LUMINARIO REVIVAL

Análisis 'Dragon Quest XI S', la aventura mantiene su magia, pero comprimida

Square Enix ha jugado con los límites de la tecnología de Switch para que no se pierda nada del espectacular mundo de Erdrea

Por Juan Pedro Prat 20 de Octubre 2019 | 15:00

'Dragon Quest XI' ya ha sido valorado como uno de los mejores JRPG de los últimos años y, según muchos, el mejor de toda la saga que firma Yuji Horii. Square Enix puede sentirse orgullosa de haber lanzado una obra de tal magnitud y es que, puede parecer mentira, pero esta entrega salió originalmente en 2017 en Japón, territorio que, además, recibió una versión para Nintendo 3DS. A lo largo de este tiempo, Occidente ha recibido su propia edición de 'Dragon Quest XI' y también lo que hoy me trae a mí aquí: 'Dragon Quest XI: Ecos de un Pasado Perdido - Edición Definitiva'. Ahora bien, ¿se merece este título un nombre tan largo y, además, el adjetivo "definitiva"? Nintendo Switch tiene mucho músculo, pero solo unos pocos saben sacarle todo el partido a una máquina como esta que, obviamente tiene sus limitaciones y se nota. En el caso de este juego, podemos decir que luce en muchos aspectos, pero el técnico no es uno de ellos, por cuestiones evidentes.

Aunque 'Dragon Quest XI S' es una especie de port, lo cierto es que es un juego que contiene mucho más que la aventura original. En Square Enix no han querido darle a los jugadores el mismo juego a menor resolución (que es lo que habría sido de haberse quedado solo en un simple port), sino que hay motivos de peso para darle una oportunidad a este título tanto si no lo has jugado como si ya has terminado una primera aventura por Erdrea. Y sí, poder jugar en modo portátil es uno de ellos, aunque no es lo más recomendable si quieres mantener en un altar lo que viviste en las versiones de PlayStation 4 y PC.

Revive una odisea inolvidable

Nintendo Switch es como un lugar de peregrinaje para cualquier jugador y compañía. El propio concepto de la consola ha hecho que los desarrolladores hayan creado una necesidad de llevar sus juegos a Switch por lo que esta puede ofrecer y por el público que tiene. La consola de Nintendo no comparte segmento de audiencia con plataformas como PlayStation 4, Xbox One y PC y eso la convierte en un verdadero caramelo para cualquier empresa, puesto que los títulos triple A que han triunfado en las anteriormente mencionadas, pueden llegar a todavía más jugadores con la aplicación de ciertos ajustes a los parámetros gráficos de las producciones a portar.

Es por eso que muchos de los rumores de ports para Switch han terminado haciéndose realidad, como 'Overwatch', 'The Witcher 3' (ambos lanzados este mismo mes al catálogo de la consola) o 'Dragon Queat XI S', que si bien tiene algo más de tiempo en tiendas, nosotros hemos necesitado de algo más para poder tener nuestro análisis a punto. La diferencia está en lo que se ofrece en esta versión, la cual incluye todo lo que llegó originalmente a Japón, pero con unos extras muy interesantes.

No voy a entrar en detalles de la historia, pero este juego no está llamado a ser uno de los mejores JRPG de la generación por nada. La odisea del Luminario está repleta de ciertos clichés que se repiten por norma general en argumentos de este tipo (en los que un héroe viene a salvar el mundo de una oscuridad), pero los personajes están tan bien construidos y aportan una variedad tan maravillosa, que pronto se te olvidan las bases desgastadas sobre las que se cimenta la historia. Ya no es tanto qué preceptos se han tomado para escribir el guion, sino cómo se desarrolla y lo que lo diferencia de los demás.

Gran juego, peor port

Y es que trabajar en Switch viniendo de plataformas tan potentes como PS4 tiene sus riesgos. El título de Square Enix desborda colorido y movimiento por todos lados, algo que se ha tenido que limitar para que las tripas de la híbrida puedan moverlo correctamente en modo portátil, que es, al fin y al cabo, el que tiene que mostrar la verdadera fortaleza, puesto que será el más utilizado por la mayoría de los jugadores que decidan hacerse con esta versión.

Y aquí es donde se muestra el nivel técnico que alcanzó Square Enix con 'Dragon Quest XI', un despliegue de colores, animaciones y entornos que la propia Switch no puede manejar correctamente en el port. Se trata de comprimir un mundo enorme en un equipo con unas capacidades mucho menores que las de la competencia. La mayoría de jugadores queremos disfrutar de esta aventura en el coche, en el tren o, simplemente, en la cama sin necesidad de estar atados a los cables de la televisión. Esto se puede hacer, pero en gran parte del juego se nota que se ha perdido resolución por el camino. No es algo tremendamente grave, pero si hablamos de un port, es uno de los puntos clave a tener en cuenta.

Un puñado de novedades interesantes

Y es que, como he dicho algo más arriba, 'Dragon Quest XI S' no es una edición definitiva por nada, sino que en Square Enix han añadido una serie de mejoras que invitan muy mucho a querer rejugar el juego en esta plataforma. El hecho de que te lo puedas llevar de paseo es una ventaja (con esas pegas del apartado gráfico), pero es que hay nuevas opciones para los más puristas del JRPG.

Entre los añadidos están un modo en 2D que recuerda a los juegos más clásicos de 16bits, el cual puede ser activado siempre que tengamos una estatua de la diosa cerca. Lo que esto supone es que se pierden los encuentros no-aleatorio, es decir, pasamos a tener una jugabilidad más parecida a la tradicional y nos encontraremos con enemigos aleatoriamente y sin poder evitarles. Además, el sistema de combate por turnos también cambia ligeramente, puesto que hay que elegir los ataques de todos los componentes del equipo al mismo tiempo.

También se han añadido misiones completamente nuevas relacionadas con los juegos anteriores, lo que dota a esta entrega de otras tantas horas de juego que puedes no hacer, pero que están ahí y que sirven para dar una profundidad mayor al juego global. Y como parte de una de las características más destacadas está la de la banda sonora, que para esta versión ha sido tocada por una orquesta y llevada al juego tal cual. Si eres de los que disfruta del sonido en un juego, 'Dragon Quest XI S' será una delicia para tus oídos.

Finalmente, se han incluido las voces en japonés, una característica que no estaba presente en las versiones anteriores. Ahora se puede elegir qué voces escuchar (inglés o japonés), mientras que los subtítulos en castellano nos dan toda la información que necesitamos.

Conclusiones

A pesar de ser la tercera versión de 'Dragon Quest XI' que llega al mercado (si no contamos la de Nintendo 3DS que sí llegó a Japón), los jugadores tiene una excusa más que buena para abrir la cartera y comprarse una vez más este juego. La edición definitiva ofrece las suficientes novedades para que cualquier amante de este género pueda sacarle el máximo provecho y revivir una vez más la aventura de El Luminario sin que se les haga pesado o repetitivo. Solo con las opciones nuevas, ya puede ser una odisea con sabor nuevo, aunque ya se sepa que va a ocurrir al final.