MUSOU

Análisis de 'Dynasty Warriors 9 Empires' para PS5, camino hacia una China unificada

Omega Force vuelve a la carga con su subsaga 'Empires' en la que combina acción clásica de los musous con estrategia.

Por Rodrigo Aliende 14 de Febrero 2022 | 15:00

'Dynasty Warriors' es una saga muy querida por sus fans, una de esas que ha ido perfeccionando la fórmula muy poco a poco a lo largo de los años y que mucha gente desde fuera es incapaz de diferenciar una entrega de otra y mucho menos comprender por qué todos sus aficionados la encuentran tan disfrutable. Cabe señalar que las entregas numéricas principales son los clásicos musous, básicamente aquellas que hicieron popular este género, mientras que aquellas con el subtítulo 'Empires' combinan esa acción multitudinaria con fases de estrategia.

Por lo tanto, antes de meterse de lleno con 'Dynasty Warriors 9 Empires', hay que mirar a su predecesor, ya que parte de esa base jugable y luego añade elementos de control del gobierno y el futuro del país. Por esta misma razón, quizás los fans estén temblando, ya que 'Dynasty Warriors 9' es considerado una de las peores entregas. Nuestro compañero Daniel concluyó en su análisis que 'DW9' es "una aventura poco atractiva que no tiene mucho con lo que ser recordado y que, probablemente, será recordada como una de las peores entradas de la franquicia completa". Omega Force intentó introducir el mundo abierto en un movimiento muy ambicioso, pero la falta de tiempo y recursos le pasaron factura. Que no cunda el pánico, porque para 'DW9E' han decidido dar un paso atrás, por lo que la parte de acción pura y dura no tiene nada que ver con la desastrosa anterior entrega.

'DW9E' cuenta únicamente con un modo de juego: conquista. Si eres completamente nuevo en esto de los musous, hay un tutorial de varias partes exclusivamente para la parte de la acción. Con uno que hayas jugado, es más que suficiente para lanzarte directamente a la guerra, porque los cambios entre unos y otros son mínimos. Mientras que este tutorial es bastante completo y práctico, la parte de la estrategia se explica a través de una sucesión de cartelas que introducen demasiados conceptos nuevos si nunca has probado estas mecánicas.

Éste es uno de los inconvenientes que tiene 'DW9E' y es que es poco accesible al comienzo. Los primeros turnos vamos haciendo cosas a ciegas y aprendiendo cómo funciona exactamente. Una hora después, las piezas empiezan a encajar y todo se hace muy intuitivo, pero el principio puede hacerse un poco cuesta arriba. El juego realmente cuenta con mucha información y texto de tutoriales, pero no lo enseña igual de bien que lo hace con las secuencias de las batallas.

Superado este pequeño obstáculo, ya nos podemos adentrar en el modo conquista. Tenemos para elegir varias campañas basadas en hechos reales de la historia de China, como la rebelión de los turbantes amarillos. La diferencia es que los territorios están ocupados por diferentes señores. En algunos casos, podemos encontrar mapas prácticamente divididos en dos imperios enormes y en otros la cosa está más repartida. Además, si se cumplen ciertas condiciones, se pueden desarrollar batallas especiales porque están directamente sacadas de los libros de historia.

El jugador es el que elige cómo y dónde empezar. Podemos encarnar directamente a un emperador que ya tiene media China ocupada o ser un guerrero anónimo que ni siquiera pertenece a ninguna corte. Cada situación tiene sus propias complicaciones, así que, no por empezar en lo más alto del todo, quiere decir que las cosas vayan a ser fáciles (el juego cuenta con un selector de dificultad, dicho sea de paso).

La gestión del imperio depende, en primer lugar, de nuestro cargo en la corte. Un estratega tiene una serie de funciones, pero no llega a las cotas de poder que tiene un gobernador o el mismísimo emperador. El objetivo es ir creciendo en las filas del ejército y desarrollar nuestro personaje a través de nuestros logros y las amistades con los compañeros. Cualquier acción que llevamos a cabo tiene una repercusión en una serie de características propias de nuestro personaje (bondad, maldad, valentía, ingenio...). También hay que tener en cuenta el número de recursos y oro que tenemos, esencial para mantener vivo a nuestro ejército. Por lo tanto, cada turno nos centraremos en cuestiones diferentes: fomentar el desarrollo comercial, realizar un reclutamiento o un alistamiento forzoso -según nuestra tendencia hacia el bien o el mal-, subir los impuestos, sabotear las defensas enemigas... Tenemos muchas opciones para elegir.

Cuando el imperio adquiere una cierta importancia, tienes la sensación de que las cosas se van a volver más fáciles, pero para nada. No sólo los intentos de invasiones se siguen sucediendo, sino que también nuestros propios generales manifiestan su descontento y pueden rebelarse e independizarse. Hay que tener en cuenta muchos factores y no siempre salen las cosas como queremos. Esto resume muy bien la parte más interesante de la estrategia dentro de 'DW9E' y es que en cada momento pasa algo diferente. Las circunstancias (nuestra posición en el reino, las alianzas, el resto de países...) van cambiando nuestras prioridades.

Buena parte de la campaña la pasaremos luchando, ya sea invadiendo un terreno enemigo o defendiendo nuestro propio territorio. Esto se hace conquistando pequeñas bases que al final nos permite llegar hasta el general jefe y derrotarlo para dar por finalizada la batalla. Antes de empezar, nos ofrecen una serie de planes secretos, que si llevamos a cabo las condiciones especificadas, obtendremos una ventaja estratégica. El enemigo también tiene estos planes, así que hay que estar pendiente de cumplir con los nuestros y desbaratar los suyos.

Los musous tienen esa cualidad adictiva que sientes cuando arremetes contra un ejército enorme de soldados y caen por decenas ante tus pies. Las peleas tienen las dos caras de la misma moneda: enganchan, pero se hacen repetitivas. La parte estratégica se mantiene fresca e interesante más fácilmente que la acción.

Conclusiones

La combinación de estrategia y acción le sienta muy bien a 'Dynasty Warriors 9 Empires', ya que así consigue disimular la parte repetitiva de los combates con una dosis de decisiones tácticas para hacer que nuestro imperio se haga con toda China. El rendimiento en la versión de PlayStation 5 es muy consistente, salvo alguna bajada de frames sin importancia. Las pantallas de carga sí que podrían ser más cortas teniendo en cuenta la potencia de la consola y lo que hemos visto en otros títulos. 'DW9E' no resulta una sorpresa para nadie, pero es uno de esos títulos de confort que engancha y contiene ciertas ideas interesantes.