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Análisis de 'Mutropolis' para PC, aventura gráfica a la vieja usanza

El estilo de aventura gráfica clásica regresa con una historia ubicada en el siglo LI en 'Mutropolis', un indie destacable para Steam.

Por Daniel G. Astarloa 30 de Marzo 2021 | 20:00

Últimamente parece que sea inevitable pensar en el legado que dejaremos como sociedad en el futuro. Muchas obras se están centrando en el mundo que espera a nuestra especie después de un cataclismo que acabe con nuestra cómoda forma de vivir de una vez por todas. Este poco inspirador mensaje suele estar lleno de algo de optimismo, aunque la nueva vida no sea la sencilla o deseada. 'Mutropolis' hace una mirada así hacia nuestro futuro y nuestro pasado a la vez.

No es la primera vez que nos encontramos con un videojuego que reflexiona sobre la posición actual de su género. En este caso hablamos de las aventuras gráficas y cómo son un artefacto del pasado, cómo se han quedado atrapados en el recuerdo y desde la perspectiva de los jugadores más jóvenes no se comprenden algunas de sus cosas más sencillas. Es un pensamiento crítico interesante ante el que situarnos. La cosa está en que, al igual que el pensamiento plano de esos jóvenes, 'Mutropolis' se queda con una idea muy básica de sí mismo.

Mi pasado no es tu futuro

La trama de 'Mutropolis' nos lleva al distante futuro del siglo LI. Tres mil años han pasado desde que la humanidad tuvo que emigrar a Marte por motivos de peso mayor, y desde entonces el rastro de todo lo que una vez fuimos ha quedado eliminado por completo. Hay leyendas y cuentos acerca de las maravillas de la sociedad del año dos mil, pero se basan en habladurías, no en hechos.

Nuestros futuros descendientes tienen la obligación de regresar a la Tierra para descubrir qué es verdad y qué no. Y ya lo podemos adelantar, Henry Dijon y su equipo de jóvenes arqueólogos no tienen ni idea de lo que están haciendo. Los descubrimientos que hacen no encajan con nuestros conocimientos sobre la sociedad moderna, ni siquiera aplican una lógica debida en cada situación. Claro que lo mismo sucede con los jugadores que se adentran en este tipo de juegos y no son capaces de cambiar su forma de pensar para ajustarse con la llamada lógica lunar asociada al género de las aventuras gráficas.

Si algo tiene Mutropolis es muchísimo respeto por ese pasado del que hablamos. Por sus venas corre la sangre de las aventuras gráficas más influyentes de la historia, desde 'Monkey Island' hasta 'Grimm Fandango'. Las referencias clásicas se encuentran en cada rincón no sólo con gags visuales, sino también con la manera que tiene el título de desafiar nuestra forma de pensar. Si queremos encontrar la ciudad prohibida de Mutropolis, el lugar más importante de la Tierra, tendremos que pensar más allá de lo que haría Henry y encontrar el aprecio en el pasado.

Claro que con esa mirada al pasado tan atenta y casi obsesiva es donde se pierde buena parte de la gracia del género. 'Mutropolis' se fascina con sus referencias y no cuida su presente. Es una aventura muy lineal centrada en sobreexplicar sus conceptos más que en mostrarlos desenvolverse tal y como son. No deja a sus personajes expresarse, sino que deben contar sus anécdotas y datos más curiosos.

Guybrush no está en casa

Los buenos misterios que nos presenta 'Mutropolis' y la narrativa misteriosa construida sobre la civilización pasada se contradicen con el mayor de los puntos flojos de la obra: sus personajes. Al no expresarse por ellos mismos parecen apenas un puñado de monigotes caminantes que recorren diferentes escenarios mientras hablan en alto. No tienen carisma, casi tampoco expresar un alma.

La flaqueza de la existencia de los protagonistas se debe a una crisis de identidad por todas partes. No sólo el guión no permite que se expresen como deberían, sino que su diseño visual se queda corto y muy poco atractivo. Es plano, simplista e incapaz de expresar poco acerca de los personajes a los que da vida. Parecen un boceto a medio acabar por desgracia, algo que destaca especialmente al ponerlo en contraposición con el siguiente punto.

El problema del diseño visual es uno que se aplica a los personaje, pero no a su mundo. Ese mismo estilo sencillo encaja perfectamente con los fondos, dibujos y planos a través de los cuales observamos el mundo de 'Mutropolis'. Es un mapeado que funciona tanto para expresarnos los puntos más importantes de cada nivel y a la vez agradarnos la vista cada vez que decidimos explorar un poco más sobre nuestro alrededor. Los elementos a los que debemos atender destacan en seguida, y hacer clic en todo lo que hallamos es satisfactorio.

El Título

La falta de identidad de los personajes también se da en un apartado en el que el título se esfuerza en darnos, pero que funciona en su contra a la hora de la verdad. 'Mutropolis' funciona mejor sin su doblaje: las situaciones sarcásticas y cómicas pueden adquirir un matiz personal con el que podríamos divertirnos de imaginar las respuestas en nuestra cabeza. Por desgracia, las voces que dan vida a cada uno de los personajes no terminan de trabajar en favor a estos. No se trata de malos actores, sino de una falta de motivación en la dirección de estos. Es el aspecto en el que más se tendría que atender en posibles secuelas.

Por lo demás esta es una aventura que funciona bien tal y como está. A los amantes del género les ofrece alrededor de siete a diez horas de entretenimiento, perfecto para el precio ante el que se presenta y los tiempos que corren. Es difícil encontrar aventuras gráficas de calidad y hechas con cariño como sucede con 'Mutropolis' en las fechas actuales, aunque algo más de mimo en ciertos apartados sólo podría haberle hecho bien.

Conclusiones

Este es un buen primer paso para Pirita. Los desarrolladores han puesto un proyecto pasional con cariño en su primera obra conjunta, 'Mutropolis', algo que se nota en sus referencias, sus ideas puestas sobre la mesa y el mundo que presenta a grandes rasgos. Sin embargo no es perfecto: su mayor problema reside en los personajes que dan vida a las aventuras que vivimos. No podría ser algo que se arreglara con más tiempo o esfuerzo, sino con experiencia, un artista adicional dedicado a ellos y una dirección más clara en el doblaje. Es entretenido, pero no termina de dejarme marca.