SAMUS EN FORMA

Análisis de 'Metroid Dread'; la primera misión de Samus en Nintendo Switch

Esta misión de Samus Aran es mucho más que un aperitivo para 'Metroid Prime 4'.

Por Marco Gonzálvez 13 de Octubre 2021 | 09:00

Mientras la enorme base de usuarios de Nintendo Switch esperaba el grandilocuente 'Metroid Prime 4' de Retro Studios un anunció irrumpió en sus pantallas causando gran conmoción. Samus Aran volvería a la acción antes de tiempo y una vez más lo haría de la mano del estudio madrileño MercurySteam, responsables del último juego de la saga, 'Metroid: Samus Returns', un remake del clásico 'Metroid 2: Return of Samus' de Game Boy, publicado en 2017 para Nintendo 3DS.

Es importante, de hecho, tener presente aquel último juego de la saga firmado por los de Enric Álvarez, porque hay mucho de aquel juego en este nuevo 'Metroid Dread', un juego que bebe considerablemente del remake de 2017 al mismo tiempo que crece exponencialmente y pule casi todas las aristas presentes en aquella propuesta.

Samus clava otro aterrizaje

Por enésima vez la letal Samus Aran acepta una misión relacionada con los metroides, los X y otras entidades de la galaxia que acabarán complicándole el día, dejándola tirada en el planeta ZDR, donde no solo va a enfrentarse a la fauna y flora local, también va a tener que lidiar con algunas verdades complicadas sobre sus orígenes y su naturaleza.

Tras un primer encontronazo con un villano llamado Pico de Cuervo la cazarrecompensas saldrá mal parada, abandonada en las profundidades de ZDR y desprovista de todas sus habilidades (sí, otra vez). Nuestra misión será ir progresando por las distintas regiones del planeta recuperando las utilidades de Samus, consiguiendo así movimientos y artilugios ya conocidos junto a otros totalmente nuevos.

Las cosas claras, 2021 es un año donde hasta una de las dos franquicias que sirvieron para acuñar el término "metroidvania" tiene que demostrar un estado de forma notable para ponerse a la altura de las muchas propuestas que han ido llegando durante décadas a este formato convirtiéndose en clásicos modernos. Es el caso de juegos como 'Hollow Knight' o la saga 'Ori'.

Fluye como un X, pica como un metroide

Un aspecto importante para demostrar capacidad de adaptación es la movilidad y por ahí queremos empezar a desmenuzar lo que se siente al jugado a 'Metroid Dread', porque en este campo MercurySteam ha conseguido pulir un aspecto en el que ya empezaron a trabajar en 'Metroid: Samus Returns', porque moverse en este nuevo videojuego de Nintendo Switch es extraordinariamente satisfactorio.

El trabajo del equipo de gameplay y el equipo de animación es para enmarcar. Al principio, como es normal en esta saga y en juegos similares, nos encontraremos constantemente frustrados por la cantidad de caminos sin salida, algo que se va compensando con la constante progresión y la alegría que produce ir abriéndose paso hasta nuevas zonas, desbloqueando así habilidades que nos permitan volver sobre nuestros pasos para seguir explorando.

Saltar, deslizarse, volverse invisible, impulsarse con el uso de bombas, utilizar un gancho. Un poco de todo puede hacer Samus en esta entrega y aquí todas las habilidades brillan muchísimo más que en 3DS porque la fluidez del control y el rendimiento del juego son intachables. Al menos en el modo portátil, donde el juego se ve y se juega de diez. En televisión nos hemos encontrado con efectos de fuego, explosiones o humo que se resienten mucho por el incremento de resolución. Hemos encontrado que jugar en portátil es nuestra manera favorita de disfrutar de 'Metroid Dread' gracias a que no cae un solo frame y la nitidez es soberbia, algo ideal para disfrutar de una gran dirección artística que salpica con fantásticos detalles las diversas zonas que visitaremos a lo largo y ancho de ZDR.

Y si moverse es puro placer en 'Metroid Dread' desde luego el combate no se queda atrás. Aquí somos partidarios de esa creencia de que no existe juego de acción malo si existe una mecánica de parry o contraataque y esta está bien ejecutada. Sí, esta mecánica vuelve directa desde el remake de 3DS, pero aquí es considerablemente más importante y está mucho mejor ejecutada, pudiendo eliminar a enemigos que requieren de varios disparos y misiles con una sola contra y la posterior eliminación de un solo golpe.

A esa mecánica clave se le suman las muchas variantes de las bombas, los misiles y los disparos láser de Samus, que aquí sorprenden por cantidad y variedad. Ciertas mejoras sustituyen directamente a versiones anteriores de algunos ataques, consiguiendo dos cosas muy importantes con respecto al diseño: no sentimos que tengamos más habilidades de las que el juego nos permite usar y no sentimos que las últimas las recibimos demasiado tarde, dejando esa sensación que encontramos en algunos juegos similares de que hemos disfrutado poco de una mejora otorgada en los últimos minutos de juego.

Traje multiusos

Nuestra partida ha durado poco menos de 10 horas. Hemos explorado muchas veces las distintas zonas de ZDR y encontrado buena parte de los coleccionables. Estos, como es habitual, sirven para mejorar cosas como la salud de Samus o la capacidad de misiles. La duración resulta absolutamente ideal para el tipo de juego al que nos enfrentamos, en estas 10 horas no hay un momento de aburrimiento, constantemente estamos avanzando, descubriendo y mejorando a Samus.

Respecto a la progresión hay que destacar que aunque estamos ante la experiencia 'Metroid' clásica, donde no acabamos de tener un mundo abierto como tal, pero tampoco algo extremadamente pasillero, es absolutamente satisfactorio el ritmo al que nuestra protagonista recupera sus habilidades y la forma en la que estás nos ayudan a percibir que nos estamos volviendo cada vez más fuertes. Esto se consigue mediante dos factores: la movilidad y el combate. En los últimos compases del juego atravesamos enemigos y obstáculos como si fueran solo aire. La frustración de encontrar enemigos con los que tenemos que pararnos a combatir o lugares por los que no podemos transitar va dejando paso poco a poco a un perfecto organismo letal y ágil que se desenvuelve por los niveles como ese acertado rayo que atraviesa el logo de esta franquicia.

Conclusión

Volvemos a que estamos en la época que ha visto nacer a ciertos "metroidvania" que se consideran de los mejores videojuegos que han visto la luz en los últimos años, ya no basta con un nombre legendario para marcar a los jugadores y quizás de eso peca un poco este 'Metroid Dread'. Por momentos hemos echado de menos un punto de innovación y aún ahora no tenemos del todo claro dónde posicionarnos. Por un lado habría estado bien un nuevo 'Metroid' que aportará cosas realmente nuevas a la franquicia y que mirara cara a cara a colosos que han sabido adaptarse a su género y evolucionarlo. Pero por otro lado hemos disfrutado tantísimo de esta experiencia clásica, sencilla y conocida que nos cuesta decir que haya algo de malo en ofrecer un videojuego así.

Existe algún intento de ofrecer un poco más, como son los encontronazos con los EMMI, unos enemigos a los que no podremos derrotar y de los que tendremos que huir hasta dar con la posibilidad de eliminarlos del mapa. Estas secuencias del juego aportan cierto brillo extra que ayuda a que no nos sintamos tan desamparados ante la ausencia de novedades más grandilocuentes.

'Metroid Dread' es una compra obligatoria para casi cualquier usuario de Nintendo Switch, no os perderéis muchísimo si no habéis entrado hasta ahora en la saga (aunque disfrutaréis su final con la boca abierta si es el caso), evoluciona progresivamente para no ser difícil y en general ofrece diversión pura. Para los más veteranos tendréis un modo difícil que se desbloquea al final y que le añade un punto de picante a los fantásticos jefes finales del juego.

Ese desierto que es en ocasiones el catálogo de exclusivos de Nintendo Switch está ahora iluminado por una espectacular traca de fuegos artificiales que van a estar brillando durante meses y que colocarán a este 'Metroid Dread' en las listas de mejor juego del año para muchos de los usuarios de la consola.