OPINIÓN

¿El videojuego da la felicidad? - La Zona

Los beneficios sociales y psicológicos del videojuego puestos de relieve. ¿Somos más felices jugando a videojuegos? Puede.

Por Cristina Pérez 5 de Mayo 2016 | 18:22

En muchas ocasiones, los jugadores nos hemos encontrado en la tesitura de tener que defender que un videojuego no te hace violento. Y, antes de entrar en el tema, que nada tiene que ver con este aspecto, sí me gustaría citar un estudio que desmiente esa ya leyenda urbana sobre la violencia en los videojuegos.

Según un estudio elaborado por los alumnos de la Universidad de Stetson, dirigido por el profesor y experto en psicología clínica, Christopher Ferguson, se demostró que la violencia en los videojuegos disminuye, precisamente, la violencia real entre la juventud. El estudio lo podéis consultar en la página web Medical Daily. En este sentido, podemos interpretar incluso que la exposición a la violencia sin tapujos y de forma abierta, consigue de cierta manera sensibilizar a los jugadores precisamente para huir de comportamientos agresivos. A mí, personalmente, la experiencia en juegos como 'This War of Mine' me hizo ser todavía más consciente de la crudeza de una guerra. El hecho de presenciar un conflicto desde el lado de los perdedores (esto es, la sociedad civil), consiguió que en mi cabeza se formara la idea de lo cruel que es una guerra. Podemos ver las noticias, podemos leer la prensa, pero hasta que no está en tu mano gestionar tu propia supervivencia en un videojuego (que, en este caso, incluso podría entenderse como un simulador bélico), no fui consciente de la situación por la que pasan los ciudadanos durante una guerra. No es por ser insensible, pero ¿cuántos de nosotros sigue comiendo tranquilamente al ver imágenes de los refugiados cruzando la frontera griega?

Lo positivo

No obstante, este artículo no es para hablar de ese tema. La posible ayuda para que nos sensibilicemos con respecto al tema de la violencia no es el único punto positivo que tienen los videojuegos. La psicóloga Isabela Granic escribió un artículo científico (que podéis leer en el siguiente enlace) sobre, precisamente, cuáles eran los beneficios del videojuego para el bienestar del ser humano y su desarrollo en la sociedad. ¿Son uno de los ingredientes de la felicidad? No lo sé. Desde luego, Granic plantea que, ya que abordamos el impacto del videojuego en la sociedad, habrá que tener en cuenta también no solo los aspectos negativos, sino también los positivos.

En este sentido, y basándose en la diversidad que ha experimentado la industria del videojuego, ofreciendo productos más realistas y sociales, Granic afirmaba que los beneficios se podían diversificar entre los siguientes ámbitos: cognitivos, motivacionales, emocionales y sociales.

Después de leer su estudio, me puse a reflexionar sobre mi propia experiencia como jugadora. En videojuegos como 'The Walking Dead' de Telltale Games, la historia y la toma de decisiones nos pone a prueba constantemente. Tenemos que enfrentarnos a situaciones donde nuestra ética y nuestras necesidades se ponen en la balanza: ¿qué escoger? ¿Cómo resolver este conflicto de la mejor manera posible? En cambio, otros juegos como 'Dark Souls', consiguen que el jugador se sienta satisfecho consigo mismo una vez que consigue superar determinados enemigos. Es un mecanismo mediante en el cual, en mi opinión, se gana confianza en uno mismo y motivación para plantarle cara a los problemas. No quiero decir con esto que los videojuegos sean ahora la panacea y se conviertan en el nuevo libro de autoayuda que todos necesitamos, pero sí entiendo que para determinadas circunstancias, el videojuego puede ser un vehículo motivacional.

La conclusión que saco es que, mientras que el videojuego forme parte de la vida de los jugadores de forma sana, sin adicciones y comportamientos negativos para la salud, deberíamos aprovechar y entender al videojuego de forma mucho más enriquecedora. Que no sea todo un aporreo de botones o teclas, y que cuando nos pongan ante algún tipo de disyuntiva como las mencionadas anteriormente, valoremos cómo repercute esto en los más pequeños y de qué manera.

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This War Of Mine