicas del juego.

Pode

Estrella cuenta con la posibilidad de hacer que la vida florezca a su paso, mientras que Meteoro nos permite magnetizar ciertas superficies minerales y modificar el entorno gracias a ello. Nuestra tarea no es otra que la de ponernos a los mandos de ambos personajes, pudiendo controlar a ambos por separado e incluso hacer que se den la mano para acelerar un poco el desplazamiento por los escenarios, aunque hay que decir que en cualquier caso, el movimiento se hace un tanto pesado, especialmente cuando resolvemos un acertijo y nos disponemos a cruzar la pantalla actual en aras de alcanzar la siguiente. A nuestros entrañables amigos no les habría sentado nada mal un poquito de agilidad extra.

Además de los poderes principales, tanto Estrella como Meteorito cuentan con otras habilidades: la primera es capaz de flotar unos segundos en el aire, algo que le permite cruzar largas distancias una vez realiza un salto. El segundo, por su parte, nos ofrece la posibilidad tanto de atravesar pequeños túneles como de agarrar bloques de piedra. Este conjunto de habilidades da lugar a que, conforme avanzamos varias pantallas y los puzles van ganando en complejidad, debamos permanecer atentos a todos los detalles de cada escenario, llegando al punto de tener que detenernos para visualizar todo lo que el juego pone a nuestra disposición.

Personalmente, algo que ma ha gustado mucho es el hecho de que 'Pode' apuesta por un diseño no lineal que nos permite acceder a diversos lugares según nuestro criterio, ya que desde el primer momento contamos con —casi— todas las habilidades necesarias para solventar cada situación y adentrarnos en una ubicación u otra siempre es decisión del propio jugador. Una idea que no resulta fácil de desarrollar, pues ofrecernos todas las posibilidades abiertas desde inicio requiere un diseño de niveles a la altura del que, por suerte, el juego es capaz de presumir. El juego hace uso de lo que podríamos definir como HUB o nexo entre niveles, y aunque en primera instancia solo podemos elegir entre dos "ramas" (esto es algo que entenderéis conforme juguéis), conforme progresamos se abren nuevos caminos.

Pode

¿Cuál es el secreto para que todo parezca igual pero termine siendo muy diferente? Sin duda, la capacidad para reinventarse. El mundo del juego, que se divide en una sucesión de pantallas en las que solo debemos llegar, resolver y salir camino de la siguiente, tiende a mostrarnos un aspecto peligrosamente similar en un gran número de ellas. No obstante, en cuanto nos ponemos en la piel de Estrella y logramos que los árboles florezcan a nuestro paso, para luego hacer lo propio con Meteorito con la intención de accionar mecanismos o magnetizar estalagmitas, todo lo que vemos cambia automáticamente y hace que no existe un nivel igual que otro.

Cuando nos sumergimos en un título cuya piedra angular no es otra que los puzles, siempre lo hacemos con reservas hasta comprobar lo que de verdad importa: la calidad de los mismos. ¿Por qué es tan bueno 'Pode'? Porque necesita muy poco, para ofrecer mucho. Y es que cuando llegamos a una nueva pantalla, pensamos «vale, ponemos esto allí, cambiamos de personaje para interactuar con aquel elemento y nos vamos», un pensamiento recurrente que se cumple en alguna que otra situación, pero que no es suficiente para la gran mayoría de ellas; siempre hay algo más que se nos escapa, está ahí, pero no siempre se evidencia a primera vista. A título personal, lo único que he podido achacarle durante mi viaje es, quizás, la falta de una mayor variedad en lo que a la ambientación se refiere, ya que conforme alcanzamos el ecuador del juego resulta difícil no tener la sensación de que ya lo hemos visto prácticamente todo.

Porque además de crear puentes mediante el empleo de la flora o levantar pilares gracias a la magnetización, el título que tenemos entre manos también nos plantea diversos acertijos que debemos resolver al más puro estilo de los survival horror de antaño: inspeccionando todo lo que nos rodea y tratando de encontrar la solución. El puzle dentro del conjunto de puzles, podríamos decir. Algo similar a lo que ocurre en la misteriosa isla del fantástico 'The Witness', salvando las distancias con la obra de Jonathan Blow. Además, tampoco conviene olvidarnos del medio centenar de coleccionables que podemos encontrar, un elemento que aporta un toque de frescura, ya que es muy posible superar una pantalla con éxito... pero no encontrar el secreto que se oculta en la gran mayoría de ellas.

¿Os gustan los puzles?

Entonces os gustará 'Pode'. El título a cargo de Henchman & Goon es capaz de hacer las delicias de todos aquellos que disfrutan investigando cada rincón del escenario, enfrentándose a un reto en el que el juego pone en sus manos un conjunto de posibilidades y les abandona a su suerte con la única compañía de su propio ingenio —bueno, y la de Estrella y Meteorito también—. Una de esas obras que no necesitan mucho para transmitir más de lo que podemos imaginar después de echarles un primer vistazo. Además, no olvidéis que, a pesar de habernos centrado en la experiencia en solitario, el juego ofrece la posibilidad de completarse de inicio a fin en compañía de un amigo. 'Pode' hace muchas cosas bien, y las hace con inteligencia, sencillez y elegancia.

8,0

Lo mejor:

- Los puzles, bien diseñados.

- El desarrollo no lineal es todo un acierto.

- Los coleccionables están muy bien integrados.

Lo peor:

- Se echa en falta una mayor variedad de puzles.

- El desplazamiento se antoja algo lento.

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