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Análisis de 'Immortal Realms: Vampire Wars' para PS4, la estrategia se tiñe de gótico

UN CAMINO MARCADO CON SANGRE

Análisis de 'Immortal Realms: Vampire Wars' para PS4, la estrategia se tiñe de gótico

Por Oscar Martinez

El 2 de Septiembre 2020 | 20:25

Noa adentramos en el oscuro y retorcido mundo de 'Immortal Realms: Vampire Wars'. Un título de estrategia basada en la temática vampírica con un original giro mecánico.

El género de la estrategia sigue avanzando de forma inexorable y ganando adeptos con ello. Una de sus últimas iteraciones se ha establecido, gracias al trabajo de Palindrome Interactive en 'Immortal Realms: Vampire Wars'. Un título que parece querer coger parte de todo aquello que ha funcionado recientemente en el espectro de videojuego estratégico para dar luz a un conjunto de conceptos que, con las ideas claras y el valor suficiente, da como resultado un título tan complejo como interesante.

Y es que en este 'Immortal Realms' encontramos rasgos de muchos de los grandes titanes de la estrategia en conjunción con algunas ideas propias que consiguen hidratar su concepto base de forma constante, dando lugar a un título tan sólido como versátil y que, para más inri, se tiñe por completo de gótico a través de una ambientación oscura que consigue encajar a la perfección.

El reinado de los vampiros se extiende

Su apartado narrativo pone la vista en los conceptos más clásicos de la temática a la que hace tributo. Y es que en 'Immortal Realms: Vampire Wars' —y como seguramente os adelanta su título—, nos pondremos en la piel de diferentes facciones constituidas por vampiros a través de sus campañas bélicas e historias personales. Todo un cuento de terror y gloria vampírica que toma forma, no tanto a través de como narra su argumento, sino de cómo lo escenifica sobre el papel. En forma de estrategia.

Immortal Realms

Así, nuestros primeros pasos los hacemos a través de la facción Dracul y sus señores, defensores de la civilización vampira que mantiene a los humanos bajo su protección a cambio de una serie de tributos. Un concepto que se verá trastocado por la constante lucha del ejército humano, que busca liberarse del yugo de sus dirigentes inmortales. Es, sin duda, una idea simple y enfocada no tanto a crear un entorno narrativo para el título sino a edificarse como excusa para que nuestra campaña no se limite a sus aspectos mecánicos. Una contraposición a títulos más revolucionarios como 'Vampyr' o 'Vampire: The Masquerade' que posiciona su argumento como atrezo antes que como punto principal de la obra.

Con todo, nuestras campañas bélicas a manos de los Dracul darán paso a las de los Nosferatu y ellos harán lo propio con los Moroia, incidiendo en un mundo dantesco y dominado, de nuevo, por estos clanes de vampiros que, pese a su escaso fondo, proponen un hilo del que seguir tirando a lo largo de nuestras partidas programadas. Un sistema al que el título no se limita. Si su historia y propuesta no nos parecen suficientes, contamos también con un modo libre donde abrirnos paso a lo largo de un vasto escenario y su modo escaramuza, que nos propondrá todo tipo de batallas establecidas. Un reto apto solo para los más expertos.

La lucha por la sangre

Y es que 'Immortal Realms: Vampire Wars' llega con las ideas claras. Y aunque necesite de pequeños sacrificios para lograrlo, su enfoque en la estrategia resulta mágico. Su idea parte de los clásicos sistemas de gestión y conquista —deberemos formar ejércitos, hacernos con nuevos territorios, gestionar nuestros recursos y ser capaces de avanzar a través de tierras enemigas sin perder el control de las nuestras— pero incluye ciertas particularidades capaces de revitalizarlos por completo.

Immortal Realms

La más interesante es la introducción de un sistema de cartas de doble sentido. Y es que contaremos con ellas, a modo de ayuda, durante las acciones de avance en el tablero y a modo de ofensiva y apoyo una vez entremos en batalla —algo que ocurre de forma similar a como se administra en 'Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia', generando un escenario adicional dispuesto para la batalla—. Las primeras, con coste de sangre que utilizaremos también para la manutención de nuestras tropas, nos permiten curarnos, ganar puntos de movimiento, reclutar unidades a menor precio e incluso debilitar a los rivales. Mientras tanto, las segundas ejecutan habilidades para reforzar nuestra posición en batalla, así como robo de vida, protección o ataques especiales. Un factor especialmente importante en nuestra gestión del combate, ya que no consumen turnos y pueden dar la vuelta a la situación con un solo uso. Algo que, por supuesto, también está en manos del enemigo.

Lejos de resumir la acción de sus sistemas de estrategia, nuestro avance nos obligará también a hacernos con tierras enemigas, conquistar bastiones, pueblos y ciudades para mantener nuestra tasa de sangre y explorar puntos adicionales, como librerías, herrerías o santuarios que nos ofrecerán ciertas ventajas sobre el enemigo. Las mismas pueden, y deben, ser mejoradas para potenciar nuestras fuerzas. Así mismo, contamos con todo un árbol de acciones que nos ayudará a reforzar nuestra marcha. Un conjunto de acciones y posibilidades que deberemos controlar con sumo cuidado durante las fases de movimiento, con tal de ganar ventajas sobre los ejércitos enemigos que, os adelantamos, no nos pondrán las cosas fáciles.

Immortal Realms

Y es que si las habilidades, sus árbol de acciones y las múltiples posibilidades que nos ofrece su sistema lo convierten en algo más que sólido, no podemos olvidar el terreno de batalla. Contamos con un extenso número de combatientes por cada clan, cada uno de ellos con sus propiedades y habilidades específicas y un rango de veteranía que aumentará su poder a medida que avancemos sobre el tablero. En resumen, 'Immortal Reigns: Vampire Wars' ofrece un enorme abanico de posibilidades y estrategias jugables —además de pequeñas sorpresas que no vamos a destripar en este texto— que desembocan en una extrema versatilidad.

Definiendo la escena gótica

Lejos de sus sistemas o mecánicas, lo cierto es que el título de Palindrome Interactive no consigue cautivar del todo con su escena gótica. Es notable los sacrificios del mismo en pos de ofrecer la mejor experiencia jugable posible y, aunque su trabajo en ese sentido es notable, su apartado gráfico y sonoro queda en un claro segundo plano. Si bien el trabajo artístico se impone en la representación de su mundo oscuro y retorcido, sus animaciones y escenarios podrían haber dado más de sí. Lo mismo ocurre con el trabajo de ambientación y voces, a través de su apartado sonoro, que no consiguen destacar y se encuentran presentes en el título como un simple acompañante.

Immortal Realms

Un hecho representativo, por supuesto, de un equipo joven con un enorme recorrido pendiente. Sin embargo, un enfoque diferente podría haber solventado sus problemas de presentación. 'Mistover', como lo hacía 'Darkest Dungeon' antes que él mismo, apuesta por un trabajo de ilustración que exprime su fórmula sin necesidad de utilizar modelados más complejos. Un punto pendiente que lo deja ligeramente por detrás de los estándares actuales. Como añadido, mencionar el claro enfoque del título en PC y que, sin arruinar la experiencia, dificulta su experiencia en consolas al hacernos navegar por sus menús y unidades con menor precisión.

'Immortal Reigns: Vampire Wars' es un título con "peros". Se hace notar la inexperiencia de su equipo en pequeños puntos aquí y allá que, sin llegar nunca a mermar la experiencia, restan potencial de una obra que, en su núcleo, resulta brillante. Y es que hablamos de un juego capaz de añadir conceptos frescos y originales a un género y temática que conocemos sobremanera, dando como resultado una experiencia que se siente familiar pero lo suficientemente innovadora como para conseguir absorber al jugador. Un abanico de ideas y conceptos con el suficiente potencial como para resultar atractivo para cualquier jugador atraído por el género y que, más allá de su funcionalidad, podría ser un pequeño paso hacia un gran futuro para el estudio y su trabajo.

8,0

Lo mejor:

- Su versatilidad jugable, repleta de opciones y posibilidades

- La temática, especialmente para los seguidores de la misma

- Su ambientación y diseño, respeta al máximo sus orígenes

- La conjunción de modos, ofrece un amplio contenido

Lo peor:

- En contraposición, su apartado gráfico resulta algo débil

- Su modo campaña peca de resulta demasiado simple

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