JRPG CON ALQUIMIA

Análisis de 'Atelier Sophie 2: The Alchemist of the Mysterious Dream' para PS4, el gran poder de la alquimia

Gust continúa con la subsaga Mysterious de 'Atelier' y con la historia de Sophie y su amiga Plachta en una mejora muy importante con respecto al a primera parte.

Por Rodrigo Aliende 24 de Febrero 2022 | 15:00

La saga 'Atelier' tiene una larga tradición en Japón, con un sinfín de entregas y subsagas (Iris, Mana Khemia, Arland...). 'Atelier Sophie 2: The Alchemist of the Mysterious Dream' pertenece a la familia Mysterious y continúa, evidentemente, la historia de Sophie. El primero apareció entre 2015 y 2016 -lo que tardó en dar el salto desde Japón a Occidente- y, años más tarde, nos llega la continuación de la historia sobre Sophie y Plachta. Afortunadamente, el nuevo juego tiene en su menú de inicio una opción (Story So Far) que nos cuenta los acontecimientos del primero en un breve vídeo. Con esto estamos más que preparados para afrontar la segunda entrega.

'Atelier Sophie 2' trata sobre la alquimia, como su propio nombre indica, y gran parte del juego gira en torno a ella. La mitad del tiempo estamos peleando y la otra mitad sintetizando y creando nuevos elementos. Por eso, la recolección de recursos es imprescindible y cada dos pasos hay que pararse a recoger algo. Puede sonar pesado, pero tiene ese placer incomprensible de acumular muchas cosas, como el impulso que nos obliga a recoger todas las fichas en los juegos de Lego. A través de una serie de mejoras, Gust ha conseguido que el ciclo de la alquimia (recoger, sintetizar y volver a la acción) sea muy fluido e, insistimos, nada pesado.

La cesta de recursos mientras exploramos tiene un límite, pero resulta prácticamente anecdótico gracias al sistema de viaje rápido. Con tan sólo pulsar en el panel táctil, nos desplazamos a cualquier sitio, desde la tienda de la ciudad o el atelier hasta cada una de las mazmorras (cuentan con varios puntos de desplazamiento que hay que activar previamente para utilizar). Por lo tanto, volvemos al atelier para vaciar la cesta y de vuelta al campo de batalla a picar más piedras, pescar y otras tareas de recolección. En el anterior, tan sólo veíamos una orbe brillante en el suelo; ahora, vemos rocas, arbustos, setas, con lo que es más fácil saber qué vamos a coger antes de acercarnos.

Toda esta fluidez de la que hablamos se percibe en una serie de decisiones de diseño que convierte al 'Atelier Sophie' original en un juego que no ha envejecido del todo bien. Se nota especialmente en los menús. Ahora son muchos más intuitivos y coloridos y se entiende mejor todos los conceptos de la alquimia, que al principio puede hacerse un poco cuesta arriba. La navegación entre escenarios es rapidísima -con tan sólo un par de segundos de carga- y anima a seguir jugando más y más.

Además, Gust no quiere que en ningún momento el jugador se pierda. El objetivo de las misiones principales está perfectamente señalado tanto en el mapamundi como en el minimapa, al igual que los encargos indican exactamente qué monstruos hay que matar. Esto provoca que avanzar sea muy sencillo y también facilita cambiar de una actividad a otra sin ninguna complicación.

Los escenarios han pasado de ser mazmorras con trazados intrincados a campos o cuevas con un diseño mucho más abierto. El avance gira en torno a unos objetos mágicos que permiten cambiar el tiempo. Si hay una zona anegada por la lluvia, tan sólo hay que activar el artefacto correspondiente para que salga el sol y se seque el camino. Las cosas se van volviendo más complejas conforme obtenemos nuevos objetos alquímicos que, por ejemplo, hacen que nieve y se congele el agua. El tiempo meteorológico también afecta a los tipos de monstruos que hay. Por suerte, en cada zona viene perfectamente explicado qué encontramos según el momento del día. Insistimos: no falta información en 'Atelier Sophie 2'.

En cuanto al combate, se trata del clásico sistema por turnos, con tres personajes activos y el resto de apoyo. En líneas generales funciona bastante bien, pero tiene una serie de pequeñas decisiones que enturbian la experiencia. Por ejemplo, con cada ataque del enemigo tenemos que seleccionar si queremos que nuestro personaje activo sea el que reciba el golpe o salga otro para recibirlo. Hace que las batallas sean algo más lentas (por suerte, tiene la opción de aumentar la velocidad 1.50x y 2x), aunque favorece el cambio fluido de personajes en combate. Esto también se consigue a través de las acciones dobles, que permite realizar una habilidad al personaje saliente y otra al entrante a la vez.

El aura es una especie de escudo que aumenta la defensa y el ataque de los enemigos de manera aleatoria. Cada una es diferente, por lo que hay que adaptarse y actuar acorde para bajar el número a cero y dejar al enemigo aturdido y arremeter el golpe final en ese momento. El aura estaría bien para hacer más interesantes ciertos combates, pero es que ocurre prácticamente en todos. El resultado es ralentizar el avance de forma artificial.

Otro detalle que entorpece un poco es que hay muy pocas magias curativas, por lo que hay que utilizar muchos objetos que sintetizamos nosotros mismos. Esto no es problema, pero es que estos objetos hay que equiparlos en cada personaje y resulta engorroso acostumbrados a casi todos los juegos del género a coger una poción del escenario y tenerla ahí siempre que queramos.

Conclusiones

En definitiva, 'Atelier Sophie 2: The Alchemist of the Mysterious Dream' es un título que engancha por la sencilla razón de que estás continuamente haciendo cosas diferentes y te pone muy fácil pasar de una a otra. El sistema de combate tiene cierta profundidad, aunque hay algunas decisiones que sí hacen que se haga un poco pesado (los enemigos con aura, principalmente), y la historia tampoco es que sea un gran aliciente. Aun así, 'Atelier Sophie 2' es un JRPG muy entretenido, en el que se pasan las horas volando mientras luchamos, recolectamos, sintetizamos y cumplimos misiones principales, secundarias y encargos. Un gran paso adelante con respecto a la primera entrega, sin duda.