LA SAGA COBRA NUEVA VIDA

Análisis de 'Luigi's Mansion 3' para Nintendo Switch, estos fantasmas están muy vivos

Luigi, un par de fantasmas y el rey Boo entran en un bar. El resultado es la mejor entrega de la saga protagonizada por el fontanero verde con un resultado redondo.

Por Daniel G. Astarloa 12 de Noviembre 2019 | 13:00

Hacednos caso: no entréis en la carpeta de spam de vuestro correo electrónico. Es la única manera en la que nos podemos explicar que el segundo fontanero favorito de todos haya picado en la misma trampa por otra vez para enfrentarse a seres de ultratumba. El bueno de Luigi ha vuelto, y esta vez su desafío es mayor que nunca: un hotel completo que debe vaciar de espíritus que reclaman su derecho a venganza por los años que él y su familia italiana lleva cazándoles.

Esta vez no estamos en la misma situación que cuando se lanzó la segunda entrega de su propia saga de videojuegos. Ahora Luigi debe contentar tanto a los fans de aquel juego como a los del original, donde hubo una separación importante en las opiniones de la gente sobre cuál era mejor. Uno reunía la técnica y mayor contenido, otro se centraba en la personalidad y hacer cada minuto puro oro. La misión es difícil, casi imposible dirían algunos. Pero el buen fontanero es aquel que no se rinde y tiene su aspiradora a punto.

La venganza del Rey Boo

La trama de 'Luigi's Mansion 3' no innova en ningún momento ni quiere cambiar la trayectoria a la que siempre se ha dirigido la saga. Mario, Luigi y sus amigos han sido invitados a pasar unas vacaciones en un fantástico hotel de ensueño lejos de casa, pero todo era una estratagema del archienemigo del hermano verde: el Rey Boo ha vuelto, y esta vez está acompañado por Vilma du Tel, dueña del edificio y mayor fan declarada del fantasmagórico villano. Como es costumbre Mario y compañía son aprisionados en un cuadro y, tras casi sufrir el mismo destino, es nuestro turno para iniciar un contraataque y derrotar al monarca de una vez por todas.

Pero no os equivoquéis, el protagonista aquí no es Luigi: nada más lejos de la realidad. Por quien nos enamoraremos y querremos más horas de juego es el mismo hotel que recorremos, lleno de personalidad y cuidado con toda una serie de detalles que casi resultan enfermizos. Tenemos diecisiete plantas para explorar, cada una de ellas con temáticas distintas que sirven a modo de niveles completamente distinguibles entre sí: con sólo ver cualquiera de las habitaciones de estos lugares podrás reconocer de inmediato dónde está localizada si has jugado el título. Un botánico, un estudio de grabación de cine, un auditorio... Cada lugar es especial por sí mismo.

Es un gran número de áreas por explorar, pero a cambio cada planta es pequeña, compuesta por un par de pasillos y tres o cuatro habitaciones principales. Pero eso no te importará durante tu primera travesía entre las paredes del hotel porque estarás concentrado en descubrir cada uno de los secretos ocultos a simple vista donde pueden guardarse decenas de billetes, cientos de monedas o con un poco de suerte algunas perlas brillantes. Es curioso cómo es a Wario a quien se le asigna con el dinero y la avaricia cuando Luigi no deja de sumar y sumar gigantescas cantidades económicas al dinero que aspira. Pero es que no podemos evitarlo: sienta especialmente bien descubrir un escondrijo de dinero y ser altamente recompensado por ello.

No me asusta la exploración

El tiempo que dedicamos a investigar cada una de las plantas es clave para el disfrute de la aventura porque, sin lugar a dudas, es su mayor punto fuerte. Sus secretos pueden estar muy bien ocultos a la vista incluso para los más avispados: la prueba de ello está en la misteriosa colección de seis joyas desperdigadas en cada una de las plantas del hotel, las cuales exigirán por nuestra parte mucho tiempo y dedicación si no nos rendimos a una guía de estrategia. Cada una de ellas viene acompañada por un momento de realización interno en el que se nos dibuja una sonrisa y un eureka por haber sabido encontrarlas después de largos minutos sospechando dónde podría estar la siguiente. Es una sensación de satisfacción que no deja de repetirse planta por planta.

Por desgracia no corre la misma suerte el segundo coleccionable que se nos echa a la cara, la caza de Boos. Estas molestas criaturas han vuelto para hacer la vida imposible a Luigi, pero su presencia es prácticamente anecdótica: aparecen sólo cuando revisitamos un nivel ya completado con anterioridad y nos invitan a encontrarlos por medio de la vibración HD examinando objetos del piso. Si fallamos con su ubicación exacta, seremos atacados y volverán a aparecer en cualquier otra parte de todo el nivel. No es divertido repetir este proceso tantas veces, y sólo capturar a uno de ellos es necesario para avanzar en la historia cuando la recompensa por hacerte con todos es ínfima.

Atrápame esos fantasmas

La exploración viene más reforzada que nunca, pero con ello en mente Next Level Games no se ha dejado por el camino el combate. Los jefes finales vuelven con todas sus fuerzas a la saga tras decrecer en número considerablemente en la segunda entrega, y estos son mejores que nunca. En vez de retratar a una familia unificada como en el primer juego, cada fantasmón al que nos hacemos frente representa la planta en la que se encuentra en su totalidad: cada nivel por lo general comienza con la presentación de estos enemigos en la distancia y termina con un combate final contra ellos, mientras hacen todo lo posible por amargarle la vida al pobre Luigi durante el proceso.

Estos enemigos están llenos de vida y personalidad como ningunos otros que hayamos visto. Con apenas unos minutos de cinemáticas y sus gestos en combate podemos escribir una ficha al completo sobre sus motivaciones, gustos e incluso miedos. Desde el guardia de centro comercial gordinflón y asustadizo de su propia sombra hasta el compositor que ni siquiera muerto terminó su obra maestra y dedica sus días a seguir refinando su obra, todos tienen algo que decir y lo hacen estupendamente sobre todo gracias al apartado más impresionante de todo 'Luigi's Mansion 3': sus animaciones.

Es increíble lo cuidada y pulida que está esta entrega hasta en sus cinemáticas más pequeñas. Este no parece el trabajo de diseñadores encargados de organizar videojuegos, sino la tarea titánica de una empresa que se dedique a hacer películas de animación modernas. Poco tiene que envidiar en su apartado visual a gigantes de la industria como Pixar o Illumination. Si tenía mis dudas sobre una película de este tipo con Mario y compañía han sido totalmente aspiradas tras esta aventura, porque más de una vez me he sorprendido a mí mismo riéndome por lo bajo en algunas de estas escenas y las interacciones de Luigi con su entorno.

Conclusiones

'Luigi's Mansion 3' es la mejor entrega de la saga, y eso era algo difícil de conseguir con la gran experiencia que ofrecía la primera parte y el contenido de la segunda. Reúne lo mejor de ambos mundos y nos ofrece una de las aventuras más sólidas de Nintendo Switch, una consola que ya viene de por sí definida por ofrecer lo mejor de sus franquicias con títulos como 'Super Mario Odyssey' o 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild'. No revoluciona el género como ninguno de estos dos, pero lo que implica a nivel interno puede ser igual de significativo de cara al futuro. Por el momento lo que tenemos claro es que si tienes la consola tienes que permitirte disfrutar de la mejor experiencia del año.