LOS DINOSAURIOS COBRAN VIDA

Análisis de 'Jurassic World Evolution' para PS4, juzgamos la base y el post lanzamiento

Los dinosaurios cobran vida en este título de gestión, pero lo importante para Frontier no es el lanzamiento: es mantener a esos animales con vida durante un largo tiempo.

Por Daniel G. Astarloa 26 de Noviembre 2019 | 12:00

Controlar el caos. Algo con lo que hemos soñado desde hace tiempo y que nuestra especie ha intentado repetidas veces, siempre con el mismo resultado. Es uno de los temas que se planteaba el fantástico libro 'Jurassic Park', sobre la posición del hombre en el mundo y su situación real frente a la naturaleza y la cadena alimenticia. Una novela excelente que fue llevada a una película que se recuerda todavía más, y de ahí a una gran cantidad de secuelas, juguetes y la inspiración de muchos fans para intentar atrapar su caótica esencia, representada con sus bellos y letales dinosaurios.

Ha habido decenas de videojuegos de la franquicia, pero ninguno ha sabido aprovechar plenamente el potencial de la licencia. Os adelantamos que 'Jurassic World Evolution' tampoco lo ha logrado tras grandes esperanzas depositadas en él, pero sí consigue encapsular su parte bella y entregárnosla en un producto que supera a todos sus predecesores en el mundo de la gestión jurásica.

Una base de ADN frágil

Al adentrarnos en 'Jurassic World Evolution' tenemos la oportunidad de hacer realidad el sueño del doctor Hammond: crear un parque de atracciones donde el pasado cobre vida y todos, grandes y pequeños, puedan regocijarse por ver las criaturas que han sido resucitadas en las islas de las cinco muertes. Tenemos que seleccionar qué animales traeremos a la vida, cómo llevar adelante las finanzas con respecto a los visitantes, la electricidad... En otras palabras, mantener el equilibrio para que el parque no se devore a sí mismo cuando se tuerzan las cosas.

Si juzgamos el título puramente por el aspecto del parque el título palidece frente a otras ofertas de Frontier Developments, los desarrolladores encargados de dar vida al producto. La comida y otros productos para visitantes está muy fijada a unos estándares concretos, y los edificios no suelen contar con más de una skin para refrescar nuestra vista tras múltiples horas de juego por las diferentes islas. Cuando comienzas la partida en la campaña todo es nuevo y fascinante, pero cuando repites el mismo proceso con los mismos establecimientos en cada nivel el patrón se hace repetitivo. Al igual que en la película 'Jurassic World', los visitantes necesitan algo más para volver al parque.

Y vaya si lo hemos tenido. Sin lugar a dudas el punto fuerte del videojuego está en sus dinosaurios, absolutamente increíbles de ver y vistosos como ellos solos. Cada vez que damos vida a una de estas bestias y la soltamos en el parque es un acontecimiento por sí mismo. La recreación con la que se ha hecho cada modelo, los comportamientos que exhiben y los sonidos que producen son perfectos dentro de los estándares de la ficción que presentan las películas. Cuando entran en combate y les vemos asustados, furiosos o gritando al viento sus rugidos más fuertes podemos sentir un escalofrío en la espalda. Es posible que no veamos criaturas tan impresionantes en esta generación... Y tampoco nos hartaremos rápido de ellas, porque la oportunidad de personalizarlos y cambiarles la piel hace que nuestras aventuras trastocando la genética sean todavía más divertidas. Tanto que llega un punto en el que ya no liberas dinosaurios por mantener la puntuación alta del parque, sino por tu propia curiosidad de ver cómo será si le aplicamos esa skin nueva que acabamos de desbloquear en otro modo de juego.

Ampliando la esperanza de vida

Estaba claro que estos animales eran lo que atraía a los jugadores, así que no es para nada raro que gran parte del apoyo post lanzamiento haya estado centrado en aportar un mayor número de bestias para nuestro repertorio. Con contenido adicional casi podemos sumar una treintena de dinosaurios nuevos para mostrar al público, casi doblando el número de los disponibles en el juego base. Algunos se encuentran disponibles de forma gratuita, otros hay que pagar por ellos; pero sin lugar a dudas es por lo que más merece comprar las expansiones.

Al contenido gratuito también le sigue el interesante modo Desafío, todo un reto para expandir nuestras horas de juego y ponernos una auténtica dificultad de por medio. Aquí elegimos una de las islas disponibles (seis en el juego base y otras cuatro a través de los dos DLC de expansión) y una de las cuatro dificultades disponibles. ¿Nuestro objetivo? Empezar nuestro parque jurásico desde cero e intentar alcanzar la puntuación de satisfacción máxima en el menor tiempo posible. Es un modo duro, especialmente en el modo Jurásico cuando llega una tormenta y nos echa todo abajo. En la campaña principal no hay apenas consecuencias si los dinosaurios se escapan de sus cercas y comienzan a devorar gente como si no hubiese un mañana. Nos sobra el dinero, así que una penalización en nuestra puntuación durante unos minutos no es mucho. Pero cuando corres contra el reloj y los animales son tan duros como es en este modo puede ser devastador. Una partida perfecta puede tornarse en una pesadilla en cuestión de segundos.

Esta es la esencia que intentaban capturar las películas y el juego original no pudo replicar originalmente, ni tampoco en cierta medida aún. Estamos a un paso del caos total, pero en la campaña no cuesta nada. Droga al dinosaurio y de nuevo a su cerca, fin de la cuestión. Aunque nuestro parque se pueda venir abajo en el modo Desafío no es por las mismas cuestiones: es por puro sustento económico aquí, mientras que en las obras originales es por nuestra incapacidad de mantener el control sobre el caos. Esa sensación se pierde en la transición, y es un precio que jamás podrá compensar con todo su contenido post lanzamiento. Pero sí que puede emular otros aspectos de la franquicia, y esos se ven en sus dos expansiones de pago.

Trasteando con la genética

Si la campaña y dinosaurios no son suficientes para nosotros podemos ir a pedir consejo al buen doctor Wu, uno de los villanos más recurrentes en las películas. Los Secretos del Dr. Wu es la primera de las expansiones disponibles para 'Jurassic World Evolution' y nos permite jugar con la genética de los dinosaurios para darles nuevas habilidades, crear híbridos que nunca deberían haber existido y crear las bestias definitivas que darán pesadillas a los más pequeños. Reformula y amplía un poco la historia para que nos planteemos la ética de nuestras acciones al crear estos parques, especialmente al traer a la vida a animales que Dios una vez extinguió.

A las acciones de dudosa moral del buen doctor tenemos el otro lado del espectro con El Santuario de Claire, expansión directamente enlazada con la secuela 'The Fallen Kingdom' que nos anima a rescatar a los animales y pone volcanes activos sobre el mapa para que nos apiademos de ellos y creemos una reserva propia y más tranquilizadora. Es una buena contramedida al otro DLC, contando cómo nuestras acciones como especie no tienen por qué ser sólo negativas para nuestro ambiente: podemos convivir con estos animesl, y de hecho debemos hacerlo. Son nuestra responsabilidad ahora que les hemos dado vida.

Sobre la tercera expansión, Regreso a Jurassic Park, hablaremos más detalladamente cuando salga a la venta en diciembre. Por el momento queda esperar.

Conclusiones

'Jurassic World Evolution' no es todo lo que podría haber sido. No es lo mejor en el género de la gestión ni tampoco es el producto definitivo de la franquicia en la que se basa. Pero pese a todo es un juego sólido gracias al apoyo que ha contado durante años y a los hermosos animales con los que cuenta. Una buena oportunidad para seguir soñando con dinosaurios.