ESTRATEGIA

Análisis de 'Mushroom Wars 2' para Nintendo Switch, setas en guerra

La segunda parte de este popular juego de estrategia con setas llega a Nintendo Switch.

Por Rodrigo Aliende 11 de Julio 2018 | 23:05

Nintendo Switch continúa recibiendo juegos que salieron hace unos años en otras consolas. Éste es el caso de 'Mushroom Wars 2', que apareció en 2016 en dispositivos móviles, PS4 y Xbox One. Desarrollado por Zillion Whales una vez más, esta secuela perfecciona el minimalista estilo de juego que planteaba el original.

La estrategia es un género que tradicionalmente estaba restringido al PC, pero que poco a poco ha llegado a las consolas, haciéndolo un poco más accesible. Ésta es la principal característica de 'Mushroom Wars 2' y donde radica su esencia, en la simplificación de las mecánicas de la estrategia para incluirlo dentro de la filosofía de la consola híbrida de Nintendo.

Las setas van a la guerra

Como su propio nombre indica, 'Mushroom Wars 2' nos mete dentro de un mundo fantástico en el que los champiñones luchan entre sí. El juego no intenta construir ni siquiera una historia que sirva como excusa para darle algún tipo de trasfondo. La campaña son simplemente misiones consecutivas sin ninguna relación entre ellas. No hubiera estado nada mal haberle dado algo más de profundidad a este universo de setas armadas que guerrean entre sí.

La forma de ganar cada una de las batallas es conquistar todos los edificios enemigos de la pantalla. En 'MW2' los únicos recursos que existen son los propios soldados, la cantidad que hay dentro de cada una de las casas es el único número que importa. El funcionamiento es tan sencillo como las matemáticas más simples: si mandamos más setas de las que hay en el edificio ocupado, lo conquistamos.

El funcionamiento es tan sencillo, que los cuatro botones principales corresponden al porcentaje de tropas que queremos mandar a la batalla (25, 50, 75 o 100%). Claro está, si enviamos el cien por cien de un sitio, éste queda desprotegido, y con que el enemigo mande un único soldado ya lo habrá conquistado.

A pesar de esta sencillez en la mecánica, resulta un poco problemático por el control a la hora de señalar hacia donde queremos que se dirijan las tropas con rapidez. Y sí, en 'MW2' necesitamos ser muy rápidos, aunque a simple vista no lo parezca. Al principio da la sensación de que el juego es demasiado fácil, pero las cosas se complican bastante con el paso de los niveles (y no son pocos).

Es muy importante mantener la calma y ser capaz de gestionar varios campamentos a la vez. La toma de decisiones es constante y mandar una cantidad de soldados hacia otro punto significa dejar el lugar de salida parcial o completamente desprotegido. Cuando hay más de cinco enclaves, gestionar eso es bastante complicado.

La simpleza de sus mecánicas, como venimos recordando durante todo el texto, tiene también sus contras y es que se hace repetitivo a corto plazo. Tiene una filosofía más cercana a la de un juego de móviles, que ofrecen partidas de menos de diez minutos y el jugador lo deja y se pone a hacer otras cosas.

La única acción que podemos realizar más allá de enviar soldados a la guerra es convertir las casas en otros edificios (con su correspondiente coste) como torretas, que merman las filas de los soldados cuando salen de sus guaridas. Las fases contra jefes resultan decepcionantes, porque funcionan simplemente como un peligro estático (en ocasiones, el propio escenario puede actuar como tal) y no aportan ninguna vuelta de tuerca a las mecánicas generales o un extra de dificultad.

La estrategia exigida en 'MW2' se multiplica en las partidas multijugador. Hasta cuatro personas pueden juntarse para ir a la guerra entre sí, ya sean en partidas personalizadas o rankeadas para subir de nivel. Aquí realmente es donde radica la mayor diversión del título y la campaña parece más bien un prólogo o un tutorial alargado exageradamente para llegar al momento de las luchas online. En este modo también se añade una novedad, que son los guerreros (hasta doce diferentes). Cada uno de los héroes tiene cuatro habilidades asociadas, que aportan ciertas ventajas a los jugadores.

'Mushroom Wars 2' es un juego de estrategia en tiempo real muy sencillo, adaptado muy bien a la filosofía de partidas cortas y con una curva de aprendizaje pequeña para conseguir que el jugador se enganche rápido. La simpleza de las mecánicas, que funciona como un pro y un contra a la misma vez, hace que el título tenga una evolución escasa. En la primera hora ya se ha visto todo lo que tiene que ofrecer y ése es el momento de dar el salto al multijugador.