ALARM!

El desarrollo del nuevo 'Commandos' investigado por corrupción: ni juego ni dinero público

El Confidencial destapa el desarrollo del nuevo juego de 'Commandos' como una "cortina de humo", enmarcado en el caso de corrupción investigado por la UDEF.

Por   2 de Julio 2017 | 11:50

El Estado Español tiende a despreciar la creación de videojuegos, como tiende a despreciar la creación cultural en su conjunto. En cuanto a la producción cinematográfica en nuestro país, la inversión del Ministerio de Cultura cayó un 25% en 2012, mientras el IVA, ya sabéis, se disparó en las salas del 8 al 21% sin remisión por ahora. En videojuegos, en primer lugar, es el Ministerio de Industria el que ha prestado el apoyo, por poco que sea, al desarrollo en nuestro país, negándose de manera tácita y explícita al reconocimiento de los videojuegos como un bien cultural. Esto me molesta sobremanera, pero no es el caso que hoy nos implica; hoy el tema es ¿'Commandos'?

La saga 'Commandos' continúa siendo el desarrollo más importante que nunca se ha hecho en España. En 1998, y desarrollado por Pyro Studios, salía al mercado el primer 'Commandos: Behind Enemy Lines', un juego de estrategia de la Segunda Guerra Mundial que pegó un vuelco al panorama en su momento. Éxito de ventas, éxito de crítica, y el inicio para una franquicia compuesta de varios juegos de estrategia, amén de un shooter olvidable. Sin embargo, con el tiempo la saga decayó, y Pyro Studios, si bien no pudo destacar con desarrollos posteriores, como 'Praetorians', continuó en actividad.

En el año 2014 el Ministerio de Industria convoca subvenciones y préstamos a la industria del videojuego. Inaudito. Alegría. Aplauso. Un nuevo 'Commandos' aprovecha para arrancar su desarrollo con destino a tablets y móviles, y logra una financiación pública de 948.871 euros. De estos, 94.000 son en calidad de subvención y 853.000 en forma de préstamos al 0,5%. El desarrollo se anuncia, y, pese a que la fecha de ejecución estaba marcada para el año 2016, el juego ni está ni se le espera. Según fuentes de El Confidencial, el no-desarrollo del nuevo 'Commandos' es una "cortina de humo" investigada por las autoridades. Según el periódico, exempleados del estudio hablan de un vaivén en el desarrollo, que pasa de remake del primer juego para móviles, a juego para ordenador, y que parece terminar en nada. Ni juego, ni fondos.

La investigación y el drama

La detención de los hermanos Pérez Dolset, creadores de la saga, hace un par de días, destapa toda la penosa situación. Un complejo entramado financiero en el que se involucra Zed, matriz de Pyro, así como socios rusos de prácticas dudosas, ha culminado en desvío de importantes cantidades millonarias de subvenciones públicas, entre las que el millón de euros del nuevo no-Commandos es uno de los elementos que investigan las autoridades. Pese a que el desarrollo de videojuegos sea una industria tecnológica de vanguardia, todo sigue siendo muy "marca España".

Ahora se abre la puerta a un debate neoliberal muy recurrente sobre la financiación pública del que la industria del cine, no exenta de una retahíla de escándalos como este, es bien conocedora. ¿Debe el estado financiar proyectos creativos? La respuesta es sí. Siempre sí. Cuando las ayudas de 2014 para la industria del videojuego español salieron a la luz fueron celebradas y abrieron la puerta a varios desarrollos de alto presupuesto en el Estado. Economías, como la canadiense, se han volcado en fomentar su industria de videojuegos, y no sólo ha impulsado nuevos desarrollos locales en el país, sino que ha logrado atraer a los principales estudios del momento a sus fronteras: The Coalition, Ubisoft Montreal, Eidos Montreal, EA Vancouver...

Este es un artículo preventivo, porque, antes de que se discuta sobre lo conveniente o no de la financiación pública a videojuegos, hay que mirar de tú a tú al modo de hacer de un sector específico (y tradicional) de empresariado español, lo que trasciende a los videojuegos. Quizá sean necesarias evaluaciones de proyectos más precisas, mejores sistemas de control, diferentes tramos de financiación... fórmulas que controlen el dinero público que se cede a entidades privadas de una manera más precisa, pero desatender el valor de la industria del videojuego es un ejercicio de necios. España tiene el talento necesario, el apoyo de grandes corporaciones como PlayStation (PS Talents), el sector tecnológico afianzado en Barcelona, y una tradición de desarrolladores muy destacada del tiempo de los microordenadores. Existe un caldo de cultivo propicio para crear industria, puestos de trabajo para jóvenes, e incluso atraer talento. Falta el apoyo institucional, una vez más, y falta que no se arruine la imagen pública de este sector re-emergente por el penoso caso.